Cómo una baja autoestima puede afectar en el desarrollo de aptitudes

Cómo una baja autoestima puede afectar en el desarrollo de aptitudes.

El autoestima es, en sí, el aprecio hacia uno mismo, el reconocer tanto nuestras fallas como nuestras virtudes de modo que nos miremos a uno mismo como un ser humano respetable. Aunque la definición de autoestima sea la misma para todos, el nivel de la misma varía dependiendo del individuo.

Lo ideal es que todos tengan un nivel de autoestima alto, pues esto nos permite solucionar problemas de una forma más eficiente. Por otro lado, tener un nivel bajo de autoestima, generalmente produce al individuo una imagen propia del mismo que limite sus capacidades y no le permite utilizar todo su potencial.

En ocasiones es difícil reconocer cuando una persona tiene problemas para desarrollarse con eficacia, puesto que un “efecto secundario” de una baja autoestima hace que el individuo tienda a ofrecer una imagen muy diferente a cómo él es en realidad. Este tipo de personas suelen tomar actitudes como ser hipersensibles a la crítica, temen a la competencia, son hipercríticos o se autorrecriminan.

En un contexto escolar, es muy común encontrar a personas con este tipo de actitud y aún más siendo estudiante. Generalmente, en la etapa de la adolescencia, es cuando se suelen presentar estos individuos con muchísima más claridad y es aún más fácil detectar quién es un candidato a tener un bajo nivel de autoestima.

Lo más probable es que dichas personas tengan un muy bajo nivel de rendimiento escolar, puesto a que se enfocan más en ideas erróneas tanto de sí mismos como de los que los rodean en lugar de centrar su atención en lo que es verdaderamente importante. También puede suceder que el sujeto se encuentre en un estado en el que no encuentre una motivación propia lo suficientemente grande como para trabajar y empeñarse a cumplir con sus responsabilidades.

Lamentablemente se suele atribuir adjetivos despectivos a estas personas, tanto por parte de padres, profesores y hasta de otros alumnos, pues se cree erróneamente que se trata de vándalos o irresponsables que no le dan la importancia​ necesaria a la escuela, cuando generalmente no siempre es así. Algunas personas requieren severamente de apoyo psicológico y emocional, aunque no lo parezca. Tanto padres como profesores deberían ser más empáticos en ese aspecto, puesto que estas jóvenes mentes son las que laborarán algún día por el bien de nuestro país, y no atender estas necesidades psicológicas podría conllevar a un terrible desempeño en un campo profesional. Problemas de confianza o el temor a hablar en público son generalmente problemas debido a una baja autoestima, y esto no es algo de lo que deba hacerse burla o algo que deba ser fácilmente ignorado.

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