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Introducción al autismo


Enviado por   •  18 de Octubre de 2015  •  Apuntes  •  2.754 Palabras (12 Páginas)  •  150 Visitas

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TEMA 1. INTRODUCCIÓN AL AUTISMO

I. ANTECEDENTES

Quizá, la primera referencia escrita conocida sobre el autismo corresponde al siglo XVI. Johannes Mathesius (1504-1565), cronista del monje alemán Martin Lutero, relató la historia de un muchacho de 12 años severamente autista. Según el cronista, Lutero pensaba que el muchacho no era más que una masa de carne implantada en un espíritu sin alma, poseído por el diablo.

En enero de 1801, un médico francés, Jean-Marc-Gaspard Itard, se hizo cargo de un muchacho de unos doce años de edad, conocido como Víctor, «el niño salvaje de Aveyron», al que habían encontrado viviendo en los bosques como un salvaje y capturado un año antes.

Se puede ver que Víctor se comportaba como un niño con autismo. Víctor nunca aprendió a hablar. Se observó que Víctor tenía un «indudable gusto por el orden» y se sentía mal hasta que podía volver a colocar en su lugar un objeto que se hubiera sacado de su sitio.

Sin embargo, el vocablo autismo no fue utilizado en la literatura médica hasta 1911 gracias al suizo Paul Eugen Bleuler que introdujo ese término para referirse a una alteración propia de la esquizofrenia que implicaba un alejamiento de la realidad externa. Este vocablo lo utilizó para referirse a la marcada tendencia de los pacientes esquizofrénicos a vivir encerrados en sí mismos, aislados del mundo emocional exterior.

La locución autismo proviene del griego clásico:

“Autos” = uno mismo

“Ismos” = modo de estar

 Autismo = hecho de estar encerrado en uno mismo, aislado socialmente.

Sin embargo, las primeras descripciones, consolidadas como relevantes, sobre lo que actualmente denominamos trastornos del espectro autista (TEA), corresponden a las publicaciones de Leo Kanner (1943) y Hans Asperger (1944).

II. LEO KANNER

La incorporación del término autismo al significado actual se debe a Leo Kanner, tras la aparición en 1943 del que se puede distinguir como el artículo fundacional del autismo actual: “Autistic disturbances of affective contact”.

Leo Kanner, en los Estados Unidos, observó que una serie de niños remitidos a su clínica tenían en común un patrón de conducta inusual, al que él llamó «autismo infantil precoz».

Daba descripciones detalladas de la conducta de los niños, pero seleccionó ciertos rasgos como cruciales para el diagnóstico.

Éstos eran:

  • una gran carencia de contacto afectivo (emocional) hacia otras personas (aislamiento).
  • deseo obsesivo de preservar la identidad.
  • una intensa insistencia en la similitud de elaboradas rutinas repetitivas, frecuentemente insólitas, elegidas por ellos mismos.
  • mutismo o una considerable anomalía en el habla.
  • Lenguaje desprovisto de intención comunicativa
  • fascinación por los objetos y destreza para manipularlos.
  • altos niveles de habilidades visoespaciales o memoria mecánica en contraste con las dificultades de aprendizaje en otras áreas
  • una fisonomía agradable, despierta e inteligente.

Más tarde propuso que los dos primeros rasgos eran suficientes para el diagnóstico, donde destacaba como característica nuclear la obsesión por mantener la identidad, expresada por el deseo de vivir en un mundo estático, donde no son aceptados los cambios.

Pero sobretodo destacó que el trastorno estaba presente desde el nacimiento o dentro de los treinta primeros meses de vida.

Es por ello que al final de su artículo, define el autismo como una alteración autista innata del contacto afectivo puesto que en todos los casos que estudió la aparición de los primeros síntomas eran siempre desde el nacimiento.

Kanner creía que su síndrome era único y separado de no solo de la esquizofrenia, sino de cualquier otro trastorno. Que el autismo era un trastorno del neurodesarrollo, cuyo punto de partida era un problema en lo que Kanner denominaba “componentes constitucionales de la respuesta emocional”.

Ello se evidenciaba en la falta de respuesta anticipatoria cuando alguien hace la acción de intentar tomar al bebé en brazos.

II. HANS ASPERGER

Un año después del artículo de Leo Kanner, sin saber de Kanner

En 1944, Hans Asperger, en Austria, publicó su primer artículo sobre un grupo de niños y adolescentes con otro patrón de conducta conocido ahora como el síndrome de Asperger.

Al igual que Kanner, utilizaba el término autismo (psicopatía autista).

Los rasgos que seleccionó como importantes eran:

  • una aproximación social a los demás ingenua e inadecuada.
  • Falta de empatía y poca habilidad para hacer amigos
  • Interés desmesurado por ciertos temas como los horarios de los ferrocarriles.
  • buena gramática y vocabulario (incluso pedante), pero una charla monótona utilizada en monólogos, no para conversaciones en dos direcciones.
  • pobre coordinación motriz y torpeza motora
  • nivel de capacidad en el límite, en niveles medios o superiores, pero frecuentemente con determinadas dificultades de aprendizaje en una o dos áreas
  • una considerable falta de sentido común.

Observó que los padres no percibían ninguna anomalía hasta después de los tres años o hasta que los niños comenzaban a ir a la escuela. Asperger creía que su síndrome era diferente del autismo de Kanner, aunque admitía que tenían muchas similitudes.

Los trabajos  de Asperger, por el hecho de haber sido publicados en alemán, fueron ignorados por la psiquiatría y la neurología durante años. Este olvido empezó a experimentar un giro a partir de 1981, tras la traducción de sus trabajos en ingñes por Lorna Wing, a quien se le atribuye el término de síndrome de Asperger. Paradójicamente, poco tiempo después de haberse categorizado el síndrome de Asperger, la misma autora introdujo el concepto de TEA

Encontramos que todos los niños con «rasgos autistas», tanto si se ajustan a la descripción de Kanner, a la de Asperger o si tienen características de ambas, tenían en común:

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