Habitos De Estudio
JuliaCO26 de Junio de 2012
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Hábitos de estudio
El término “Hábito” se deriva de la palabra latina habitus, del verbo “habere” que significa “tener”, en el sentido de adquirir algo que no se ha tenido anteriormente.
No nacemos con el hábito porque es la conducta adquirida, es decir una reacción aprendida que supone la tendencia a repetir y producir ciertas acciones o actuar de la misma forma generalmente bajo las mismas normas o similares circunstancias.
El primero en responderse a la pregunta ¿Qué es un hábito?, fue Aristóteles, quien dijo: “El hábito comienza con el primer acto”; frase que un distinguido psicólogo moderno M. Guillaume, completa así: “Se puede considerar a todo acto como un hábito que comienza y cuya suerte depende de las circunstancias.
Ravaisson nos dice que el hábito, en el sentido más amplio, es la manera de ser, el estado de una existencia considerada sea en la reunión de sus elementos, sea en la sucesión de sus etapas.
Es decir, cada acto crea un hábito permanente o momentáneo, cuyo conjunto constituye una manera de ser.
Esta definición es, en efecto, una definición general que se aplica a un total, a una suma de hábitos que forman lo que nos atreveríamos a llamar un “conglomerado”.
Se podría, de la misma forma, decir que para un hombre la existencia está hecha de una serie de hábitos.
Todo lo que hacemos, la organización de nuestra vida misma, todo eso no es más que hábitos. Aristóteles, ya citado, declara que:” El hábito comienza con el primer acto”. Pues bien. Verdaderamente, el recién nacido gasta algunos minutos en “habituarse” a ejecutar convenientemente la succión del seno, como también adquiere el “hábito” de los intervalos entre cada alimentación y el de reclamarlas.
Un poco más tarde, una lección aprendida de memoria, la que se obtiene después de cierto número de lecturas y repeticiones, es un hábito adquirido. Cuando el hábito ya ha sido adquirido, las acciones se realizan sin recapacitarlas previamente, no se dividen en distintas operaciones parciales, no se traza previamente un plan para realizar cada una de ellas, pues las acciones se han “fijado”.
Mediante mi experiencia me he dado cuenta que el valor de la puntualidad, el cual pasó de ser una costumbre individual a un hábito grupal, esto se debe a la constante práctica realizada.
La formación de hábitos, es de gran importancia ya que se constituyen en todos los aspectos de la vida humana. Los hábitos se hacen necesarios, sobre todo, cuando las acciones que se realizan se desarrollan en condiciones que cambian constantemente y se exige una mayor responsabilidad en las tareas.
El fracaso o éxito conseguido en el estudio, no son consecuencias únicas de la inteligencia y el esfuerzo, sino, también de los hábitos de cada persona, y por tanto, de las técnicas que utiliza. Algunos estudiantes pueden hacer un trabajo más efectivo y con más facilidad que otros en un determinado tiempo.
Congrains afirma que el hábito de estudio es un paso imprescindible para desarrollar la capacidad de aprendizaje del niño y para garantizar el éxito en las tareas escolares”.
Un niño que ha crecido respetando límites, rutinas y hábitos (sueño, alimentación, higiene, etc.) no presentará muchas dificultades cuando afronte la tarea de estudiar.
Si es que no ha conocido rutinas, límites ni orden; le será muy difícil.
“El hábito de estudio implica aprender o mejor aún aprender permanentemente de los acontecimientos de la vida”. (Uriarte, 2002, p.23).
El hábito de estudio se adquiere a fuerza de repetirlo. No es necesario esperar a
que el niño tenga deberes o exámenes. Lo ideal sería que, desde pequeño, se acostumbrase a concentrarse en una tarea durante un tiempo determinado con el fin de ir entrenando esta facultad.
Desde pequeño, se le puede ir enseñando a estar concentrado unos minutos e ir aumentando el tiempo poco a poco.
Para ello, se le puede estimular con diversas actividades como dibujos, puzzles, cuentos, poemas infantiles, adivinanzas y cualquier tipo de tarea que le exija concentración y memorización, siendo estas actividades de su agrado. Además es muy importante que acabe toda aquella tarea que comience.
Ante todo lo expuesto, entiendo por hábitos de estudio a aquellos patrones conductuales aprendidos que se presentan ante situaciones específicas que va desarrollando durante su vida, generalmente de tipo rutinarias, donde el individuo decide sobre su forma de actuar.
El hombre se caracteriza principalmente porque: “No es perfecto pero es perfectible”; es decir constantemente puede presentar una tendencia a la perfección.
En ningún momento de su vida deja de aprender y de allí la posibilidad de modificar su comportamiento cuando lo desee, lo cual es diametralmente opuesto al criterio popular de que las personas adultas no pueden modificar su conducta y debido a ello se dejan arrastrar por el fatalismo y la indolencia, como decía Payot:
“La causa de casi todas nuestras adversidades y desgracias consiste en la debilidad y aversión al esfuerzo”.
Para ser un estudiante eficiente, se tendrá que cambiar algunos de los hábitos, posiblemente muy arraigados. Este es un paso muy difícil de dar, pero si se logra se tendrá el éxito asegurado. Para ello, necesitamos adquirir adecuados hábitos de estudio.
No sólo basta con conocerlos sino que debemos de aplicarlos a nuestros quehaceres de todos los días, ya que solamente de esa manera podemos alcanzar nuestras metas.
“Conocer y entrenarse en hábitos de estudio son pasos claves en el aprendizaje para sacar el máximo provecho y conseguir el éxito en los años de formación como estudiante”. (Ascencio, 2005).
Los hábitos de estudio tienen las siguientes características:
Adquirido: Cuando el individuo requiere de un aprendizaje, debe ser perseverante hasta conseguir la estabilidad del hábito. Por ejemplo, practicar constantemente la toma de apuntes en clases, se convierte en un hábito.
Perfectible: El hábito puede perfeccionarse a través de la repetición. Se adquiere una correcta ortografía después de un largo perfeccionamiento; aumentando cada vez el número de palabras correctamente escritas.
Individual: Los hábitos de estudio son un conjunto de actividades que posee cada persona. Estos son intransferibles y dependen de cada sujeto.
Permanente: Los hábitos tienen una duración constante, y se presentan con las mismas características o con algunas modificaciones respecto a las reacciones que se realizan. A mayor adquisición del hábito mayor permanencia.
¿Por qué son importantes los hábitos de estudio?
La formación de hábitos, es de gran importancia ya que se constituyen en todos los aspectos de la vida humana.
Los hábitos se hacen necesarios, sobre todo, cuando las acciones que se realizan se desarrollan en condiciones que cambian constantemente exigiendo una mayor responsabilidad.
La disciplina, permitirá que el alumno tenga éxito en el estudio, a pesar de las condiciones adversas.
“Es importante que los alumnos adquieran y practiquen adecuados hábitos de estudio, ya que son herramientas esenciales para la construcción y fortalecimiento de un buen aprendizaje”.
(Jaimes, 2008, p.19).
Es necesario exponer la impor¬tancia de los hábitos de estudio como un elemento fundamental en la construcción del aprendizaje significativo, reflexionando sobre la necesidad de que el alumno cuente con estrategias que le permitan enfrentar diversas situaciones en su proceso de aprendizaje. Siendo este una continua formación de hábitos que permitirán que el alumno tienda a la perfección.
Los hábitos de estudio se forman en el campo educativo y deben ser precisos, según las exigencias que se presentan en cada actividad. Asimismo, son cada vez más rápidos, perfectos y exactos; produciendo en la persona que los ejecuta mayor seguridad y confianza al obrar.
4.1.2. Factores que influyen en la formación de hábitos de estudio
Los hábitos se forman en el proceso del esfuerzo y el ejercicio personal y lo más importante es que pueden ir acompañados por un proceso de autoformación integral. Siempre tienen por objeto, perfeccionar la manera de realizar las acciones.
La tendencia a aumentar la efectividad de la acción, es la simple repetición. Ésta por sí misma, sin tendencia al perfeccionamiento de la acción no la mejora, es necesario aprender cada operación para que se forme el hábito de estudio.
El sistema de hábitos surge y adquiere su fuerza, conduciendo al éxito, a
situaciones satisfactorias o a la solución de una dificultad. La regla general es que los hábitos se fijan según los objetivos que se quieren alcanzar.
Los factores que entran en juego en la formación de hábitos de estudio en el proceso de aprendizaje del estudiante son:
a) La Repetición
En la vida física y psíquica del hombre, nada se pierde de una manera
completa. Todo acto ha dejado cierta disposición o tendencia por obrar, el cual puede ser ejecutado nuevamente, en el momento que el estudiante lo vea conveniente.
b) La Intensidad
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