La Educación

LA EDUCACIÓN DE HOY Y DE MAÑANA

“Con los jóvenes nunca se hace lo que se quiere,

Pero nunca se pierde lo que se hace”

Pafer

Ante la pregunta de ¿cómo me imagino la educación del siglo XXI? Solo puedo responder que llena de mucho amor.

Amar como el Señor nos ha amado. Esta expresión que resume lo que el Señor Jesús nos propone como novedad de vida no es solo manifestación de una experiencia de vida que Jesús propone. Soy un apasionado de la vida en libertad y en amor. Así, que como cristiano y como convencido del mandamiento de amor me imagino la educación para el siglo XXI como una acción llena de amor.

San Agustín afirmaba: “ama y haz lo que quieras”, en este sentido: si se ama se quiere lo mejor y se busca lo mejor. Cuando se ama se busca la mejor estrategia y se buscan lo más grandes ideales. Cuando se ama se es capaz de cualquier sacrificio en aras de aquello que se ha propuesto.

Una educación con mucha disciplina. Amar no significa que se haga lo que se quiera. Amar significa querer lo mejor y dar lo mejor: y lo mejor es la disciplina para formar almas grandes.

Uno de nuestros educadores colombianos el Padre Fernando de central de juventudes afirmaba con mucha frecuencia: “con los jóvenes nunca se hace todo lo que se quiere, pero nunca se pierde lo que se hace”. Como nosotros también fuimos jóvenes nos damos cuenta de lo mucho que nosotros ideamos las cosas, que bueno que como este gran educador que ante todo supo amar y también exigir caractericemos nuestra educación.

Podría imaginarme muchas cosas técnicas, pero ante todo yo me imagino una educación basada en el amor y la disciplina, lo técnico vendrá por añadidura y claro que tendremos que tenerla en cuenta.

Con un gran corazón y con mano firme. Creo que antes que llenarnos de cosas técnicas lo que hay que tener es una buena actitud basada en el amor y la disciplina. Una educación que nace de hombres y mujeres empeñados en buscar lo mejor para todos, no solo para mañana y sino también pensando en el hoy. Nos preocupamos mucho por el mañana: y ¿hoy cuando lo voy a empezar a vivir?

Reflexión:

Victor Manuel Ordoñez Yunda

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