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La interpretación psicoanalítica el punto de vista de Freud


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2014  •  Tutoriales  •  2.294 Palabras (10 Páginas)  •  146 Visitas

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PERSPECTIVA PSICOANALITICA La interpretación que Freud realizó de la personalidad humana está basada en las experiencias propias y de sus pacientes, del análisis de los sueños y las numerosas lecturas sobre ciencias y humanidades. La investigación es, para él, el producto de la observación científica que es, en si misma, un producto del razonamiento deductivo (contrario a la rigurosidad del actual método científico). Teoría de los impulsos: Los impulsos para Freud son los elementos básicos de la personalidad (Shultz y Shultz, 2002), son las fuerzas motivacionales que guían la conducta y determinan su dirección. Freud utilizó la palabra Trieb para significar “impulso” o “pulsión”. Originalmente la palabra había sido traducida como instinto, pero una acepción mas correcta es “impulso”. Para Bettelheim (1984) es la energía fisiológica que conecta las necesidades del cuerpo con los deseos de la mente. El propósito es satisfacer la necesidad y por ende reducir la tensión. Las pulsiones fueron agrupadas en dos categorías, una de ellas son las pulsiones de vida (Eros) orientadas al crecimiento, desarrollo, y a la supervivencia del individuo (buscar la satisfacción de las necesidades básicas de comida, agua, aire y sexo). La energía psíquica de estas pulsiones es la Líbido la cual puede invertirse en objetos o en personas. Junto a la Líbido Freud acuña otro término que es el de Catexis, que es una inversión de la Líbido. Por ejemplo: Si a usted le agrada su compañero de trabajo, usted catectizó con él. La otra categoría contraria a las pulsiones de vida son las pulsiones de muerte (Tánatos) o de destrucción, muerte, decadencia y agresión. Freud afirma que debido a que todas las cosas vivas decaen y mueren, el hombre tiene un deseo inconsciente de morir. Un elemento que compone este instinto es la pulsión agresiva que es el deseo de muerte desplazado del yo a objetos o personas externas que impulsa a destruir, conquistar y matar. Este último instinto logró solamente una aceptación limitada (Eissler, 1971). División de la personalidad en niveles: Freud divide la personalidad en tres niveles: consciente, preconsciente e inconsciente. Consciente: Incluye las sensaciones y experiencias de las que se está al tanto en cualquier momento; sin embargo, es asumida como un aspecto limitado de la personalidad al tener conciencia reducida de los pensamientos, las sensaciones y los recuerdos (Feist y Feist, 2007). Preconsciente: Se encuentra en medio de los otros dos niveles, mantiene la memoria, pensamientos y percepciones de los que no se tiene conciencia en determinado momento. El preconsciente es fácil de traer a la conciencia. Inconsciente: Comprende los impulsos que están más allá de nuestra consciencia, pero que motivan nuestros actos, palabras y sentimientos. La existencia del inconsciente fue uno de los temas que Freud debió estudiar y comprobar, de tal forma que él explicaba que solo por sus manifestaciones (lapsus linguae, olvidos y sueños) se podía confirmar su funcionamiento e influencia. Para Freud los procesos, los contenidos inconscientes pueden ingresar al consciente solo si son distorsionados o camuflados para evadir la censura (Feist y Feist, 2007). Estructuras para la personalidad: Freud introdujo tres estructuras básicas de la personalidad, el ello, el yo y el superyó. EL ELLO: Es el receptor inconsciente de las pulsiones de vida y de muerte, se relaciona con la satisfacción de las necesidades corporales, y opera con el principio de placer que incrementa el placer y evita el dolor, su función es lograr la satisfacción inmediata del deseo. Proporciona la energía para los otros dos componentes Yo y Superyó. EL YO (EGO): Es el elemento racional de la personalidad, su propósito es ayudar al ello a reducir la tensión, esta estructura es consciente de la realidad y, por lo tanto, decide cuando debe satisfacer las pulsiones, trabaja con el principio de realidad el cual se opone al principio de placer, restringiendo la expresión de sus pulsiones. EL SUPERYO (SUPEREGO): Es el aspecto moral donde el individuo interioriza los valores y las normas que le imponen los padres y la sociedad. El componente de esta estructura es el yo ideal que trata los comportamientos buenos o correctos que la persona debe esforzarse por alcanzar. Existen elementos, como la ansiedad, que amenazan la estabilidad del yo, por lo tanto, su estudio requiere d e especial atención. La ansiedad es un sentimiento de temor y aprensión sin causa evidente y es fundamental para el desarrollo del comportamiento neurótico y psicótico. El yo es el único que puede generar o sentir ansiedad, pero las otras dos estructuras intervienen en cada uno de los tipos de ansiedad existentes (Shultz y Shultz, 2002). Existen tres tipos de ansiedad: Ansiedad Neurótica: Es la preocupación ante un peligro desconocido. En este caso la sensación existe en el yo, pero proviene de los impulsos del Ello. Según Freud las personas presentan una ansiedad neurótica ante las figuras de autoridad porque cuando eran niños desearon inconscientemente la destrucción de uno o de los dos padres. Ansiedad Moral: Está relacionada con un conflicto entre el yo y el superyó. Alrededor de los cinco años se forma el superyó en los niños, razón por la cual se inicia un conflicto entre las exigencias de la realidad y los dictados del superyó. Según Freud puede proceder de las tentaciones de tipo sexual (e.g. cuando un sujeto sabe que ceder ante una tentación sexual es moralmente incorrecto) y de los intentos fallidos de hacer lo que socialmente se considera correcto (e.g. cuando una persona trata de ser honesto en su trabajo pero no lo puede hacer). Ansiedad realista: Se define como una sensación de aprensión frente a un posible peligro, se diferencia del miedo en tanto no se identifica un objeto específico que lo cause. Por ejemplo: conducir en el tráfico de una gran ciudad, al lado de otros vehículos. Estos tipos de ansiedad son regulados por los mecanismos de defensa del yo, ya que si no lo hicieran, la ansiedad podría generar graves daños y sería insoportable. Mecanismos de defensa: Son aquellas estrategias necesarias para defender al yo contra la ansiedad provocada por los conflictos, esto significa que el yo debe reducir la ansiedad provocada por el conflicto entre las exigencias del ello y las restricciones del superyó. Los principales mecanismos de defensa identificados por Freud son: Represión: Consiste en suprimir algo de la conciencia de forma involuntaria, es un olvido de algo que nos genera ansiedad y dolor. Opera en los recuerdos de situaciones o personas y en percepciones del presente. Por ejemplo: La impotencia sexual puede ser la respuesta de un hombre en contra de la culpa que le genera una expresión abierta de su sexualidad. Negación: Supone negar la existencia de amenazas externas y de hechos traumáticos que han ocurrido. Por ejemplo:

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