Desarrollo De Los Niños De Siete años

La niñez mediana es una etapa de muchos cambios en la vida de un niño. A esta edad, los niños ya pueden vestirse por sí solos, atrapar una pelota más fácilmente con las manos y amarrarse los zapatos.

Ahora es más importante para ellos ser un poco más independientes de la familia. Eventos como comenzar a ir a la escuela hacen que los niños a esta edad entren en contacto permanente con un mundo más grande. Las amistades se vuelven más importantes.

En este periodo se adquieren rápidamente destrezas físicas, sociales y mentales, es fundamental que en este periodo el niño aprenda a desenvolverse en todas las áreas de la vida, como en las relaciones con los amigos, el trabajo en la escuela y el deporte.

Es una edad de asimilación, una época en que sedimenta la experiencia acumulada y se relacionan las experiencias nuevas con las antiguas.

Los siete años son una edad agradable, a condición de que se respeten los sentimientos del niño, sus sentimientos necesitan una nueva y sutil consideración ya que es propenso a sumirse en estados contemplativos en los que ordena sus impresiones subjetivas.

A esa edad hay un proceso de crecimiento, mediante el o ella se adaptan a su vida interno así también en su comportamiento externo.

La actividad mental a esa edad es mucho más intensa y activa, no es aislacionista él ya tiene una conciencia de sí mismo y también de los demás. En esta edad también suelen ansiar tener un hermanito o hermanita.

Cuando siete empieza a socializar en la escuela suele tomarle mucho cariño a su maestra/o le gusta hablarle, tocarla establece una relación personal. En amistades con sus pares, la niña de 7 años tiende a ser exclusiva: prefiere juntarse con niñas y no niños. Tampoco está dispuesta a compartir su amistad con un grupo de niñas, ni que su “mejor amiga” se junte con nadie más. En esta edad las niñas son poco flexibles para enfrentar desengaños amistosos (cuando la amiga quiere jugar con otros)

Los niños de 7 años necesita un tiempo para ellos mismos, y frecuentemente disfruta de leer o jugar a solas. Estos ratos de soledad son importantes para el desarrollo de la identidad.

El equilibrio entre el bullicio del grupo y la tranquilidad de estar sola es esencial para que tu hija logre enfrentar los retos sociales y aprenda a disfrutar de la compañía de otros.

Tienen mucha curiosidad sobre el mundo exterior, y pueden plantear preguntas muy interesantes. (¿Por qué la nieve es blanca? O ¿de dónde vienen los bebés? por ejemplo).

Es un excelente momento de invertir en libros atractivos sobre temas científicas, o de aprovechar exposiciones interactivas en los museos. En esta edad hay que Motivar a los hijos a buscar sus propias respuestas a las preguntas; no le acostumbres a esperar tu contestación a todas sus dudas.

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