MENTAS SALIENTES QUIEREN SALIR

Las relaciones de una familia estadounidense modelo (padre, madre, dos hijos) se ven alteradas por un accidente ocurrido en un bote. El mayor de los hermanos muere y el menor, agobiado por la culpa de haber sobrevivido, intenta suicidarse y es internado durante un tiempo en un psiquiátrico. El filme narra el regreso a casa del joven, con sus problemas atrapados entre la frialdad de su madre y la impostada alegría de su padre. Sorprendente opera prima del actor Robert Redford, este drama intimista basado en una novela de Judith Guest ganó cinco Globos de Oro y tres Oscar: film, dirección y actor de reparto para el joven Timothy Hutton, por entonces de solo 20 años y debutante en cine. Con sólidas actuaciones de Donald Sutherland, Mary Tyler Moore (en el primer papel dramático de su carrera) y Elizabeth McGovern (también debutante), este filmeestableció de un solo golpe a Redford, hasta entonces un apenas galán progresista, como un referencia del cine alternativo estadounidense.

Un debut a lo grande el de Robert Redford como director, la más aclamada por la crítica en general de las 6 cintas que dirigiera en total hasta ahora.

Y un comienzo a lo grande, colmada de premios bien merecidos, ya que es una gran película desde lo discursivo y muy profunda desde el planteo conceptual.

Me encontré con una cinta que nos abre el panorama hacia un mundillo lleno de inseguridades, temores, penas, culpas, apariencias, frialdad, escasez de amor, problemas psicológicos post traumático, etc.

Una de las grandes virtudes del filme es el conseguido guión, que muestra en forma cabal las circunstancias tan crudas dentro de las relaciones interpersonales en una familia devastada por la tragedia.

Cada personaje sufre a su manera, cada uno lo expresa de una forma distinta: siendo muy condescendiente el padre, siendo fría y distante la madre, y con depresión en el hijo adolescente. Todo ello causado por la trágica muerte del hijo mayor de la familia, en circunstancias donde todo parece ser que su hermano es el culpable del acontecimiento dantesco.

Me gustó mucho cómo están retratados cada uno de los personajes, muy bien caracterizados, interactúan en un argumento solvente y sólido desde el aspecto lógico.

Los registros dramáticos dominan el filme, logran conseguir una atmósfera apesadumbrada, llena de melancolía y sufrimientos.

Las actuaciones son otro punto a favor, Timothy Hutton en una composición magistral, dando vida al personaje más acomplejado por la desgracia, en parte por sentirse culpable y por otro lado por la etapa de su vida en que se produce esta pérdida. Merecido su Oscar como mejor actor de soporte.

Mary Tyler Moore y Donald Sutherland (!cómo me gusta este actor!) consiguen hacer creíble cada escena del filme, y aportan la cuota de experiencia para darle a la cinta el toque aplomado y sobrio

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