Identidad Social

IDENTIDAD SOCIAL.

Como resultado de la lectura, “Identidad: de lo personal a lo social. un recorrido conceptual”, puedo entender y destacar a la identidad social como un concepto, expresión, reconocimiento o definición muy importante para desenvolvernos en la  sociedad y con las personas en particular. Nos da los lineamientos y/o límites, mediante los cuales nos podemos relacionar con seguridad, respeto y precaución entre otros.

Así, nos reconocemos y nos vemos parte de la sociedad, divididos en grupos, etnias, tendencias, tribus sociales, etc. Desde muy pequeños comenzamos a compartir con nuestros pares, lo que nos da cierto roce social, a través del cual tenemos los  primeros modelamientos, que irán definiendo nuestra personalidad; el experimentar diferentes situaciones, agradables o desafortunadas malas experiencias, incidirán en nuestro temperamento que, de cierta manera, forjará nuestro carácter y posterior comportamiento; nos auto conoceremos para relacionarnos con el entorno, a partir de una personalidad propia, tal como se plantea en la construcción socio-histórica de los seres humanos.

Nuestra personalidad está compuesta por un elemento biológico, llamado convencionalmente temperamento y por un componente social, proveniente del entorno, llamado socialización, a través del cual, nos educamos y modelamos, desarrollando nuestro carácter (que sería la educación del temperamento). Esta personalidad, está constituida por nuestra identidad, la que sin duda se alcanza producto de la relación que se tenga con el entorno y con las experiencias y necesidades personales.

Al revisar las diversas corrientes expuestas en el documento leído, es posible concluir que la identidad/self, es un proceso que se construye a lo largo de la vida y que tiene momentos críticos, tales como la niñez y la adolescencia, siendo esta última etapa, aquella donde nos cuestionamos fuertemente quiénes somos, quiénes queremos ser y cómo queremos que nos vean los otros. Sin embargo, aunque podría pensarse que una vez superado este período, ya debiésemos haber logrado definir nuestra identidad, se ha visto que en adultos persiste o bien, aparece de manera consciente este cuestionamiento profundo, que define cómo nos desenvolveremos y adaptaremos a los diversos entornos que la vida nos ponga por delante.

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