Ensayo sobre El hombre en busca de sentido

 “Siempre podemos seguir luchando”

Buen día, estimados jóvenes, de antemano agradezco que me hayan invitado a este espléndido evento denominado: “Buscando la excelencia: encontrarle sentido a la vida”. Hoy me acerco a ustedes con el fin de hablarles sobre dos (2) libros: “El hombre en busca de sentido”, escrito por Víctor Frankl, quien fue un neurólogo y psiquiatra austríaco, fundador de la logoterapia (forma de terapia influida por el existencialismo). Sobrevivió desde mil novecientos cuarenta y dos (1942) hasta mil novecientos cuarenta y cinco en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. Y  “El diario de Ana Frank”, escrito por Ana Frank, una joven judía, que se hizo mundialmente famosa gracias al diario que escribió, mientras se mantuvo escondida del ejército alemán en la parte trasera de un edificio en Ámsterdam, durante la Segunda Guerra Mundial. Ambas obras tienen semejanza con la situación de Venezuela, específicamente en este año 2019.

Situémonos en los tres (3) contextos, Victor Frankl, preso en los campos de concentración; Ana Frank, oculta en un pequeño anexo; y nosotros, ahogados por la situación del país, sin luz, sin agua, y con una economía que cada vez está en un peor declive. Todos somos prisioneros, de cierta forma, estamos atados de pies y manos. Sin embargo, tomando en cuenta lo anterior, podemos decir que: como seres humanos buscamos la manera de seguir viviendo, pese a la situación en que nos encontremos; nótese el hecho de que el médico psiquiatra y la joven judía, hicieron lo que estuvo a su alcance para sobrevivir, al igual que cada ciudadano venezolano que sigue luchando día tras día. ¿La situación debe decidir nuestro futuro o elegir cuando estaremos derrotados? ¿Tenemos la licencia de sentirnos vencidos por lo que acontece a nuestro alrededor? ¿Tenemos que luchar o dejar que nuestros sueños y esperanzas se acaben? ¿Debemos darnos por vencidos por lo que nos rodea?¿al cambiar la perspectiva de nuestra vida, cambiaría nuestra opinión acerca de la misma? ¿Simplemente observamos los sucesos “malos” que ocurren en nuestra cotidianidad?

Expuesto lo anterior, tenemos que Victor Frankl, en el año mil novecientos sesenta y dos (1962), dijo: “Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida.” Si cambiamos la perspectiva de nuestra vida un poco ¿qué ocurriría?, Ana Frank, en el año mil novecientos cuarenta y cuatro (1944), expresó: “No pienso en la miseria sino en la belleza que aún permanece.”, quizá le daríamos solución a muchos conflictos que tenemos a diario. Nuestra actitud es la clave en la manera en que afrontamos lo que acontece en la cotidianidad. Ella planteaba el hecho de buscar un lado positivo a la vida y además ayudar a las otras personas que posiblemente estaban pasando por un peor momento.

En relación con el punto previo, la realidad que vivieron ellos se asemeja en muchos aspectos  a lo que vivimos nosotros, pues también vieron la miseria que les rodeaba y el sufrimiento, la  humillación y el maltrato hacia sus paisanos; lo mismo que percibimos en la actualidad; como la gente se peleaba, y ahora, se pelea, por un trozo de pan, porque el hambre es insaciable, también, la cantidad increíble de personas que han muerto `por no tener un medicamento, y estar agonizando porque la enfermedad le consume, seguramente el dinero tampoco les alcazaba para suplir todos los gastos, y el estrés causado por los discursos políticos era extremo, la tensión en cada minuto que se vivía, les hacia tambalear y preguntarse si aún valía la pena.

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