Experimento De Milgram

Titulo y Autor

Stanley Milgram, psicólogo social graduado de la Universidad de Yale se mostro muy interesado por el gran impacto de aquella época que mundialmente hoy día se conoce como el ‘Holocausto’. Lo que sorprendió a Milgram, fue ver a Adolf Eichmann, teniente coronel de las SS Nazi y responsable directo del ‘Holocausto’ como una persona normal, se percato que este no mostraba características propias de un psicópata o un asesino sanguinario (García, 2011). Otra cuestión que inquieto a Milgram ocurrió cuando le preguntaron al ex teniente cómo había sido capaz de ejecutar dichas acciones, su respuesta fue clara y concisa "Estaba siguiendo órdenes" De hecho, las últimas palabras que formuló Eichmann antes de morir ahorcado fueron "Tuve que obedecer las reglas de la guerra y las de mi bandera” (Garcia, 2011). Esto llevo a Milgram a realizar un simple experimento en la Universidad de Yale, conocido como el experimento de Milgram sobre la obediencia a la autoridad, para poder explicar hasta dónde es capaz una persona normal de causarle daño a otra bajo órdenes.

Resumen

Introducción

Stanley Milgram nació el 15 de agosto de 1933 y muere el 20 de diciembre de 1984. Es considerado uno de los más importantes psicólogos del siglo XX. Condujo varios experimentos que determinaban el poder de la influencia social entre ellos el experimento de la obediencia a la autoridad que contrarrestaba las creencias morales del participante en contra de la demandas de la autoridad (Santos, 2003).

La obediencia, según Feldman (2005) es el cambio de comportamiento en respuesta a las órdenes de los demás. Lo esencial de la obediencia es que una persona llega a considerarse instrumento para realizar los deseos de otra persona y por tanto deja de creerse responsable de sus propios actos. El resultado más trascendental es que la persona se llega a considerar responsable ante la autoridad que la dirige, pero no responsable del contenido de los actos que le ordenan a realizar (Milgram, 2005). En el experimento de Milgram se buscaba observar la reacción de los individuos a normas que implican progresivamente la causación de un daño cruel simplemente porque otra persona se lo ordenara (Pérez, 2008). Su experimento causo una repercusión social, por muchos años la ética de este experimento ha sido el foco de muchos debates por el daño psicológico al cual los participantes fueron expuestos. Hoy día bajo la provisión que existe para la protección del ser humano en las investigaciones, el experimento clásico de Milgram sería imposible de realizar en su forma original (Kassin, Fein & Markus, 2008). No obstante sus hallazgos han sido sumamente importantes para la contribución al entendimiento de dicho problema social, y sigue siendo la demostración de laboratorio mas solida sobre la obediencia (Feldman, 2005).

Método

Participantes

Para llevar a cabo este experimento Milgram coloco un anuncio en la prensa local en el cual solicitaba voluntarios para un experimento que pretendía medir los efectos del castigo en la memoria y el aprendizaje (pero este era un señuelo), realmente Milgram pretendía medir la obediencia a la autoridad y captar la esencia de la actitud obediente y voluntaria (Santos, 2003). Los sujetos seleccionados para participar en el experimento fueron 40 hombres entre 20 y 50 años y entre los que habían se encontraban distintos grados de educación, desde recién salidos de la escuela primaria, a expertos doctorados (García, 2011). Según Santos (2003) para que el experimento se pudiese llevar a cabo, eran necesarias tres personas en cada ensayo experimental. El experimentador, un sujeto experimental y un cómplice del experimentador (que en todo momento el sujeto experimental piensa q es otro voluntario).

Aparato

En esta investigación Milgram utilizo un “Generador de choques eléctricos” de apariencia impresionante que se empleo para hacerle creer a los participantes que estaban administrando descargas eléctricas a otra persona, la cual estaba conectada al generador por medio de electrodos que se habían fijado en su piel (Feldman, 2005).

El tablero de dicho instrumento consistía de treinta interruptores de palanca con el voltaje marcado en cada uno de 15 a 450 voltios, en cada ensayo se aumentaban 15 voltios (García, 2011). Las descripciones de los efectos estaban marcadas de choque ligero a choque moderado, choque fuerte a choque muy fuerte, choque intenso a choque de intensidad extrema y por último choque grave (Milgram, 2005).

Materiales

Milgram explicaba a los sujetos que el procedimiento era dividir por sorteo a ambos sujetos para que desempeñase el papel de maestro o del alumno (aunque dicho sorteo estaba manipulado para que el cómplice siempre saliese elegido como alumno). El maestro se encontraría en una sala junto con el experimentador y el alumno estaría en una habitación contigua, atado en una silla y conectado a unos electrodos fijados en su piel. La realidad era que el alumno no se encontraba atado a una silla, y estaba previamente programado que diera una respuesta falsa o cierta de antemano. Según la intensidad de la descarga, el sujeto escucharía al alumno emitir una serie de gritos de dolor y de agonía, que en realidad habían sido previamente grabados (García, 2011).

Las instrucciones para el maestro eran que a través de un micrófono planteara ciertas pruebas de memoria y aprendizaje al alumno (al cual no veía). Se basaba en ensenarle al alumno una lista de palabras que debía memorizar (Feldman, 2005).

Procedimiento

Para que el experimento pudiera ser realizado, era necesario tres personas en cada ensayo, estas eran: el experimentador, sujeto experimental y un cómplice del experimentador que actuaria como otro voluntario. El experimentador debía explicar a ambos en qué consistía el experimento (pero dando información falsa). Milgram les explicaba que iba a dividir por sorteo a

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