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Fisch, La Capacidad De Maniobrar


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2013  •  866 Palabras (4 Páginas)  •  617 Visitas

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Fisch “La táctica del cambio” capitulo 2

La capacidad de maniobrar del terapeuta

Los pacientes por lo general se resisten a cumplir con ciertas tareas propuestas por el analista, y lo obstaculizan ese esfuerzo terapéutico debido a su angustia o temor de que el problema empeore. Cuando el terapeuta sabe que se debe hacer con la terapia y tiene la libertad de guiar a la persona por el camino que él considere más adecuado, se hablará de que tiene una capacidad de maniobrar, en la que se opera a pesar de los obstáculos. Por lo tanto casi todas las terapias apelan a tácticas que conceden al terapeuta el adecuado control del curso del tratamiento. La dirección del tratamiento es una responsabilidad intrínseca del terapeuta y si este deserta, provoca un daño al paciente.

Para lograr la máxima capacidad de maniobra es necesario que la capacidad de maniobra del paciente sea ausente (en la situación analítica, del paciente en un diván, este no podrá observar a su analista, por lo tanto no puede maniobrar), el terapeuta debe conservar sus opciones limitando las del paciente. Ocurre una posterior resistencia por parte del paciente de manera defensiva, que el terapeuta debe saber manejar.

Oportunidad y Ritmo

Se trata de la capacidad del analista de maniobrar el rumbo de la terapia antes de que se presente una resistencia obvia y sencilla, o incluso cuando el paciente se oponga significativamente. La idea es cambiar el rumbo al primer indicio de que la estrategia no funciona, en vez de apegarse a ella. El terapeuta ha de ajustar la oportunidad y el ritmo de sus comentarios a las respuestas q manifieste el paciente. Si de modo prematuro se toma una postura definida, puede reducirse la propia capacidad de maniobrar, en caso que no se ajusten a las expectativas del paciente. Lo que se busca en este caso es no tomar decisiones hasta que se comprueben las opiniones del paciente y a ir dando, a lo largo del tratamiento, pequeños pasos al tiempo que se evalúa el modo en que el paciente admite cada paso.

El tiempo necesario

La capacidad de maniobrar del terapeuta depende también de que no se le presione, y a pesar del apuro que tiene el paciente para que actúe y tome decisiones apuradas respecto del tratamiento, debe tener tiempo para pensar y planificar. Si se evita esto, se reduce el tiempo del tratamiento que es coherente con el mismo, una terapia breve. Esta postura ayuda a que el paciente se responsabilice en comunicar con más claridad y de llevar a cabo la tarea que le corresponde. Por lo tanto, del mismo modo que se estimula al paciente a tomarse el tiempo necesario para solucionar sus problemas, el terapeuta debe utilizar juiciosamente en su favor el tiempo cuando se dispone a efectuar las tareas propias del tratamiento.

El

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