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DEFINICONES DE PSICOLOGÍA SOCIAL

Karinajessenia11 de Julio de 2013

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Definición de Psicología social

Objetivos

El objetivo general es ofrecer una definición de la Psicología social capaz de enmarcar y

comprender los contenidos de los distintos capítulos del volumen.

Se intenta conseguir este objetivo por medio de varios objetivos más específicos:

• En primer lugar, se listan los contenidos fundamentales de los distintos capítulos del

volumen y se indica su inicio en el tiempo.

• A continuación, se propone una definición explícita de Psicología social, en concreto, la de

G.W. Allport.

• Para ilustrar el significado e implicaciones de esta definición, se analiza el estudio de

Mullen y cols, sobre los etnofaulismos, una línea de investigación actual de la disciplina.

• Se concede importancia especial a la forma en que la Psicología social aborda el estudio de

las relaciones entre los diversos procesos psicosociales que constituyen su objeto de estudio.

En este sentido, se analizan dos teorías, la de la Identidad Social y la de la Justificación del

Sistema, a la luz de la definición de G.W. Allport.

• El estudio de las dos teorías anteriores sirve para introducir un concepto importante: la

naturaleza de los procesos estudiados por la Psicología social, de la que surge la complejidad

de éstos y la necesidad de interconexión entre ellos. Ya se había hecho una alusión a esta

complejidad en el apartado anterior (al analizar las teorías de la Identidad Social y de la Justificación

del Sistema), pero se dedica un apartado entero a hacerlo de manera más general.

• Finalmente, se hace una breve alusión al binomio enfoque-contenidos dentro de la Psicología

social, para acabar con una consideración, igualmente breve, del papel de las diferencias

individuales dentro de la disciplina.

Los estudios de Mullen y colaboradores sobre los etnofaulismos.

El trabajo de Mullen y colaboradores sobre los etnofaulismos (Mullen, 2001; 2004; Mullen y Johnson,

1993; Mullen y Rice, 2003; Rice y Mullen, 2005) es un buen ejemplo de la tradición psicosocial

de estudio de los estereotipos y sirve, al mismo tiempo, para ilustrar la utilidad de la definición

de G. W. Allport.

Etnofaulismo es un término introducido por Roback en 1944 para designar las formas en que

los miembros de un grupo se refieren a los miembros de otros grupos (exogrupos), especialmente

cuando estos últimos son de un origen étnico diferente. Mullen y colaboradores postulan que los

etnofaulismos juegan un papel importante en las relaciones entre grupos en un caso muy concreto,

que es el que interesa a estos autores, a saber, cuando uno de esos grupos es inmigrante en un país.

De hecho, los estudios de Mullen y colaboradores se centran en las relaciones entre los inmigrantes

en los Estados Unidos de Norteamérica y la población de este país. Parten, en su estudio, de una

serie de hallazgos de la investigación realizada en este ámbito:

• Los etnofaulismos permiten saber qué piensan y cómo piensan, los miembros de una determinada

sociedad de acogida de los grupos étnicos de inmigrantes que acoge. Son, por tanto,

representaciones cognitivas.

• Etnofaulismo se asocia a distancia social en un sentido muy concreto: cuanto menor sea la

complejidad de un etnofaulismo, mayor será la distancia social que se intenta mantener con

respecto a los miembros del grupo al que se aplica. Esto se traduce en una menor disposición a

aceptarlos como vecinos, compañeros de trabajo, amigos o parte de la familia e, incluso, a que

el propio país los acoja como inmigrantes.

• Los etnofaulismos se utilizan para marcar fronteras y para excluir a los miembros de los grupos

a los que se aplican. Así lo señalan varios autores, entre otros Graumann (1998) y Khleif (1979),

y lo demuestran varias investigaciones (véase, a modo de ejemplo, la de Schneider, Hitlan y

Radhakrishanan, 2000).

• Prácticamente todos los grupos conocidos han recurrido al uso de etnofaulismos, por lo que

éstos se pueden considerar como un fenómeno universal (Palmore, 1962).

Complejidad y valencia de los etnofaulismos

Los dos aspectos centrales de los etnofaulismos son su complejidad y su valencia. La complejidad

se calcula sobre la base de los seis tipos, exhaustivos y mutuamente excluyentes, de etnofaulismos

que se han identificado:

• Rasgos físicos.

• Rasgos de personalidad.

• Nombres personales.

• Hábitos de alimentación.

• Nombres de grupo.

• Misceláneo.

Cuantos menos tipos comprenda un etnofaulismo, menor será su complejidad.

Por lo que respecta a la valencia, se tiende a pensar que es siempre negativa, dado que la mayoría

de los etnofaulismos expresan algún estereotipo desfavorable. Lo cierto es que no todas las representaciones

cognitivas de los grupos inmigrantes son igualmente negativas, por lo que la valencia

es una importante variable a tener en cuenta.

Antecedentes

Las investigaciones realizadas por Mullen y colaboradores han encontrado que tres características

fundamentales de los grupos étnicos de inmigrantes parecen influir en el grado de complejidad y

negatividad de los etnofaulismos que se les aplican: su pequeño tamaño, su escasa familiaridad y su

carácter de extranjero. Los grupos más pequeños tienden a representarse cognitivamente con menor

complejidad y mayor negatividad en los etnofaulismos, y lo mismo sucede con los que resultan

menos familiares para la sociedad de acogida y a los que considera extranjeros en mayor grado.

(Conviene tener en cuenta que en la investigación de estos autores las comparaciones se refieren

siempre a grupos de inmigrantes de diferente origen étnico; se excluyen explícitamente comparaciones

con grupos minoritarios de nacionalidad estadounidense, como podrían ser los afroamericanos

o los nativos americanos).

Resumen de este apartado

Los resultados de la investigación de Mullen y colaboradores se pueden formular en los términos de la

definición de G. W. Allport. En efecto, son resultados que ponen de manifiesto que la presencia de otras

personas (en este caso, grupos étnicos de inmigrantes), representada simbólicamente en los etnofaulismos,

influye en la conducta (exclusión) de las personas (en este caso, miembros de la sociedad de acogida).

1.3 La complejidad de la Psicología social

La influencia de los estereotipos sobre las conductas de exclusión, tal como se analiza en los

trabajos de Mullen y colaboradores, pone de manifiesto la actuación conjunta de varios procesos

de distinta naturaleza que se entrecruzan entre sí. Algunos de ellos son individuales,

tienen que ver con cogniciones (por ejemplo, la complejidad de los etnofaulismos) y con emociones

(por ejemplo, su valencia), pero otros son estructurales; es decir, reflejan dimensiones

permanentes y globales de la sociedad. Es lo que ocurre con los antecedentes de la complejidad

de los estereotipos.

Valga como ejemplo de estos procesos estructurales el grado en que la sociedad de acogida

considera extranjeros a los miembros de un grupo étnico de inmigrantes. Al ser los Estados

Unidos de Norteamérica un país con predominancia de lo anglosajón, a un inmigrante inglés,

por ser también anglosajón, se le aplicarán etnofaulismos muy distintos a los que se aplican,

pongamos por caso, a un inmigrante griego. Es decir, un inmigrante inglés es considerado, por

así decir, menos “extranjero” que un griego y, por lo tanto, en comparación con un inmigrante

griego, al inglés se le aplican etnofaulismos más complejos y más positivos. La clave está en el

carácter compartido entre estadounidenses e ingleses de un aspecto estructural: su pertenencia

al mundo anglosajón.

Si se consideran ahora las conductas de exclusión (las consecuencias de los etnofaulismos),

se apreciará que también ellas ponen en marcha procesos de carácter estructural. En efecto, ser

acogido como inmigrante en un país trae consigo una serie de implicaciones que no afectan

sólo a cogniciones, emociones y conductas individuales, sino a regulaciones institucionales,

como nuevas leyes que cumplir y nuevas normas en el trato con los demás en diversos ámbitos,

desde el laboral al familiar, sin olvidar el religioso, el tiempo de ocio y el lugar donde vivir,

entre otros. Todo ello se intensifica con el proceso de “naturalización”, que hace que la persona

pase a ser ciudadano del país de acogida con un conjunto explícito de derechos y obligaciones

diferentes a las de su país de origen.

En resumen, la investigación de Mullen y colaboradores es una prueba de que los procesos

implicados en la influencia de los estereotipos sobre las conductas de exclusión son muy

variados y de distinta naturaleza. Esto es también característico de los procesos que estudia la

Psicología social y se aprecia en un análisis detenido del contenido del Cuadro 1.1. El resto del

presente apartado examina este asunto con mayor detalle, a través de un análisis de dos de las

teorías de mayor influencia en la Psicología social:

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