Doble Vínculo

“El doble vínculo”.

En parte, se considera que el origen de la esquizofrenia está relacionada como resultado de la comunicación parental con el hijo, es decir, el doble vínculo, el cuál comprende un componente cognitivo que impide una discriminación adecuada de la situación y un componente afectivo, referido a la hostilidad de las personas que ejecutan el doble vínculo.

Para que se dé el doble vínculo, son necesarios cinco factores:

I) El individuo ha de estar involucrado en una relación intensa y perdurable en el tiempo con personas significativas o que se considere de vital importancia, y de los cuales le es difícil discriminar con precisión, qué clase de mensajes le son comunicados, para poder responder adecuadamente.

II) El tema del doble vínculo es recurrente en las experiencias vitales y la dinámica de este grupo de personas, convirtiéndose en una expectativa habitual.

III) El elemento de un mandato negativo primario, es decir, la alusión a un castigo como la retirada de afecto o la expresión de odio.

IV) El mandato negativo secundario, el cual es comunicado a un nivel más abstracto, generalmente de tipo no verbal, que entra en conflicto con cualquier elemento del mandato primario.

V) El mandato negativo terciario, que prohíbe al individuo escapar de la situación.

Además, la persona sometida a una situación de doble vínculo, no puede metacomunicarse sobre la incongruencia de los mensajes y por tanto, confunde dos niveles de comunicación, el literal y el metafórico, siendo incapaz de discriminar entre ambos. Una vez aprendida esta secuencia diacrónicamente, no será necesaria la presencia de los cinco componentes, para que la persona se vea sometida a definiciones conflictivas de la relación, que le conducen a una perturbación subjetiva, y la dinámica de relación, en donde la víctima, queda atrapada en ésta situación. Por lo cual, el doble vínculo hace referencia a la confusión que le acarrea a la persona que lo sufre, al tener que enfrentar la dificultad de discriminar entre dos mensajes contradictorios entre sí y la imposibilidad de comunicar acerca de tal contradicción, es decir, que los dobles vínculos no son tan sólo instrucciones contradictorias, sino verdaderas paradojas.

Es un hecho, que todos tenemos conciencia de haber vivido situaciones de

doble vínculo. Lo que quizá resulte más difícil de discriminar, sean aquellas ocasiones en las que hemos promovido tales situaciones. De alguna manera, 'intuimos' que este tipo de relación nos 'garantiza' dejar cautivo al otro con nosotros. Y debido a que son pautas que se aprenden, nos habituamos a ver en cada interacción patrones doble vinculares, por tanto, no es difícil suponer que si nos hemos

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