¿Cómo ayudar a nuestros hijos a conocer y gestionar sus emociones?

Gestión de emociones

¿Cómo ayudar a nuestros hijos a conocer y gestionar sus emociones?

A veces creemos que porque los niños son pequeños no pueden o no tienen la capacidad de afrontar ciertas situaciones que están fuera de su control, cuando no pueden manejar/autorregular sus emociones y comportamientos, es aquí donde intervenimos los adultos, donde nuestro rol mediador debe interponerse y brindar ese desarrollo de la educación emocional en nuestros hijos. Un factor importante a considerar es como nosotros los adultos enfrentamos/reaccionamos a estas situaciones, emociones y sentimientos, bajo esto debemos pensar que es lo que ven o interpretan los niños de nuestras conductas.

Los niños imitan comportamientos, conductas de su entorno y así van aprendiendo, debemos tener en cuenta esto y tomarlo como una oportunidad de aprendizaje. Por la situación país que se está viviendo, el encierro, el trabajar o estudiar desde casa, algunos han quedado cesantes y todo esto nos ha generado cambios, desde la organización del hogar hasta la estabilidad emocional, a muchos les abruma esta situación y no saben como llevarlo y debemos ponernos en sus zapatos piensen en como esto también les ha afectado a nuestros pequeños, al igual que nos a afectado a nosotros. Han presentado problemas desde problemas para alimentarse, para dormir, han tenido que enfrentar rabietas/pataletas de frustración y es aquí donde nos vamos a detener.

Vamos a hablar de la frustración y lo que esto genera en nuestros niños.

La frustración la vemos cuando no logramos conseguir lo que queremos, o algo nos sale mal, cuando se nos hace imposible satisfacer nuestros deseos o necesidades.

Esta se presenta de diversas maneras, la expresamos mediante rabia, tristeza, decepción.

Es un sentimiento sumamente desagradable para los adultos, imaginemos en los niños que cuentan con pocas herramientas de expresión debido a su corta edad, poco lenguaje. Los niños normalmente demuestran y expresan esta frustración mediante las pataletas, esta es si forma de manifestar que no están bien, es su forma de decir, no quiero, no me gusta, estoy triste, estoy cansad@, tengo hambre, quiero esto, etc.

Son absolutamente normales, se estima que todos los niños tuvieron o tendrán una pataleta y esto va de acuerdo a su proceso de desarrollo, van pasando por distintas etapas y enfrentando diferentes cambios.

Vamos a partir con: Cosas que no debemos hacer frente a una pataleta.

No debemos aislar, retar, gritar, golpear, castigar e ignorar, si hacemos esto le estamos dando un mensaje negativo a nuestros pequeños, lo que podemos hacer es acompañar este momento y dar contención.

¿Qué pasa cuando ignoramos las pataletas?

El mensaje que estamos dando es básicamente que no nos importa, estamos diciendo "cuando expresas tus emociones, tu familia te hace invisible". Entonces los niños comienzan a guardar sus emociones, sienten vergüenza y no pedirán ayuda cuando lo necesiten, buscarán la forma de resolver ellos solitos o solitas estas emociones y sentimientos tan complejos para su corta edad y sus escasas herramientas emocionales y en ellos va a quedar ese mensaje negativo de que fue ignorado.

No está bien ignorar a alguien cuando está triste, cuando necesita ayuda; podemos darle espacio si vemos que lo necesita o lo pide, pero no debemos ignorar esa situación o hacer como que nada pasa.

¿Qué podemos hacer frente a una pataleta?

Lo más importante es acompañar la pataleta, porque como mencioné antes nuestros pequeños/as muchas veces no tienen las herramientas suficientes para expresar sus emociones de forma respetuosa, no saben manejar estas complejas situaciones, solo tienen su cuerpo para golpear, sus llantos y sus gritos para demostrar que lo está pasando mal.

Es aquí donde debemos buscar la oportunidad de aprender juntos, dar el mensaje de "estoy aquí para ti, si me necesitas". Es importante saber que brindar ayuda, expresarles amor/cariño en ese momento no está mal, al contrario estamos conectando con nuestras hijos, les estamos diciendo que son importantes para nosotros, no pensemos en esa idea de que luego se aprovecharán de eso y harán siempre lo que quieren, etc. Para eso debemos poner límites, el que lo estemos apoyando en ese momento no quiere decir que estamos de acuerdo con lo que hace, pero es el momento de aprender de eso y enseñarles desde el respeto y el amor de que podemos expresarnos de otra forma.

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