Figuras que constituyen el ámbito de la anomalía.

Javier Cárdenas Rodríguez                                                                 16/Septiembre/2015

LOS ANORMALES

Michael Foucault

Figuras que constituyen el ámbito de la anomalía:

1. El monstruo humano. Su existencia misma y su forma violan las leyes de la sociedad y de la naturaleza. Es la forma natural de la contranaturaleza. La propiedad principal es que busca afirmarse como tal, explicar en sí mismo todas las desviaciones que derivan de él, el anormal es en el fondo un monstruo cotidiano, un monstruo trivializado. Se refiere a una historia natural esencialmente centrada en torno de la distinción absoluta e infranqueable de las especies, los géneros, los reinos, etc.

1. El individuo a corregir. Su marco de referencia es la familia misma en el ejercicio de su poder interno o la gestión de su economía o, la familia en su relación con las instituciones que lindan con ella o la apoyan. Es un fenómeno corriente y está próximo a la regla por lo que es difícil de detectar. Está en el límite de la indecidibilidad. Por ello está constantemente sometido a intentos de domesticación pues aun su cercanía con la normalidad crean un juego contante entre la incorregibilidad y la corregibilidad. Se refiere a un tipo de saber que nace de las técnicas pedagógicas de las técnicas de educación colectiva, de formación de aptitudes.

1. El masturbador. Su campo de aparición es la familia. Toda una especie de microcélula alrededor del individuo y su cuerpo. La masturbación es el secreto universal compartido por todos. En el siglo XVIII los médicos fundamentan la patología generalmente bajo la etiología sexual. Referido a una biología naciente de la sexualidad y de su regularidad científica.

Estas tres figuras se comunican entre sí, son personajes que empiezan a intercalar algunos de sus rasgos y cuyos perfiles comienzan a superponerse a partir de la mitad del siglo XVIII.

En 1820-1830 es el monstruo la figura que domina ya que es un problema que interroga al sistema médico y al judicial, luego a finales del siglo XIX el masturbador se convierte en la figura más estudiada debido a la universalidad de la deviación sexual y es dicha figura la que englobará lo esencial de los problemas que giran en torno a la anomalía.

Monstruo.

Es la mezcla entre dos especies del reino animal y del humano. La infracción jurídica a la ley natural. Solo hay monstruosidad donde el desorden de la ley natural toca, trastorna, inquieta el derecho, civil, canónico o religioso. Marca una relación sexual entre un hombre o mujer y un animal. En la Edad Media resalta la figura de los siameses, en la Edad Clásica los hermafroditas, a principios del siglo XIX comienza a elaborarse la noción de monstruosidad en la que no hay mezcla de sexos, sino que la monstruosidad es simplemente una irregularidad, una ligera desviación que ya no es meramente jurídico natural sino jurídico moral basado en el comportamiento mismo y no en el defecto biológico, naciendo de este modo el concepto de criminalidad monstruosa, este concepto aparece bruscamente a finales del siglo XVIII y principio del siglo XIX, teniendo a Sade como su principal promotor en la literatura  

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