Gente sin hogar

Las personas sin vivienda reflejan nada más que los efectos de la deficiencia del estado en el cumplimiento de este derecho. En la actualidad, es muy complicado que en alguna ciudad en el mundo la falta de vivienda no sea un problema principal, ya que las cifras de las personas en estas condiciones van creciendo exponencialmente y somos conscientes de que esta problemática se evidencia hasta en los países más desarrollados y con mejor economía, dichas personas son quienes fueron abandonadas por el gobierno y consecuente a ello terminan viviendo en las calles, debajo de puentes, cerca de las vías de tren y parques o bosques, sobreviviendo a la lluvia, la nieve, los fuertes vientos o extremas oleadas de calor y en la mayoría de casos sin ningún tipo de nailon o lona en forma de tienda de campaña que los pueda proteger de dichos fenómenos naturales, por eso se sustenta que los recursos retóricos y de forma evidencian las circunstancias inclementes y los peligros a los que estas exponen a los protagonistas.

En primera instancia, la metáfora evidencia el abandono social en la novela. El libro comienza con la frase “Nosotros somos como la higuerilla…” (Ribeyro, p.127) y finaliza con “…entonces si que lloverá plata sobre nosotros” (Ribeyro, p.134). Aquí se evidencia una clara comparación entre las características imbatibles de la planta que soporta todo tipo de situaciones adversas con el estilo de vida de la familia de Leandro que se asemeja a la de los errantes ya que estos no contaban con un lugar fijo en el cual habitar, y que al mismo tiempo se enfrentan a climas extremos propios de la intemperie, además expuestos en un mar de distintas enfermedades crónicas. En síntesis, las situaciones a las que se ven expuestos los protagonistas a lo largo de la novela son propios de su estilo de vida y que provocan su vulnerabilidad.

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