El Amor Verdadero

Tienes una relación estable. Sientes esa seguridad que te da ser tenido en cuenta por otro humano, tener sexo con regularidad y no pasar noches en vela llorando porque la soledad te está matando. Lo cual hace que no seas completamente desagradable. Incluso has notado que recibes algo de atención deseable, pero no quieres arruinar tu relación actual y terminar viviendo en una casa llena de gatos escuchando R.E.M. todas las noches.

El problema es que sabes que hay que prepararse para el futuro. No quieres rechazar a tus admiradores y que dejen de darte esa maravillosa adulación que alegra tu día. El suelo no se ve igual de brillante si no hay alguien arrastrándose por ti. Necesitas mantenerlo en remojo, como repuesto, en stand-by, por si acaso, caliente sin que queme, como un arroz en bajo.

Tener a la gente a la expectativa de algo que en el fondo temen que nunca se vaya a concretar es un poder magnífico. ¿Quién quiere invisibilidad o volar cuando tiene el poder de controlar a alguien que es capaz de hacer cualquier cosa por complacer sus deseos?

Como todo poder, necesitas aprender a controlar. Tienes que saber qué tanta cuerda darle sin que te arrastre. No quieres que parezca una infidelidad, o que esté demasiado interesado como para lanzarse. Necesitas que tenga miedo, que sepa que tienes el control, tiene que saber su posición como mascota, que si muerde no le vas a acariciar.

Un buen repuesto sabe que necesita portarse bien, debe sentirse inferior a tu pareja actual (así no sea cierto), tiene que esperar con ansias recibir tu atención, así que debes saber las cosas que puedes decir. Para eso es importante que te prepares, que entrenes tus poderes con las herramientas correctas.

Herramientas esenciales para mantener en suspenso al Plan B:

1. Mensajes ambiguos

Deja caer un halago de sorpresa, hazle sentirse bien, y después haz que se baje de esa nube con una comparación que no le favorezca. Este método pavloviano lo condicionará a saber que siempre puede perderte y que necesita esforzarse más.

2. Dedica apenas el tiempo necesario

No dediques demasiado tiempo al arroz en bajo. Haz que sea un hobby y no tu oficio principal. Si dedicas demasiado tiempo a mantener a tu fanaticada pueden pensar que son especiales.

3. Corta la comunicación

Castiga de vez en cuando, sin razón, sólo para minar su confianza. Regresa cuando creas que ya le has hecho sufrir lo suficiente y esté contemplando dejar de seguirte.

4. Traza los límites

Tu repuesto debe saber que

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