LAS PERSONAS SIN HOGAR Y ADDICIONES.

PERSONAS SIN HOGAR Y ADDICIONES.

Existe en la sociedad una manifestación evidente en el consumo de drogas, de hecho muchas de ellas han estado instauradas de una forma más o menos institucionalizada, fruto de su utilización social como medio para solventar las tensiones y los conflictos surgidos( José Navarro, 1987).

El uso universal y la constancia del uso de drogas llevan a muchos autores a plantearse la propia necesidad del hombre en buscar estados alterados de conciencia como medio disuasivo de la realidad social. En este contacto con sustancias que inducen a estados alterados de conciencia, los colectivos más vulnerables, cuyas problemáticas les hacen estar en un grupo de riesgo, acentúan el uso de este tipo de sustancias como forma de evasión social.

El colectivo de personas sin hogar es uno de los más frágiles a la hora de tener un marco que permita que se caiga en este tipo de adicciones para escapar de su realidad cotidiana, esto es así debido a la falta de un núcleo familiar que les sustente, falta de marco político y graves problemas ocupacionales y de reinserción social.

La principal adición a la que están sujetos las personas sin hogar es el uso de alcohol en grandes cantidades, un 4% de las personas sin hogar en España bebe en cantidades muy altas, y por otro lado un estudio de (Panadero, Velázquez, 2013), muestra que el 54% de las personas sin hogar ha tenido alguna vez problemas con el alcohol.

Las personas sin hogar forman parte del grueso fundamental que representa la exclusión social. Muchas personas sin hogar han terminado en esta situación por las consecuencias del uso de estas sustancias, pero por otro lado esta situación es un problema que se retroalimenta dotando a las personas sin hogar de un abanico muy amplio de posibilidades para terminar consumiendo este tipo de sustancias.

De una forma u otra existen una serie de factores psicosociales que inducen al ser humano a la búsqueda de estados alterados de conciencia (José Navarro, 1987).

Hay motivaciones de respuesta social, la principal motivación en el caso de este colectivo es la respuesta de huida, estas respuestas se reafirman básicamente en la idea de desacuerdo con la situación social vivida y por lo tanto su rechazo.

Existen factores experimentales aunque en este caso estarían planteados en una etapa previa a la situación de persona sin hogar ya que su concepto fundamental se basa en el hedonismo y el hecho de experimentar.

Otra de las motivaciones que producen el consumo de drogas es la sintomatología. Este aspecto sí que es importante a la hora de enfocar el porqué del abundante número de personas sin hogar con adiciones. El uso de drogas como vía de escape ya no solo se queda en el plano de la perspectiva social, hay un gran número de personas sin hogar cuyo uso de drogas se sustenta en buscar una cura sintomatológica para sus enfermadas, nervios, problemas mentales etc.…

Un problema incipiente que incrementa la situación de riesgo de las personas sin hogar esta en el hecho de que la falta de recursos institucionales para poder abordar el tratamiento del problema hace que las patologías de los individuos suelen ir en aumento. Actualmente se cuenta con un perfil de persona sin hogar con poli adicción la mayoría de ellas empiezan consumiendo un tipo de sustancia y a raíz de esto se van incrementando el uso de otras drogas.

Las drogas más utilizadas entre este colectivo son el cannabis, la heroína, la cocaína y el alcohol siendo esta la sustancia más consumida y normalizada.

Actualmente y debido al cambio en el perfil de personas que se han terminado en situación de psh , se percibe un cambio en la forma en la que las personas se vean identificadas en los perfiles clásicos de drogodependiente(Miguel Pérez-Lozao Gallego,2013)

La reinserción social de las personas sin hogar es un problema fundamental de el mantenimiento de esta situación, un estudio de (Craig y Timms, 2000), muestra que uno de los motivos principales de la falta de reinserción están en que las personas sin hogar tienen un menor uso de los servicios sociales: trabajadores sociales, psicólogos etc.., por lo que esto enfatiza tres barreras: las de sus propias adicciones, la del aislamiento y la de la organización de los servicios.

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