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Datos Historicos Sobre El Cerebro Humano


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2011  •  1.773 Palabras (8 Páginas)  •  1.023 Visitas

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Datos históricos

Los egipcios no dieron importancia alguna al cerebro. Tampoco los asirios que consideraban que el asiento de la humanidad era el hígado.

En la antigua Grecia, Alcmeón de Crotona reconoció en el S. V a.C. que la base de la actividad intelectual estaba en el cerebro. Esta afirmación no fue tenida en cuenta durante mucho tiempo. Aristóteles afirmaba que era en el corazón el centro de la experiencia y la conducta.

Tuvo que pasar mucho tiempo para que definitivamente fuera reconocido el papel del cerebro en la percepción, acción, etc.

Errores conceptuales

Durante mucho tiempo, y aún ahora, han pretendido explicar por analogías el funcionamiento de los sistemas humanos y animales con el de los nuevos avances en otros campos: física, ingeniería, etc. Cualquier nuevo avance tecnológico se utilizaba como modelo de funcionamiento biológico.

Así ocurría en el S. XVII, época en la que todas las innovaciones constituían un “juguete” para la realeza. Entre los inventos que tenía el rey francés Luis XIV, estaban los autómatas. Consistían en figuras cuyos miembros se movían por energía hidráulica. Una de las primeras teorías sobre el sistema nervioso se basó en su funcionamiento:

El filósofo francés René Descartes comparó el movimiento animal al de los autómatas. Para él, el sistema nervioso estaba conectado a la mente para así controlar el cuerpo. Los nervios eran tubos huecos y los músculos unas vejigas vacías. Existía un “fluido”, el espíritu animal, que se almacenaba en las cámaras huecas del cerebro (ventrículos), que recorría los nervios y llenaba los músculos, haciéndolos aumentar de volumen y produciendo el movimiento.

Sostenía que los movimientos de los animales eran condicionados por acontecimientos externos que activaban sus sentidos y hacían fluir los espíritus animales. No se atrevió a extrapolar estas hipótesis al campo humano salvo en raros casos. Uno de estos raros casos fue: cuando ponemos un pie sobre el fuego, esa sensación llega al cerebro y refleja el espíritu animal que contrae el músculo y aparta dicho pie. Son lo que ahora se conoce como reflejos.

Y es que, en el pensamiento occidental, el hombre fue considerado mucho tiempo como cualitativamente diferente a los animales. Sólo él tiene alma racional, que es lo que lo diferencia. Mente y cuerpo son cosas separadas, pero se mantienen en conexión mediante laglándula pineal. Ésta, según Descartes, es controlada por el alma racional y se mueve como una “compuerta” dando paso al espíritu hacia el músculo que debe dirigirse.

Aunque esta concepción parece tan errónea, tiene algún punto acertado: el reconocimiento de que los animales nacen equipados con reflejos. Pero la mayoría eran fallos:

• Los músculos no aumentan de volumen al moverse.

• Pueden seguir moviéndose separados del cerebro.

• Tubos inyectados en los músculos no recogían ningún “fluido”.

A finales del S. XVII comenzó a rechazarse.

Pero esa creencia en que el hombre era cualitativamente diferente viene de antiguo. Heráclito ya establecía la diferencia. Descartes se limitó a intensificar esta concepción.

Desarrollo

La llegada de la Teoría de la Evolución de Darwin en el S. XIX se oponía a la tradición. El hombre, según él, era simplemente un animal más. La diferencia era sólo cuantitativa, y no cualitativa. En cuanto al sistema nervioso, los espíritus animales fueron sustituidos en aquella época por un “nuevo concepto mágico”: la electricidad.

En el S. XVIII, el de “las luces”, comienza a conocerse la electricidad. Esta “sustancia mágica” empezó a considerarse como posible energía activadora del cerebro. Pero los primeros investigadores tuvieron muchos problemas a la hora de producirla, almacenarla, medirla...

Galvani observó que la pata de una rana se contraía si se le administraba una descarga eléctrica. A una barra de hierro unió dos trozos de latón y entre estos colocó una pata de rana. Se formaba un circuito eléctrico y la pata se contraía. Concluyó que los movimientos de la pata se producen por electricidad (animal) que debía estar relacionada con el sistema nervioso. Galvani pensaba que era la pata la que producía la electricidad.

Volta demostró que la electricidad no salía del propio tejido nervioso, sino de una fuente externa: el contacto entre los dos metales. Es decir, cuando dos metales diferentes hacen contacto por medio de una solución salina (en este caso la pata) se produce una corriente eléctrica. Sin embargo Galvani había acertado en algo: la energía nerviosa es de naturaleza eléctrica.

Alrededor de 1840, en Pissa, Matteucci realizó numerosas medidas con el galvanómetro en animales (artefacto capaz de medir el paso de corriente y su intensidad). Vio que fluía corriente del exterior al interior del músculo. Esta corriente se conoce como corriente de lesión. Pocos años después, esto fue confirmado por los experimentos de Dubois-Reymond. Efectivamente existía unadiferencia de potencial entre la parte externa y la interna de la superficie de las células, y una corriente desde el exterior al interior. Se denominó a esta diferencia de potencial potencial de acción o impulso nervioso (se produce un cambio de potencial entre el exterior y el interior).

Un impulso nervioso dura milésimas. Von Helmholtz fue uno de los primeros en calcular su velocidad que hasta entonces se suponía semejante a la de la luz. Demostró que eran mucho más lentos: tenían una velocidad de unos 50 m/s.

Todos estos hallazgos fueron fundamentales para que la ciencia que estudia cómo funciona el cuerpo se fuera separando de las explicaciones más espiritualistas de la filosofía. Se plantearon las cuestiones fundamentales sobre cómo funciona el sistema nervioso.

Localización de la función

Si la información se transmite por impulsos nerviosos,

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