Definición De Conducta

Conducta

La conducta es la agrupación de acciones mediante las que un organismo reacciona ante los estímulos que le provee su contexto.

El término “conducta” ha sido empleado en diversos campos de la ciencia pasando por la química, la biología y psicología; en todos los casos se define a grandes rasgos como el conjunto de fenómenos observables o medibles que manifieste un organismo. A la hora de definir el término en psicología, han existido conflictos pues aunque podría decirse que el objeto de estudio de cada rama de la psicología es la conducta, esta se entiende de diferente manera en cada caso, debido a que algunos términos clave en su conceptualización son entendidos de variadas maneras dependiendo del enfoque desde el que se intente definir.

Para Watson (1913) la conducta se define como el conjunto de manifestaciones externas que pueden ser registradas, observadas o verificadas, exponiendo su posición materialista de la psicología y su objeto de estudio. Mientras Watson puntualiza el hecho de que la conducta es observable y su estudio debe limitarse también solo a ese aspecto objetivo. A su vez, Lagache define la conducta como la totalidad de reacciones del organismo entre las que puede reconocer la conducta exterior (la manifiesta), la experiencia consciente (accesible a ella a través de la narración en la que está implícita la subjetividad), las modificaciones somáticas objetivas (estudiadas desde la fisiología) y el producto de la conducta (entendido como escritos, test, pinturas…). A partir de ambas definiciones que si bien poseen familiaridad, son relativamente opuestas se puede reafirmar el conflicto existente en la definición de “conducta”, incluso siendo estos tan solo dos de los innumerables ejemplos.

Desde mi punto de vista, la conducta es el conjunto de acciones que se manifiestan como consecuencia de un estímulo externo, entendiéndose “estímulo” como cualquier agente externo que influya sensitivamente en el organismo en cuestión. Las acciones llamadas “conducta” deben ser ejecutadas necesariamente como respuesta a algo, pero deben ser acciones voluntarias sobre las cuales el organismo tiene algún control y no se presentan como una reacción nerviosa involuntaria como, por ejemplo, el bombeo de sangre como respuesta a los latidos del corazón.

Es importante destacar que desde mi posición en lo que respecta a la conducta, considero que ceñirse a los hechos no es solamente estudiar lo observable y de alguna manera tangible, sino también a la respuesta “mental” que el organismo genera como parte de su conducta considerando fenómenos emocionales y procesos de pensamiento. Limitarse a la ‘conducta externa’, reduce el campo de estudio y la ciencia psicológica.

No debe confundirse la conducta con el comportamiento, pues

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