La Resiliencia: De Cara al Dolor y la Adversidad

La Resiliencia: De Cara al Dolor y la Adversidad

¿Cómo las personas son capaces de seguir adelante frente a la adversidad?

Ser resiliente significa poder adaptarse a las desgracias que presenta la vida, cuando algo va mal las personas tienden a desmoronarse, pero si se tiene resiliencia, se logra endurecer nuestra fuerza interior, la cual nos permite ponernos de pie frente a un reto o dificultad. Si uno carece de esta, hay una tendencia a dejarse absorber por los problemas, sentirse victimizado o abrumado. La resiliencia demuestra ser un tema importante porque con ella se analizan conductas y pensamientos de la persona, lo que nos da la habilidad de ver a través de nuestros problemas, así mismo, nos permite ver la vida de manera más positiva; aunque algunas personas que experimentan dichas vivencias llegan a desarrollar trastornos, hay casos donde esto no es así, sino que son capaces de crecer en base a su experiencia y crean un equilibrio estable, que mejora su rendimiento y a su desarrollo en la vida cotidiana. Con este ensayo queremos mostrar la importancia que tiene la resiliencia frente a la superación de vivencias traumáticas con una perspectiva positiva.

Luthar y Cushing (1999, p. 543) definen la Resiliencia como “un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad”. Estamos de acuerdo con lo citado anteriormente debido a que la resiliencia es la habilidad de ir con la corriente, porque cuando el estrés o el trauma golpean todavía se experimenta enojo, pena y dolor, pero se es capaz de seguir funcionando física y psicológicamente. Sin embargo, la resiliencia no es acerca de endurecer el corazón o manejar todo solo. De hecho, ser capaz de abrirse a otros o buscar ayuda es un componente clave de ser resiliente. Así mismo la resiliencia puede protegernos de varias condiciones de la salud mental, como la depresión o la ansiedad. Esta también puede reducir los factores que ayudan a incremento del riesgo de enfermedades mentales que se derivan de algún trauma previo. Si una persona tiene una enfermedad mental, la resiliencia puede mejorar la habilidad para enfrentar los problemas.

Según Keyes (2002), hay una construcción se puede encontrar en la combinación de sentimientos positivos de bienestar subjetivo junto con el funcionamiento positivo en la vida cotidiana que se ha descrito como "enriquecedor". Interpretando las palabras del autor, la construcción de relaciones fuertes y positivas con seres queridos y amigos pueden brindarnos aceptación y apoyo en tanto buenos como malos momentos; el establecer  objetivos que nos den un sentimiento de logro y propósito, junto con objetivos que nos ayuden a mirar hacia un futuro con significado y pensar en cómo hemos manejado las dificultades en el pasado, son construcciones que se logran aceptando que no se puede cambiar el pasado, pero que siempre se puede mirar hacia el futuro. De acuerdo con lo anterior, cabe señalar que la mejor manera de seguir adelante es establecer logros que nos ayuden a crecer como persona y nos brinden una perspectiva positiva sobre la vida.

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