Fábula Original

Era un día muy soleado en primavera; donde Nina, una pequeña cachorrita alegre y juguetona pero algo inocente. De mucho pelaje color dorado, suave y de apenas 2 meses de edad, salió con su familia a un día de campo en la pradera.

Nina estaba muy emocionada porque era la primera vez que iba a las afueras de la ciudad.

- Mami, mami, ya vamos a llegar? – (dijo nina)

- Espera hija, ya casi – (Dijo fastidiada)

Minutos después llegaron a su destino, una hermosa pradera llena de flores y vegetación, pero fuera de ella se veía un gigante bosque alrededor.

Nina salió corriendo y se tropezó, pero le restó importancia y siguió corriendo.

- Nina! Cuidado no vayas a lastimarte!

- No mamá (dijo juguetona)

Entonces, mientras sus padres acomodaban el picnic, Nina vio una hermosa y colorida mariposa posarse en el tallo de una flor, y como cualquier cachorro curioso salió en busca de ella, la persiguió por unos minutos, después la perdió de vista y cuando se dio cuenta estaba en el lugar desconocido (sonido de bosque).

- Dónde estoy? (asustada) (pensó Nina / narrador)

- ¿Mamá? ¿alguien? ¿ayuda?

Siguió adentrándose al bosque, pensando encontrar el camino de regreso y de repente se escucharon unos ruidos extraños (ruidos de plantas moviéndose)

- Hay alguien ahí? (sonido de p.m.)

- ¿Quién eres? (voz osca y mormada)

- Me llamo Nina, ¿en donde estoy? (pregunta extrañada) ¿Quién eres tu?

- Me llamo Pepe y soy un castor ¿y tu que haces aquí pequeña cachorrita?

- Estaba jugando en la pradera y cuando me di cuenta estaba aquí (dudosamente)

- Mmmmm pues buena suerte volviendo a casa (se aleja)

- Espera! No te vayas! (gritó)

- ¡¿Qué?! (gruñón)

- Pero… no se cómo volver a casa (triste)

- Ashh esta bien, está bien, veremos que hacemos.

- Gracias Pepe!

- Llamame Sr. Pepe

- Esta bien

Avanzaron varios metros y se encontraron con un obstáculo, un gran rio, con una fuerte corriente (ruidos del rio)

- Oh no! ¿Cómo regresaré a casa? (se preguntó, llorando)

- Calma Nina

El castor se percató de que había un árbol gigante junto al rio y no había otra forma de poder cruzarlo, más que atravesándolo, asi que el castor dijo …

- Tengo una idea! Voy a roer el árbol hasta que se caiga y tapará parte del rio para que puedas cruzar.

- Oh Sr. Pepe! Muchas gracias, cree que pueda hacer eso?

- Por supuesto… va… (creido)

Entonces el sr. Pepe comenzó a roer el árbol por la raíz y (ruido de árbol) finalmente, lo tiró y cayó en la punta del otro lado del rio, formando un puente, perfecto para que nina pudiera cruzar.

- Wow sr. Pepe es usted un supercastor! (extasiada)

- Lo se (creido) pero… (Nina lo abrazó)

Y al momento en que lo abrazó, el corazón del castor pasó de ser frio a uno cálido y nina pasó corriendo, hasta que llegó al otro lado…

- Adiós sr. Pepe, lo extrañaré! (gritó nina)

- Adiós nina! Regresa con cuidado.

Y desde ese momento, el sr pepe no volvió a ser gruñon nunca mas.

Nina cruzó el rio, pero quedó como antes porque no sabia cómo volver a la pradera-

- Y ahora como vuelvo a casa? (llora)

Entonces como nina comienza a llorar un pequeño pajarito se le acercó.

- Oh… perrita porque estas llorando? ¿Estás bien?

- No!... no encuentro a mi familia.

- Oh pequeña, entonces debemos buscarla… dime cómo te llamas?

- Me llamo Nina… (llorando)

- Esta bien Nina… hay que buscar a tu familia

- Y como lo haremos – preguntó Nina

El pajarito miró a sus alas a modo de respuesta.

- Oh pajarito, harías

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