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Disfunciónes Sexuales

Dianapinky23 de Enero de 2014

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I DISFUNCIONES SEXUALES

DISFUNCIONES SEXUALES FEMENINAS MÁS FRECUENTES

Es recomendable que cuando las personas sufren algún problema de esta índole, no se sientan avergonzadas y acudan a la consulta de sexología. La solución es más fácil y rápida cuando el problema es reciente. La terapia que se lleva a cabo se realiza generalmente a nivel de pareja. Es necesario e imprescindible el seguimiento por parte de un sexoterapeuta para lograr el éxito del tratamiento. La mayor parte de las disfunciones sexuales femeninas tienen tratamiento, con una eficacia del 95%. (Siempre y cuando no se trate de un trastorno orgánico o genético.) En algunos casos se sugiere la atención interdisciplinaria.

a. ANORGASMIA

La anorgasmia es la inhibición recurrente y persistente del orgasmo, manifestada por su ausencia tras una fase de excitación normal y producida a través de una estimulación que pueda considerarse adecuada en intensidad, duración y tipo.

Tipos de anorgasmia:

• Anorgasmia primaria. La sufre aquella mujer que nunca ha obtenido el orgasmo ni a través del coito ni por masturbación.

• Anorgasmia secundaria. La sufre aquella mujer que, tras una época de haber tenido orgasmos con normalidad, deja de experimentarlos de forma sistemática.

• Anorgasmia absoluta. cuando no es capaz de alcanzar el orgasmo mediante ningún procedimiento (heteromasturbación, autoestimulación...)

• Anorgasmia relativa. cuando obtiene el orgasmo de una forma determinada, por ejemplo, anorgasmia coital.

• Anorgasmia situacional. cuando puede alcanzar el orgasmo sólo en determinadas circunstancias específicas.

Causas

La fisiología del orgasmo es bastante compleja, actúan una serie de contracciones reflejas de ciertos músculos genitales localizados en la vagina. Cualquier enfermedad o traumatismo en dicha zona al igual que la ingesta de algunas drogas, e incluso algún fármaco en concreto pueden producir efectos orgánicos y/o psicológicos que inhiban el orgasmo.

Orgánicas: sólo representan un 5% de las causas. Enfermedades endocrinológicas (diabetes, etc), neurológicas, ginecológicas, etc.

Psicológicas: son las más frecuentes; las principales razones son: condiciones negativas culturales, experiencias sexuales traumáticas, factores interpersonales, falta de información sexual, monotonía en las relaciones, falta de concentración, angustia, etc. El orgasmo puede ser inhibido por la ambivalencia de la mujer respecto a su compromiso de cara a la relación de pareja, el temor a ser abandonada, temor a afirmar su independencia, sentimiento de culpabilidad sexual. En las mujeres que no tienen orgasmos es muy frecuente el miedo a perder el control sobre los sentimientos y sobre su conducta. Otras causas pueden ser motivos educacionales, sociales, falta de conocimientos sexuales y del funcionamiento del propio cuerpo, ansiedad, depresión, tensión corporal y un largo etcétera.

Tratamiento.

La anorgasmia es tratable, siempre y cuando la mujer coopere con el terapeuta. La eficacia del tratamiento es de un 95% de éxitos, cifra bastante elevada si tenemos en cuenta la frecuencia del problema. El tratamiento de la anorgasmia va encaminado en primer lugar a:

• Eliminar las actitudes negativas y prejuicios en torno a la sexualidad en general, y al orgasmo en particular.

• Mejora de la relación a través de la comunicación entre la pareja.

• Programa de habilidades sexuales, que consiste en una serie de ejercicios específicos para esta disfunción.

Durante las primeras entrevistas se le da la información a la paciente, o en su caso a la pareja a cerca de la naturaleza psicológica del problema y del papel que ambos deberán adoptar en el transcurso de la terapia. Siguiendo el programa de tratamiento la mujer aprenderá a centrar su atención sobre las sensaciones previas al orgasmo y podrá desarrollar así una respuesta natural que estaba inhibida. El fin de la terapia es que la mujer pueda disfrutar de su cuerpo, obteniendo placer, en una relación con su pareja.

b. VAGINISMO

Es la imposibilidad de realizar el acto sexual, debido a la contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina. En algunos casos, las mujeres que padecen vaginismo pueden gozar de los juegos sexuales, e incluso alcanzar el orgasmo siempre que no se produzca el coito.

Causas.

La mayoría de las causas son psicológicas. La falta de información sexual o falta de comunicación, que conducen al miedo o temor; experiencias traumáticas, violación, abusos sexuales, miedo al embarazo, temor a contraer enfermedades de transmisión sexual, etc.)

c. DISPAREUNIA

También se denomina coitalgia. Son las molestias que padece la mujer durante el acto sexual, haciéndolo doloroso o dificultoso. Abarcan desde la irritación vaginal postcoital hasta un profundo dolor.

Causas.

Pueden ser de origen orgánico: agentes infecciosos, enfermedades genito-urinarias, irritaciones por el material de los anticonceptivos de barrera (preservativos, diafragma, dispositivo intrauterino -DIU-, espermicidas) y, en la tercera edad, vaginitis senil. De origen psicológico: la pérdida de interés por el compañero, que puede originar una inadecuada lubricación vaginal, o la falta de excitación en el momento de la penetración.

d. ANAFRODISIA

Se trata de una inhibición de la excitación en general. Se presenta por una falta de sentimientos eróticos, siendo para estas mujeres la relación sexual como un castigo. La situación provoca insatisfacción y depresión, formulando constantemente excusas como posibilidad para evitar una relación sexual. Las causas son fundamentalmente de origen psicológico: negación al éxito, al placer y al amor; miedo al rechazo por parte del compañero, Rechazo a la propia imagen corporal, dificultades para manifestar sus deseos sexuales, conflictos muy internalizados que provocan un rechazo contundente al placer sexual, (experiencias anteriores altamente desagradables) etc.

DISFUNCIONES SEXUALES MASCULINAS MÁS FRECUENTES

Son las alteraciones sexuales del varón que aparecen cuando los factores orgánicos o psicológicos bloquean la relación sexual satisfactoria. Se clasifican:

Trastornos de erección: Impotencia y Priapismo. Trastornos de la eyaculación: Eyaculación precoz y eyaculación retardada Trastornos del orgasmo: Anorgasmia Trastornos de la sensibilidad: Dispareunia. Trastornos de la libido: Anafrodisia

a. IMPOTENCIA O DISFUNCIÓN ERÉCTIL (DE)

El término impotencia posee una raíz latina (impotens: no poder). Es la incapacidad del hombre de obtener o mantener una erección suficiente para realizar un coito satisfactorio. La DE es una situación muy frecuente; se ha calculado que afecta en mayor o menor grado a la mitad de los hombres entre los 40 y los 70 años. Pero no es un tema que se trate abiertamente. Mitos y expectativas culturales de la sexualidad masculina han impedido a muchos hombres buscar ayuda para un trastorno que puede, en la mayoría de los casos, beneficiarse de un tratamiento médico. Aunque puede decirse con seguridad que todo hombre experimenta una disfunción eréctil de vez en cuando, la impotencia se define en términos médicos como la incapacidad para mantener una erección suficiente para el coito en al menos 25% de los intentos.

Tipos.

• Primaria: en aquel varón que la padece a lo largo de toda su vida.

• Secundaria: aparece después de una actividad sexual normal.

• Total: no presenta ningún tipo de erección.

• Parcial: que puede ser intermitente o selectiva.

Causas.

Orgánicas: son las de origen anatómico, genitourinario, endocrino, infeccioso, neurológico, vascular, por consumo de drogas, etc.; constituyen el 15%. Endocrinas (diabetes), Vasculares (arteriosclerosis), Neurológicas (lesiones cerebrales, medulares), Urológicas (lesiones congénitas del pene), Farmacológicas (drogas, alcohol, tabaco, algunos medicamentos).

Traumáticas (fractura de pelvis).

Psicológicas: son las más frecuentes y variadas, debidas a factores afectivos, de desarrollo, interpersonales, de conocimientos, ansiedad, miedo al fracaso, sentimientos de culpa, infidelidad, eyaculación precoz previa, inseguridad, etc.

Pueden aparecer combinadas.

La DE se puede producir por alteración de uno o varios de los tres mecanismos responsables de la erección: bloqueo de las arterias; incapacidad de los vasos sanguíneos dentro del pene para almacenar la sangre; o daño en los nervios del pene o del área pelviana. También pueden ser responsables de una DE otras disfunciones fisiológicas, como bajos niveles de hormona masculina (testosterona).

Así, las situaciones que más frecuentemente producen impotencia son: enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos y restringen el flujo sanguíneo hacia el pene, como la diabetes, la hipertensión (tensión arterial alta), el exceso de colesterol o las enfermedades cardíacas. Situaciones que interrumpen la conexión entre el sistema nervioso y el pene, como la cirugía de próstata o lesiones traumáticas en la zona. Muchos medicamentos (algunos de ellos empleados para tratar la hipertensión y las depresiones), que producen DE como efecto secundario no deseado. Depresión nerviosa.

Hábitos de riesgo para DE: Tabaquismo, alcohol, drogas, estrés. Un indicador de la impotencia física, en contraposición con la psicológica, es la incapacidad de experimentar o mantener una erección al despertarse por la mañana. La impotencia que persiste más de 3 meses y que no sea debida a un suceso estresante evidente, a drogas, a alcohol

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