El Condicionamiento Clásico

El condicionamiento clásico se basa en un proceso de asociación entre dos estímulos, que permite a uno de ellos recibir, al hilo de las situaciones repetitivas, la capacidad de provocar la respuesta que el otro sólo se limitaba a engendrar; en otras palabras, relaciona un estímulo con otro que ya produce una determinada respuesta.

El ejemplo de la hipnosis en La maldición del escorpión de jade.

La hipnosis a la que se induce a los protagonistas utiliza en cierto modo el condicionamiento clásico.

Podemos distinguir tres elementos que definen el condicionamiento clásico:

a. Estímulo incondicionado, que no requiere aprendizaje.

b. Respuesta condicionada, no requiere aprendizaje.

c. Estímulo condicionado, requiere aprendizaje a través del condicionamiento. Un estímulo no natural.

En este caso, el mago anuncia los Estímulos Condicionados a los sujetos: las palabras Madagascar y Constantinopla, que cada uno de los hipnotizados tomará como propia, y que el mago repetirá con frecuencia.

Después se introduce el Estímulo Incondicionado: la sesión de hipnosis, que induce en los hipnotizados una respuesta condicionada: actúan según los deseos del mago.

La consecuencia del condicionamiento clásico es que el EI, las palabras Madagascar y Constantinopla (que usadas en una conversación usual hacen referencia a lugares) aquí se convierten en sinónimo de hipnosis. Así, cada vez que los hipnotizados, en un estado normal, oigan la palabra con la que han sido condicionados (si oyen la asignada al otro no ocurre nada) caerán en un estado de hipnosis.

Para garantizar una atribución causal, deben reunirse las siguientes condiciones:

1. El estímulo no condicionado se presenta antes que el estímulo condicionado.

2. Las asociaciones deben ser repetidas frecuentemente.

3. Los dos estímulos deben estar en relación uno con el otro.

4. El estímulo no condicionado debe, si es posible, ser psicológica o simbólicamente muy visible, de forma que se reduzca toda ambigüedad de interpretación.

Estas condiciones se cumplen en el caso de La maldición del escorpión de jade.

EL CONDICIONAMIENTO OPERANTE

Se aplica a las respuestas voluntarias, que son realizadas deliberadamente por un organismo con el fin de producir un resultado deseable. El término operante destaca este punto: el organismo opera en su entorno para producir algún resultado deseable. Por ejemplo: el condicionamiento operante esta funcionando cuando aprendemos que trabajar con esmero puede generar un aumento salarial, o que estudiar con ahínco traer consigo buenas calificaciones (situaciones comunes en películas como Descubriendo a Forrester, Billy Elliott, Emperor´s Club, Memorias de una geisha, etc.).

El condicionamiento operante se basa en el siguiente principio: cualquier conducta que en una situación produce un resultado satisfactorio, se hará más probable en el futuro en situaciones similares (Ley del efecto de Thorndike). Por tanto el condicionamiento instrumental se basa en el aprendizaje de que una conducta produce un resultado positivo o negativo y según sea esa consecuencia el sujeto repetirá la acción o la inhibirá. Los refuerzos o estímulos a los que se somete al sujeto pueden ser, consecuentemente, positivos o negativos. Los primeros son los premios y los segundos los castigos.

Un ejemplo de castigo es lo que se imponen al protagonista de La naranja mecánica (película en que muestra un claro ejemplo de condicionamiento clásico). El estímulo al que es sometido consiste en interminables vídeos de violencia. Como el protagonista disfruta viéndolos se le castiga obligándole a visionarlos sin poder siquiera

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