Ensayo sobre el hombre en busca de sentido

El hombre en busca de sentido

Viktor Frankl experimento de primera mano la crueldad del hombre en su máxima expresión. Sufrió durante tres años confinado en cuatro campos de concentración incluyendo el más cruel del régimen nazi (Auschwitz). Su esposa e hijo murieron en campos de concentración.

En medio de todo este dolor y físico y mental con condiciones infrahumanas en todo sentido imaginable, Viktor mantuvo un deseo constante de terminar una obra científica que le había sido arrebatada al comienzo de su cautiverio. Este sentimiento de compromiso con su obra, formo un sentimiento de importancia de importancia de él como individuo único e indispensable.

De casualidad encontró el sentido de la vida, que lo llevaría a mantenerse vivo, aun sumido en la incertidumbre, de la existencia de su amada esposa y su hijo espiritual.  

Por medio de todas las vicisitudes experimentadas Viktor F. fundo la logoterapia una nueva corriente terapéutica. A esta le interesa encontrar el sentido de la vida.

No hay una respuesta correcta a la pregunta sobre el sentido de la vida, en cada caso es una motivación distinta la que lleva al individuo a ser consciente de su propósito en la vida. La logoterapia no es un enfoque que se base en la introspección o la retrospección, sino en vislumbrar el futuro del hombre.

Cuando se tiene un porque, no importa el cómo. Cuando se tiene claro el logos de la vida este lleva a la persona a enfrentar la adversidad de una forma valiente y honorable, no se deja vencer por el constante azote de la vida.

Por medio de este enfoque terapéutico el hombre se hace responsable de su vida, él no tiene control sobre los fenómenos externos, pero si completo control de su reacción frente a estos.  

Hablando del dolor, el propósito del hombre no es encontrar placer, o evitar el dolor, sino encontrarle un sentido a la vida por la cual está dispuesto a sufrir a condición de que este sufrimiento tenga un sentido.

El pandeterminismo según Viktor F. es la creencia que el hombre es simple y llanamente un producto biológico, que responde al ambiente y que es moldeado por el mismo, que sus respuestas son prácticamente instintos. Esta forma de pensar deja la vida huérfana de sentido e ignora la gran mente humana, cambiante y compleja, el hombre es capaz de cambiar el punto focal de su situación actual y modificar así mismo su comportamiento.

José M. Rodríguez

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