Incline la gente baja y alta

Mi flaco:

En el mundo hay más de mil millones de flacos uno bajos y altos, otros feos y lindos, yo les hablaré de uno muy peculiar uno de los flacos nunca antes visto, su apariencia es de la más normal. Pero si lo comienzas a mirar detenidamente te das cuenta de cosas fantásticas y totalmente sobrenatural, hubo un día en que yo me escape y lo comencé a seguir sin entender que era lo que realmente me motivaba a hacerlo, lo seguí hasta un lugar en donde los árboles no dejaban ver el cielo, en que el piso eran flores no tierra, en que los animales te acogían sin escapar o atacar. De pronto me vi perdida tratando de buscar el regreso, y de un minuto a otro el flaco se encontraba a mi lado, yo sin habla y con un dolor en la barriga solo dije :hola, el sin hablar me tomo de la mano y me comenzó a guiar, en cada paso que dábamos el lugar se iba poniendo mas hermoso, mi mano sudaba mi barriga no podía estar mas nerviosa, me preocupaba mucho lo que estaba sucediendo con mi cuerpo cada vez se iba sintiendo mas extraño, y para que hablar de mi mente solo me preocupaba que el flaco no me soltara la mano, llegamos a las orillas de un río que muy lindo no era ,el flaco me soltó la mano para acercar el bote, y en el instante en que lo iso mi cuerpo se comenzó a enfriar mis manos comenzaron a perder su color y yo me sentía como ahogada, fue algo muy raro era como si el flaco se hubiera convertido en mi alma, en mi otra mitad.

Al subirnos al bote el paisaje cambio el río era hermoso, comencé a darme cuenta que al final de este río se encontraba el sol, nunca lo había vista tan bien y tan resplandeciente, tan inalcanzable, tan fuerte, era hermoso,; y de pronto el flaco hablo y dice: ese sol somos nosotros.

Dedicado para Gonzalo Vásquez (mi flaco).

Autor: Génesis Morales

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