Marita. Trastorno neurocognitivo

Marita. Trastorno neurocognitivo.

Marita es una ama de casa de 72 años de edad, viuda y vive con dos hijos varones adultos, solteros (40 y 42 años).

 Concurre a la entrevista para una admisión a hospital de día, junto a su hijo mayor, Marcos.

Marita solicita que Marcos se quede en la entrevista, y él comienza a relatar que su madre siempre había sido una persona muy ordenada, por lo tanto, cuando comenzó a olvidarse cosas elementales, su padre comenzó a preocuparse. Refiere también, que el mismo falleció hace 1 año, ella escucha llora.

 Marita concurre a la entrevista, bañada, muy bien vestida y peinada. Saluda de manera serena, cordial y respetuosa.

 Concurrió al médico de familia quien la derivó al servicio de psiquiatría de un hospital general para su examen y desde ahí la derivaron a esta entrevista. Según su hijo, los problemas de memoria se hicieron evidentes cuando se quejaba de que no podía recordar algunos nombres. Todo comenzó antes que su esposo falleciera. Notaron que a veces era incapaz de acordarse de cosas que habían sucedido el día anterior. Debido a que cada vez su problema progresaba, tenía dificultad para calcular el dinero al ir de compras, y a menudo volvía sin las cosas que necesitaba. Marita solo escucha, se la invita a participar, agradece, pero refiere no querer.

 Marita toma medicación, se la administra Marcos.

Suma Marcos que siempre había estado orgullosa de su forma de cocinar, pero ahora “arruinaba” la comida. Se olvidaba también de apagar la cocina o dejaba la canilla abierta. Al escuchar esta frase de Marcos, lo retó, diciéndole que no “exagere”.

Ella, sigue la charla, hablando de Jesica, quien es la que realiza las tareas del hogar, comentando que es una buena “chica” y que limpia como “los Dioses”. Sigue respondiendo a las preguntas afirma que se baña sola y que Jesica la peina y le tiñe el cabello.

Marita, sigue contando, en tiempo verbal presente, que es maestra y que en este año le tocaron “alumnos amorosos”.

 Marcos, agrega que esta jubilada hace 20 años.

Se le pregunta a Marita sobre las actividades que realiza en el día, detalla que “nada”, que recuerda como pintaba cuadros y como leía libros de cuentos, refiere que leía el diario cuando Alfredo (su esposo) lo traía, y que juntos leían la biblia. Por momentos de desorienta en tiempo y espacio, pero retoma la charla y se conecta con el presente. Recordaba los nombres de sus hijos, pero no sus edades o fechas de nacimiento. Su lenguaje es bien articulado pero lento, y poco preciso. Marcos agrega que se evidencia cambios en su comportamiento social, que últimamente no se integra a las charlas familiares y no atiende llamadas telefónicas de amistades que la invitan a eventos, cosa que le gusta participar, pero últimamente se niega, por momentos se la observa apática e irritable.

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