LA EDUCACIÓN EMOCIONAL EN LA FAMILIA
sweet_rth30 de Mayo de 2015
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EDUCACIÓN EMOCIONAL EN LA FAMILIA
La familia es la base de la educación emocional en el niño, desde su temprana edad se forman observando su entorno más cercano, y a medida que van creciendo van copiando actitudes de los miembros que le rodean, por lo cual la familia debería de formarse primero ya que es un modelo en el desarrollo del menor.
La familia se debería educar emocionalmente cada día con las competencias emocionales, así lograrían grandes beneficios en especial la armonía en el hogar y el desarrollo de las emociones del menor se estaría formando positivamente, ya que la familia es considerada como la primera escuela del niño o la niña
La educación emocional empieza desde que el niño o niña está en el vientre de su madre, por lo tanto, los padres antes del nacimiento deberían formar parte de programas de educación emocional ya que según los investigadores los efectos de ansiedad que la madre suele sufrir durante el embarazo puede influir grandemente en el bebé, produciendo diversos trastornos.
ACTIVIDADES PARA EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS EMOCIONALES EN LA FAMILIA
• Buenos días, ¿como te sientes?
• Conociéndome: Mi gestión emocional
• Autorregulación emocional: hoy eh tenido un mal día
• Te comprendo
• Organizarse para sentirse mejor
• Límites y tolerancia a la frustración
• Comunicación
• Te regalo mi mejor momento del día
• Respiramos juntos
• El país de los sueños
Es en la familia, desde los primeros momentos de la vida, cuando debería iniciarse la educación emocional. Para que esto sea posible, se necesita formación, tanto de las familias como del profesorado. La formación en competencias emocionales es el primer paso para su puesta en práctica.
¿Buenos días, cómo te sientes?
Cada día es una oportunidad para dar a conocer nuestros sentimientos y emociones. Con un ritual de bienvenida, facilitamos la expresión de los sentimientos y emociones de los niños y niñas. Con esta actividad se pretende familiarizar con el vocabulario emocional, aprender a expresar emociones y sentimientos a través del lenguaje verbal y corporal; y reconocer las emociones de los demás con la ayuda del adulto.
El desarrollo de la actividad es como sigue. A primera hora de la mañana y en diferentes momentos del día, se pregunta a los niños, con ritmo alegre: ¿Buenos días, cómo te sientes…(nombre del niño o niña)?
En función de la edad y de su interés, puede dar una respuesta corporal y/o verbal. Si tan solo la da corporal, el adulto le ayudará a poner nombre a lo que expresa: “Ya veo que te sientes contento”. Si acompaña la expresión corporal con la verbal, el adulto reforzará su respuesta: “Te sientes triste”.
Es interesante que a medida que el educador vaya preguntado a los niños, uno por uno, manifieste un vocabulario emocional específico: “Te sientes… (triste, contento, alegre, enfadado, querido, etc.)”. El educador facilita que cada niño exprese lo que siente, sin forzarle a decir nada si él no lo desea.
Para dinamizar la actividad, el educador puede utilizar un títere divertido que contribuya a crear un clima emocional positivo y divertido. A partir de los tres años, el educador puede preguntarles en grupo por qué se sienten así. El títere (en voz del educador) le pregunta al educador cómo se siente y por qué. En este caso se trata de un diálogo simulado donde el educador juega los dos papeles.
Esta actividad puede durar unos diez minutos. La duración de las actividades de educación emocional puede ser muy diversa. Normalmente entre 10 minutos y una hora.
Hay que contar con la familia y ayudarle a formarse en competencias emocionales de cara a mantener mejores relaciones con sus hijos e
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