ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Origen

pablocem876 de Febrero de 2014

611 Palabras (3 Páginas)225 Visitas

Página 1 de 3

Capítulo I: Variación bajo domesticación.

Cuando uno pretende leerse un libro tan inmortal como este, se espera un comienzo épico, algo que marque. Nada más lejos de la realidad. Darwin comienza su obra hablando sobre cómo los ganaderos y agricultores han ido generando nuevas razas de animales y plantas. Por supuesto que es un dato vital para su teoría, pero uno echa de menos un comienzo más estructurado, quizá una amplia introducción sobre la trasmutación de las especies. Pues no: Darwin comienza hablando de razas de paloma. Una forma de arrancar bastante tibia, por decir algo.

Capítulo II: Variación en la naturaleza.

El siguiente paso lógico de la analogía es abordar el sunto de la variación de las especies en estado natural, fundamental para explicar la selección natural. De nuevo es un capítulo necesario pero denso, que no me gusta especialmente, aunque aborda una cuestión tan interesante como la dificultad de delimitación de distintas especies. Hace menciones a su viaje a las Galápagos y, en la página 50, hay comentarios sobre el desarrollo típico del trabajo de un taxónomo con las que personalmente me sentí muy identificado.

Capítulo III: Lucha por la existencia

“A struggle for existence inevitably follows from the high rate at which all organic beings tend to increase. Every being, which during its natural lifetime produces several eggs or seeds, must suffer destruction during some period of its life, and during some season or occasional year, otherwise, on the principle of geometrical increase, its numbers would quickly become so inordinately great that no country could support the product.“.

Malthus se materializa en la obra de Darwin. Interesante, pero demasiadas vueltas a lo que hoy nos resulta obvio hace que este capítulo me siga pareciendo un tanto denso.

Capítulo IV: Selección natural

Llegamos a lo que para mí es el primero de los dos “clímax” de la obra. Es aquí cuando el lector del XIX comprende a qué vienen los tres capítulos anteriores, en los que no se entiende muy bien a dónde quiere ir a parar. De las dos realidades del mundo vivo que nos ha explicado y justificado hasta la saciedad Mr. Darwin (variabilidad de la descendencia y lucha por la existencia) surge como consecuencia lógica, difícilmente cuestionable, la selección natural. En el fondo Darwin está aquí haciendo uso de una mayéutica como la de Sócrates, o eso me recuerda a mí, de nuevo transmitiendo esa sensación de ir en todo momento con pies de plomo.

Nos encontramos aquí con algunas de las primeros usos del concepto de “mejora” en la SN. Esto me ha desconcertado bastante, ya que supuestamente el darwinismo puro y duro carece de finalidad y los organismos mejoran en tanto en cuanto se adaptan a un ambiente cambiante, pero no se trata de una mejor intrínseca y objetiva (o eso consideramos hoy en día). Ha sido curioso comprobar que, aunque de la obra de Darwin se desprende esta idea, al menos en su primera edición él no lo tenía tan claro.

Hay unas frases que me gustan mucho en las que hace mención al gradualismo de Lyell:

“I am well aware that this doctrine of natural selection, exemplified in the above imaginary instances, is open to the same objections which were at first urged against Sir Charles Lyell’s noble views on “the modern changes of the earth, as illustrative of geology; (…) Natural selection can act only by the preservation and accumulation of infinitesimally small inherited modifications, each profitable to the preserved being; and as modern geology has almost banished such views as the excavation of a great valley by a single diluvial wave, so will natural selection, if it be a true principle, banish the belief of the continued creation of new organic”.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com