Madre y Función Paterna (Según G. Pommier)

Madre y Función Paterna (Según G. Pommier)

En un principio madre e hijo se encuentran indisolublemente unidos y sucede lo siguiente:

• La madre colmará de cuidados al niño o niña, le proveerá alimento, aseo y caricias.
• El niño o niña de gratificaciones a su madre, aceptando todo el alimento, la higienización y las caricias.

Ambos se sienten el uno completado por el otro.

Para el hijo o hija, esta situación tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, veamos:

• VENTAJAS: El niño se siente, como dicen los norteamericanos, “his majestic  de baby”; siente amor y se siente amado por su madre; se vive a sí mismo como completo.
• INCONVENIENTES: El niño o niña siente que debe complacer a su madre, así como ella lo complace a él. Toda vez que la madre se angustia y se lo muestra al hijo o hija, éste o ésta se preguntará ¿Qué debo hacer para complacerla?, lo que le genera inquietud, inseguridad y odio.

Téngase en cuenta cómo, ya desde tan temprano se ponen en juego las pulsiones éticas y tanáticas. Por un lado, el niño o niña se siente bien con su madre, la ama y ella lo o la ama (Eros, amor, vida), por otro lado se siente mal, odia a su madre y sienta que ella también odia (Pulsión de muerte, agresión, tánatos).

¿Quién se deberá …… de salvar al niño/a de tal relación de amor/odio con su madre? Pues la Función Paterna.

Se denomina así – Según el psicoanalista francés Gerard Pommier – a “algo o alguien que haga que la madre se separe de la cuna”.

Representa un alivio para el niño; el hecho de que la madre manifieste atracción sexual por algún hombre o, en general, por algo que le interese mucho al punto de separarla de la relación Simbiótica con el niño/a, por ejemplo, su trabajo.

Atraídos por el amor del padre, tanto niños como niñas guardan, en un principio, feminizados: receptivos ante la potencia paterna.

La niña seguirá, por lo común, evolucionando en el camino de la feminidad. El niño, en cambio, saldrá de esa senda y pasará a la masculinidad. Pero debe guardar claro – dice Pommier – que el varón ingresa a la masculinidad, no sin antes ser feminizado en su relación con el padre, o sea, la feminización masculinizante.

La función paterna saca al niño del narcisismo en que había quedado inmerso por el amor de su madre.

¿Qué tipo de padres biológicos cumplirían la Función Paterna? Evidentemente, no el que idealiza a su mujer quedando siempre dependiendo de lo que ella haga o diga en relación con los hijos, tampoco el autoritario, el que golpea la mesa diciendo “acá se hace lo que yo digo y basta”. Tanto uno como otro sirven para hacer que los hijos se fijen más en la madre.

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