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betitoo0320 de Abril de 2013
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política. Restaurada la República, fue varias veces diputado.
En 1882, con el gobierno de Manuel González, fue enviado a París. En 1886 fue nombrado cónsul de Santander y después cónsul general de España. A su regreso al México en 1892, fue senador.
La obra de Manuel Payno
Aunque cultivó la poesía en su juventud y escribió para el teatro, la mayor aportación literaria de Manuel Payno está en el campo de la novela. Con la novela folletinesca El fistol del diablo (1845-1846) inició en México la modalidad de la edición por entregas, e inauguró el cultivo de la novela romántica, a la que aproximó al realismo. Su obra más importante, escrita durante su estancia en España, es Los bandidos de Río Frío (1889-1891), recreación del México de la primera mitad del s. XIX.
Aunque Payno en esta última pretendió escribir una novela naturalista, resulta obvio que no lo logró. Los bandidos de Río Frío más parece, pasado el tiempo, un guión de cine del género western que una obra de arte. Sin embargo se le reconoce haber utilizado hábilmente este estilo folletinesco para trazar ese gran cuadro épico del inicio de la vida independiente del país.
Otras novelas suyas son El hombre de la situación(1861), ambientada en época colonial, y Tardes nubladas (1871), colección de narraciones cortas. Payno fue también un impulsor del periodismo y colaboró activamente en El museo mexicano, donde escribió cuentos y narraciones de viajes reunidos después bajo el título de Tardes nubladas (1871). También escribió en el Ateneo mexicano, El año nuevo,Don Simplicio, El federalista y en la Revista científica y literaria de México, donde dio a conocer su novela El fistol del diablo.
Novela………….
Sinopsis: Allá por el mil ochocientos treinta y tantos, hubo en México un caso nunca visto: un grupo de bandoleros asaltaba con frecuencia las diligencias que recorrían el camino de Veracruz a la capital, a la altura de Rio Frio. Al mismo tiempo, en la ciudad de México se desató una ola de robos y asesinatos. Todo muy bien concertado, al parecer.
Detrás de los numerosos maleantes se encontraba, en calidad de secreta orquestador, un coronel apodado Relumbrón, por su carácter jactancioso y ostentoso en exceso, quien desempeñaba el cargo de jefe del estado mayor del presidente Santa Anna. Ignoraba que era hijo de una rica señora de Morelia y un platero, quienes lo protegían a distancia para no revelar su parentesco.
El coronel llevaba una doble existencia; por un lado, buen esposo y padre, hombre influyente y en apariencia honorable; por el otro, jugador empedernido, amante de varias mujeres y enredado en negocios turbios. Su vicio por el juego y el derroche lo llevan casi a la quiebra, debido a lo cual organiza en su provecho una amplia red criminal, aunque manteniéndose en el anonimato, incluso para quienes eran los ejecutores de sus órdenes.
Sólo lo conocen Evaristo, Don Santos (un platero, a quien supone compadre suyo y no su progenitor) y don Pedro Cataño. Cada cual tiene su historia. Evaristo era ebanista, había abandonado a su amante Casilda para casarse con una sirvienta del conde del Sauz y, aburrido de esta, la asesina y huye a Rio Frio donde se hace pasar por honrado ranchero y allí organiza una pequeña gavilla de asaltantes. Luego, sin saber sus antecedentes, el gobierno lo nombra capitán de rurales .
Evaristo guardaba rencor a la frutera Cecilia, rica comerciante de Chalco, por haberlo desdeñado a pesar de su nueva condición.
El platero don Santos había hecho su fortuna traficando con alhajas robadas y, a las órdenes del hijo, fabricaba moneda falsa.
Don Pedro Cataño, hijo del administrador del conde del Sauz, se enamora de la condesita Mariana y procrean un hijo al que ocultan porque el conde no consintió en el matrimonio y la pareja teme la ira del noble.
El
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