Conferencia XI, EL LENGUAJE DE LOS SUEÑOS

Conferencia XI. El lenguaje de los sueños:

Comparación del contenido  manifiesto del sueño en su totalidad, con el contenido latente que se halla mediante la interpretación.

Trabajo que deposita el contenido latente en el manifiesto se llama trabajo de sueño, para llegar al contenido latente se debe interpretar lo que se manifiesta en el sueño (trabajo de interpretación).

El trabajo de interpretación cancela el trabajo del sueño.

Los sueños infantiles no requieren interpretación porque son deseos evidentes.

La desfiguración onírica se elimina mediante la interpretación onírica

Primera operación del trabajo onírico es el de condensación; el sueño manifiesto contiene menos datos que el latente. Ciertos elementos latentes se omiten por completo, hallamos un solo contenido del sueño latente en el manifiesto y elementos latentes que tienen algo en común se condensan en el sueño manifiesto, concentrados en un solo elemento.

La condensación no deja en pie ninguna relación simple entre los elementos de uno y los elementos del otro. Un elemento manifiesto corresponde simultáneamente a varios latentes y a la inversa, varios elementos latentes pueden corresponder a un solo elemento manifiesto.

Segunda operación del trabajo onírico es el desplazamiento. Un elemento latente es sustituido por algo que no le es propio, sino por algo más alejado.

El acento psíquico se traspasa un elemento  importante a algo que no lo es. El sueño aparece como algo extraño.

Tercera operación del sueño: trasposición de pensamientos en imágenes visuales, no es común en todos los procesos oníricos, las imágenes visuales no son la única manera en que el pensamiento se transpone en una imagen, pero son lo esencial en la formación del sueño. Presenta dificultades a la hora de entender que pensamiento representa la imagen. Figuración de un contenido abstracto, esfuerzo por encontrar el contenido concreto. Un elemento tan difícil de figurar como un adulterio se sustituye por otra fractura, por el de una pierna.

El trabajo del sueño logra expresar mucho del contenido de los pensamientos oníricos latentes: mediante propiedades formales del sueño manifiesto, mediante su claridad o su oscuridad, su partición en varios fragmentos, etc.

Lo que el sueño incluye en materia de formulación de juicios, crítica, asombro, razonamiento, no son operaciones del trabajo del sueño, y sólo rara vez son exteriorizaciones de la reflexión sobre el sueño: casi siempre son fragmentos de los pensamientos oníricos latentes, que, más o menos modificados y adaptados a la trama, han pasado al sueño manifiesto. El trabajo del sueño tampoco puede componer dichos.

Las dudas e incertezas nada corresponde, por lo general, en los pensamientos oníricos latentes; provienen íntegramente de la acción de la censura onírica y equivalen a una expurgación intentada, no lograda del todo.

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