Los Límites Del Amor

LOS LÍMITES DEL AMOR

Walter Riso

Parte II

¿Por qué nos cuesta tanto ponerle límites al amor?

Cuando nos enamoramos, en la mayoría de los casos, se crea una relación de dependencia donde tu estabilidad emocional depende de la estabilidad de la otra persona, lamentablemente nos dejamos llevar por lo que sentimos pensando erróneamente que amor es sinónimo de entrega total sin límites, idealizando ese sentimiento de manera tal que nos olvidamos de la felicidad propia.

El amor dependiente y desmedido más que un acto de cariño desinteresado y generoso es una forma de rendición personal guiada por el miedo bien sea al sufrimiento, a perder la comodidad o terror a comenzar de nuevo. El fin del mismo es preservar al ser amado y evitar la ruptura y con ella el abandono y las duras críticas o señalamientos en una sociedad cada vez mas materialista e insensible. Hay quienes llegan a despersonalizarse para conservar a su pareja llegando a asumir la obediencia no cuestionada, a adherirse a sus normas y principios y a subordinarse en un modelo de dominio-sumisión. Afirmar "Mi existencia no tiene sentido sin él o ella" es el primer paso para una vida sin rumbo y sin significado. Tristemente, este esquema de sentimiento irracional y destructivo es sin duda generado por la carencia de amor propio así como la falta de madurez emocional, lo que nos impide en todo caso ponerle limites al amor. Sobra decir que sostener un amor de este tipo (sin límites) en el tiempo no solo impide la comunicación y el disfrute mutuo, sino que termina minando la libertad e igualdad para dar entrada a la posesión, la asfixia, el empobrecimiento mutuo y en muchos casos la violencia.

Cuando el amor ha cruzado los límites de lo aceptable es sensato tomar la decisión adecuada que nos permita eliminar las ataduras psicológicas y para ello debemos trabajar en el conocimiento personal, en el rescate de nuestros recursos y en el desarrollo de nuestra valía personal, y aceptar que es el camino para establecer relaciones saludables y satisfactorias. El trabajo hacia la autonomía y la autosuficiencia es tarea central para la madurez emocional, vamos pues a evitar sufrimientos innecesarios enfrentando a los fantasmas de la soledad o cualquiera que sea el temor o complejo, interrumpiendo cualquier relación enfermiza y ejercitando una importante conducta de autoafirmación que refuerce nuestra seguridad personal y nos habilite a aprender del fracaso porque fracasar es aprender, y este aprendizaje facilitará éxitos posteriores, vamos a enriquecer nuestra vida afectiva lo cual no se trata de dejar a unas personas para conocer a otras, sino de saber abandonar las relaciones que empobrecen o violentan en el presente para no hipotecar

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