Inteligencia Emocional

Inteligencia emocional, el arte de conocer, comprender, manejar y reconocer los sentimientos propios y de los demás, puede ser a veces mucho más influyente en la vida del ser humano, que el cociente intelectual. Es algo que ayuda al humano en su desarrollo social, laboral, académico y con el medio ambiente; en esto influye mucho el proceso de evolución constante tanto del ser humano como de las condiciones e interrelaciones en el mundo.

Constantemente escuchamos noticias o comentarios sobre violencia (familiar, delincuencia, inseguridad), y hasta la vivimos. Y de seguro, nos hemos puesto a analizar las causas de esta situación, y podemos estar de acuerdo que es porque la moral y la ética se ha perdido y la humanidad se deja llevar por sus impulsos más primitivos, saliendo las emociones de todo tipo de control, aumentando así los índices de depresión, estrés, irritabilidad y enfermedades derivadas.

Cabe resaltar que el ser humano posee 2 mentes, una racional y una emocional, y que los sentimientos son esenciales para el pensamiento y los pensamientos para el sentimiento, pero cuando las pasiones hacen su aparición los sentimientos dominan a los pensamientos. Ambos son totalmente necesarios para la toma de decisiones, ya sea personales o en el ámbito empresarial, ya que lo sentimientos nos hacen eliminar posibilidades y destacar otras. Cuando poseemos un equilibrio entre estas dos, ambas aumentan su capacidad. Pero cuando tenemos alguna perturbación emocional, está puede crear carencias en las capacidades intelectuales, atrofiando el aprendizaje.

En el ámbito amoroso, debemos lidiar con 2 realidades emocionales, la de uno mismo y la de nuestra pareja, y las relaciones que entre ambos se producen, dado que existe la gran diferencia de expresión y comprensión de emociones entre mujeres y hombres, donde la mayoría de ellas son más emocionales y por ende pueden lidiar con los encuentros emocionales sin que suceda un desbordamiento, por lo cual, en una relación se debe intentar no criticar, expresar desdén o desprecio, y tomar decisiones convenientes para ambos; algo relacionado con la asertividad.

Aplicando este concepto al ámbito laboral y/o gerencial, la mejor forma de crear empresas inteligentemente emocionales, es la creación de redes de personas claves, que trabajan con tanto con su capacidad intelectual, como con la emocional. Un equipo así es fácil de motivar, ya que dentro de sí mismos tienen la verdadera auto motivación y la trasmiten al resto del equipo, convirtiéndose así en un círculo de buenos sentimientos. Es indispensable concientizar a las organizaciones sobre el impacto favorable que podría tener desarrollar la inteligencia emocional en sus gestores humanos; ya que es cómo ellos se sienten y comportan en lo que realizan diariamente. Si las organizaciones tratan de minimizar o ignorar los sentimientos es probable que nuestros colaboradores se sientan solos, frustrados, desconectados e incomprendidos. El trabajo cumple un rol central en la vida de las personas, por ende, nuestra identidad, autoestima y actitudes están afectadas por las experiencias laborales, ya sea positiva o negativamente. Y hoy en día, es más factible escalar rápidamente posiciones por tener un alto grado de inteligencia emocional, y se disfruta más, además de las consecuencias fisiológicas que la satisfacción trae. Al incrementar la inteligencia emocional en la empresa, aumentará la energía personal, el compromiso y la motivación, además de la adaptabilidad y la innovación. También se podrán solucionar conflictos con mayor facilidad y/o prevenirlos, y ayuda en la formación y generación de líderes en los equipos de trabajo

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