El Metodo Descartes

DISCURSO DEL METODO

RENE DESCARTES

PRIMERA PARTE.

En la primera parte de su libro, Descartes nos hace ver como el conocimiento y la verdad está muy lejos para muchas personas, incluso los grandes doctos y nos invita a que utilicemos la razón y el buen sentido, que para él es igual entre todos los hombres, pero la diversidad en las opiniones es porque cada persona conduce sus pensamientos por caminos diferentes. No es suficiente poseer un buen ingenio, sino que lo principal es aplicarlo correctamente.

Descartes pone en duda todos los conocimientos que adquirió mediante las ciencias que se enseñan en las escuelas y tiene claro que el conocimiento no se adquiere solo nutriéndose de las letras, sino únicamente por medio del análisis y la razón. Realiza una crítica a las ciencias y la filosofía escolástica de su tiempo, ya que según él, las ciencias debían tener algo de falsas por estar construidas sobre algo tan inestable e inverosímil como lo es la filosofía. Para él la ciencia más exacta son las matemáticas ya que estas tenían unos fundamentos muy sólido y firme.

Él nos muestra un método para dirigir bien la razón y encontrar la verdad en las ciencias. Es mejor buscar el conocimiento de una forma lenta, sin precipitaciones, para así estar seguros de no omitir nada. También se debe avanzar desde lo más básico a lo más complejo, ya que así las verdades que descubras estarán construidas sobre roca y no sobre arena. Pero lo más importante es dudar absolutamente de todo, ya que los seres humanos estamos dados a equivocarnos y a no reconocer la verdad ante nuestros ojos. Como no confía mucho en las ciencias, decide buscar la verdad en la experiencia y dedicar gran parte de su juventud a viajar

SEGUNDA PARTE.

En esta parte Descartes nos enuncia las principales reglas del método que utilizo. Primero se deben eliminar todas las opiniones que había recibido en su creencia para buscar otras mejores, o las mismas pero ya ajustadas al nivel de la razón. De este modo lograría conducir su vida mucho mejor que si se hubiera limitado a construir sobre viejos cimientos que se le habían inculcado a lo largo de su vida sin detenerse a examinar si eran verdaderos. Decidió reformar sus pensamientos y construir los nuevos conceptos que iba adquiriendo a partir de razonamientos que únicamente provinieran de él. Tenía muy claro que una parte fundamental de su método seria evitar precipitar sus juicios y llevar por orden sus pensamientos.

Las principales reglas del método son:

• No admitir jamás nada por verdadero que no conociera que evidentemente era tal, es decir, evitar minuciosamente la precipitación en sus juicios.

• Dividir cada una de las dificultades que examinara en tantas partes como fuera posible y necesario para resolverlas mejor.

• Conducir por orden los pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para subir poco a poco hasta el conocimiento de los más compuestos.

Descartes estaba convencido que a través de este método usaba en todo su razón, sino perfectamente, al menos lo mejor que pudiera. Descubre que este método se puede aplicar perfectamente al algebra y la aritmética y por lo tanto a las demás ciencias. Y se decide a encontrar las bases de la filosofía y así poder obtener poco a poco complejos conceptos filosóficos.

TERCERA PARTE.

Para poder vivir lo más felizmente que pudiera, Descartes decidió formar una moral provisional que consistía en cuatro máximas:

1. Obedecer las leyes y costumbres de su país, conservar constantemente la religión en la cual Dios le dio la gracia de ser instruido desde su infancia y regirse por las opiniones más moderadas y menos alejadas del exceso aceptadas comúnmente en la práctica.

2. Ser lo más firme y resuelto que el pudiera en sus acciones, esto le ayudaría a librarse de todos los arrepentimientos y remordimientos que pudiera tener. También debemos seguir las opiniones más probables como si fueran verdaderas.

3. Tratar siempre de vencerse antes a si mismo que a la fortuna y modificar antes los deseos que el orden del mundo. Esto se hace acostumbrándose a creer que nada hay que dependa enteramente de nosotros, salvo nuestros pensamientos.

4. Decidió hacer una revisión de las diversas ocupaciones de los hombres para escoger la mejor. Pero pensó que la mejor forma de emplear toda su vida era en cultivar su razón, ya que con esto adquirió una serie de virtudes y de satisfacciones.

Decidió seguir viajando para ser un espectador del mundo y hablar con los hombres utilizando el método que se había propuesto. Pero después se fue a Alemania para alejarse de todo y dedicarse a la reflexión.

CUARTA PARTE.

En la cuarta parte retoma la labor filosófica del Discurso y pasa a intentar descubrir un principio filosófico verdadero a partir del cual pueda desarrollar el resto de su filosofía. Se propone rechazar como verdadero todo aquello en lo que pudiera albergar la menor duda, y así llega a la idea que más lo caracteriza, “yo pienso, luego, yo soy” la idea de la cual le es imposible dudar. Este razonamiento lo dedujo ya que antes de que él se hubiera puesto en la tarea de desarrollar su razón, no tenia motivo alguno para creer que el haya existido. Él era una sustancia cuya total existencia y naturaleza no es sino pensar y para existir se requiere únicamente del pensamiento. También estableció que el alma es distinta del cuerpo y aunque el cuerpo no este, el alma no dejaría de ser lo que es.

A partir de este principio demuestra la existencia de Dios, que para él es una verdad que no se puede negar. Las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas, pero que hay alguna dificultad para observar bien cuáles son las que concebimos distintamente. Para Hablar de Dios hace uso de la teoría de la perfección. Ya que si los seres humanos tenemos conciencia de nuestra naturaleza imperfecta, es porque hay un ser superior y perfecto. Y todo lo perfecto que hay en las cosas y en los seres proviene de Dios, mientras que lo imperfecto proviene de la nada. La razón nos dice que todas nuestras ideas o nociones tienen algo de verdad, ya que un ser perfecto las implanto en la mente, Dios.

Y aquellas personas que asumen que hay dificultad en conocer la existencia de Dios y en conocer su alma, es porque no elevan su espíritu más allá de las cosas sensibles y lo que no es imaginable les parece inteligible. Pero nuestros sentidos nos engañan y ni ellos ni la imaginación podrían garantizarnos nada si nuestro entendimiento no interviniera. Como nos es imposible distinguir la vigilia del sueño, podemos tomar algo como cierto cuando no los es. De este modo, ni dormidos ni despiertos nos debemos dejar convencer nunca sino por la evidencia de la razón.

QUINTA PARTE.

En este capítulo explica brevemente el contenido del mundo. Aborda la explicación de la formación del mundo organizándolo todo en torno al problema de la luz: el sol la produce, los cielos la transmiten, la tierra y los planetas la reflejan, y el hombre es su espectador. Para el Dios creo el mundo tal como debe ser y la acción mediante la cual él lo conserva es exactamente la misma mediante la cual lo creo. Las leyes de la naturaleza son perfectas, por lo tanto fueron creadas por un ser perfecto.

Dios formo el cuerpo de un hombre enteramente semejante a uno de los nuestros, en la conformación de los órganos, pero con alma vegetativa y sensitiva. Después, el excito en su corazón un fuego sin luz que hizo despertar su razón. Establece que los animales no poseen razón alguna, y que por eso se distinguen los hombres de las bestias. El organismo de los animales es sólo una compleja máquina automática y ellos no tienen alma. También explica algunas funciones vitales de los hombres, un ejemplo de esto es como el corazón se dilata y se contrae debido al calor que emana y gracias a eso los “espíritus animales” son transportados. Sostiene que el alma es inmortal, ya que esta es independiente del cuerpo y aunque el cuerpo muera, ella no está sujeta a morir.

SEXTA PARTE.

En esta última parte el autor cuenta las razones que lo han movido a escribir este trabajo y las condiciones requeridas para el estudio de la naturaleza. Nos dice que si conocemos la naturaleza y todas las cosas que se encuentran en ella, nos podríamos convertir en una especie de dueños de la naturaleza y sacar el mejor provecho de ella y utilizarla en la medicina y en las demás ciencias. Pero también reconoce que el solo no puede conocer todo lo que se necesita para el estudio de la naturaleza y requiere de la experiencia de otras personas que lo ayuden. Siguiendo su método, descubrió que las experiencias son necesarias y que es preferible no utilizar sino las que se presentan a los sentidos y no podríamos ignorar. Después trato de hallar los principios o causas primeras de todo lo que es y sus respectivos efectos y cuando se atrevió descender a las más particulares se le presentaron una infinidad de opciones.

Al final del libro plantea las diferentes razones por las que no estaba seguro de publicar el discurso y otras cuantas por las que tomo la decisión de hacerlo. La principal es que deseaba que las personas conocieran parte de sus razonamientos y pudieran ayudarle diciéndole en que no estaban de acuerdo para así poder caer en cuenta de los posibles errores que haya cometido. También invita a que las personas no se limiten a estudiar los conocimientos de otros sino que traten de adquirirlos por cuenta propia y esto les dará una gran satisfacción.

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