Los Siete Saberes De Edgar Morín

En su publicación, los Siete Saberes, Edgar Morín nos hace una breve exposición de 7 aspectos del conocimiento que son de suma importancia para poder lograr un conocimiento objetivo, universal y propicio a la buena formación del ciudadano del nuevo milenio. Para poder entender al texto de Morín, es de suma importancia primero conocer su contexto. Los Siete Saberes fueron escritos a petición de la UNESCO a razón de proveer a la misma con una base teórica de la cual se puede desprender técnicas practicas para desarrollar la educación, el conocimiento, la tolerancia y en cierta medida, crear una línea inequívocamente universal de formación del conocimiento y a su vez de quien lo adquiere.

Edgar Morín propone y pretende crear una misma línea de educación, una misma línea que permita la adquisición de conocimiento e información que coadyuven el desarrollo a una sola línea de pensar, un criterio universal con base a la información y no a la desinformación. Morín considera importante y posible el crear esta línea de pensar sin importar las particularidades culturales, religiosas o demás diferencias de cultura a cultura; lo anterior lo pretende hacer retomando el conocimiento puro, valorando el mismo cualitativamente y cuantitativamente a razón de poderlo aplicar sin redundancias y contradicciones.

Morín expone sus 7 saberes en 7 capítulos, quedando de la siguiente manera:

I.- Las cegueras del conocimiento, su error e ilusión; en el primer capitulo, Morín nos señala que el conocimiento se encuentra viciado por el error y la ilusión. El error se puede entender como la tendencia que se tiene a trasmitir el conocimiento sin antes entender el mismo. El conocimiento generalmente se transmite sin primero abordar su naturaleza, su condición humana, sus tendencias, imperfecciones y particularidades. Morín considera que para poder transmitir conocimiento primero se le debe desmenuzar y entender, el conocimiento no es único, no es absoluto, es cambiante y dentro del mismo se encuentran los errores y las falsas ilusiones que no nos permiten aprovecharlo. El conocimiento nos tiene que proveer las herramientas necesarias para cuestionar el conocimiento mismo, para prever los errores e ilusiones y proveer nos de las herramientas necesarias para superarlos.

II.- Los principios de un conocimiento pertinente; el conocimiento se encuentra viciado desde su raíz. El conocimiento se encuentra sumamente fragmentado, se basa y desarrolla a partir de la selectividad y no la uniformidad. El conocimiento actual es incapaz de diferenciar las vicisitudes entre lo particular y lo general, es decir, que se encuentra imposibilitado para comprender los objetos en su debido contexto, con cada una de sus particularidades y la forma en que interactúan entre si. Todo conocimiento esta interrelacionado y nos resulta imprescindible conocer, entender y razonar esa interrelación.

III.- Enseñar la condición humana; La condición humana debe ser entendida, contemplada y aplicada en cada una de sus partes. El ser humano, como animal multidimensional, debe conocer su propia naturaleza. En el ser humano, podemos hablar de su aspecto físico, biológico, social, cultural, psíquico o histórico, pero jamás podremos abordar aspecto alguno sin conocer, contemplar y proyectar la interdependencia de todo y cada uno de los aspectos de su naturaleza. La fragmentación de los aspectos constituye un atraso al conocimiento, un vicio que no nos permite conocer el conocimiento mismo. La comprensión de la interrelación de aspectos dispersos de cada aspecto a la totalidad del conocimiento y naturaleza humana, nos permitiría ahondar y comprender mejor al mismo.

IV.- Enseñar la identidad terrenal; La era en la cual presentemente vivimos nos obliga a contemplar el todo, no se puede hablar de problemas o fenómenos aislados si no de la universalidad del contexto mundial. La interdependencia

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