Conceptos filosóficos y su relación con el Counseling

Desarrollo de conceptos filosóficos y su relación con el Counseling

Carl Rogers desarrolla su terapia centrada en el cliente a lo largo de su carrera tomando diversos conceptos y miradas de corrientes y escuelas filosóficas, en especial de la corriente humanista.

Rogers sostiene que cada persona posee el conocimiento y las herramientas para llegar a su verdad y su autodesarrollo en estado latente. Este concepto básico para el counseling está en plena coincidencia con el método de la Mayéutica utilizado por Sócrates. El mismo se apoya sobre la teoría de la reminiscencia, que parte de la idea de que el conocimiento y la verdad se encuentran presentes en el alma del interlocutor y que pueden descubrirse a través del diálogo y el intercambio.

A diferencia del método socrático, el Counseling no utiliza la refutación o la marcación de incongruencias en las creencias del interlocutor para lograr traer luz o verdad al consultante, ya que este tipo de terapia trabaja desde el paradigma de cada consultante, centrándose en su percepción individual del mundo, e intenta acompañar el proceso de descubrimiento y discernimiento sin dirigirlo.

Jaspers plantea un origen múltiple del pensamiento filosófico, en un principio el asombro, que lleva al hombre a preguntarse y a conocer el mundo que lo rodea; luego la duda, consecuencia lógica de ese proceso de conocer, que lo lleva a cuestionarse por lo supuestamente familiar hasta ese momento y por último la conmoción del hombre, la conciencia de estar perdido, el hombre frente a situaciones límites que lo confrontan con su finitud. Aunque a veces estos acontecimientos parezcan ajenos y alejados, la vida cotidiana se encuentra surcada por estas situaciones: replanteos de creencias y estructuras absorbidas e interiorizadas sin plena conciencia de las mismas y que colisionan contra los propios valores; situaciones límites tales como enfermedades y duelos, todas ellas, generadoras de crisis y movilizaciones internas que no son fácilmente discernibles o entendibles para aquél que las atraviesa. En esos momentos, los procesos de counseling, los espacios que estos generan, el acompañamiento sin juicios ni prejuicios de parte del terapeuta, abren un camino hacia la búsqueda del propio conocimiento, verdad y bienestar. Durante el proceso, se busca lograr que el consultante encuentre su equilibrio a través de ese “conocerse a sí mismo”, logrando la congruencia entre el pensar, el decir y el obrar que para Aristóteles es el camino para alcanzar la virtud (Areté), el encuentro con uno mismo y consecuentemente el Bien Supremo, la Felicidad.

La ontología, la investigación y el conocimiento del ser en tanto que ser, o del ser en general, intenta captar y poseer con la inteligencia la realidad y el modo de acontecer de un objeto – en este caso en particular, del Ser - tal cual el mismo aparece en nuestro entendimiento. Este saber perseguido por la Ontología es lo que llamamos un saber crítico, referido a un saber adquirido y dominado con esfuerzo, presidido por un método y una lógica y fundamentado a través de los mismos. Este tipo de saber se diferencia ampliamente del saber vulgar, aquél adquirido sin tener plena conciencia del mismo, por acumulación espontánea, regido por normas

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