Mirar Al Sol
adanmg18 de Junio de 2015
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Hay diferentes formas para tratar la ansiedad que se origina por el temor a la muerte. Una de ellas es la terapia de la existencia en la que se recurre a la racionalidad, en no creer en lo sobrenatural y que plantea que la vida en general, y la vida humana en particular ha surgido de eventos aleatorios, que aunque anhelamos continuar existiendo, somos criaturas finitas; y que cada uno de nosotros debe decidir cómo vivir de la forma más plena y feliz que le sea posible.
Y como se mencionó en capítulos anteriores un terapeuta bien entrenado que tenga conocimiento de distintos enfoques y experiencia en ellos, también debe desarrollar la sensibilidad para los temas existenciales.
Aunque creo que no es suficiente dicha sensibilidad habrá que recurrir a otros enfoques para una buena terapia para lograr un buen resultado general; ya que la terapia no debe ser impulsada por teorías, sino por la vinculación entre terapeuta y paciente. Se ha demostrado que el éxito de una terapia se debe a la actitud del terapeuta: ser genuino, tener empatía en el momento adecuado y mantener una actitud positiva incondicional hacia el paciente; y en ese proceso de la terapia, soy el guía, el experto, pero no infalible, porque al trabajar con los pacientes lo que hay que buscar es conectarse, y como lograrlo: actuando de buena fe, nada de uniformes, nada de diplomas o títulos, ni fingiendo saber lo que no sé, nada de negarse a responder preguntas y reconocer que también yo soy humano y vulnerable.
Y aun así hay que vivir una vida virtuosa consagrándose a servir y ayudar a los demás a que vivan y tengan una existencia más satisfactoria y que lo que le da mejor sentido a la vida es servir a los demás.
Trabajar con el aquí y ahora es fundamental y solamente el terapeuta sabe cómo tratar al paciente en ese enfoque tan importante recibiendo un entrenamiento psicoterapéutico ya que durante la sesión de terapia tarde o temprano, los pacientes exhibirán la misma conducta que en su vida cotidiana.
Quien sea tímido, arrogante, timorato, seductor o exigente y mostrara en algún momento esa misma manera de proceder con respecto al terapeuta, quien llega a conocer a sus pacientes más a fondo observando su conducta durante las sesiones de terapia y para ayudar al paciente a aceptar que es responsable de la situación en que se encuentra su vida es ver la forma que sea receptivo a la frase siguiente: si eres responsable de lo que va mal en tu vida, solamente tú puedes cambiarlo.
El uso adecuado del aquí y ahora durante la terapia crea un escenario confortable en que los pacientes pueden revelar lo más oscuro y lo más luminoso de sí mismo, escuchar y aceptar observaciones, y algo tan importante, experimentar la transformación personal. Ya que cuanto más se enfoque uno en el aquí y ahora más se unirá uno con el paciente en relación de mutua confianza.
Así que yo como terapeuta debo tener bastante conocimiento de mi ser para confiar en mi capacidad de observación y lograr una relación de manera afectuosa con los pacientes y muy profesional. También utilizar la empatía en algunos casos para una relación terapéutica eficaz en la que exista una conexión entre terapeuta que soy yo y el paciente para ayudarlo a que desarrolle su propia empatía con los demás.
Creo también que cuando una persona muere o deja de existir físicamente nos referimos a él de la siguiente manera “ahí está el cuerpo de fulano de tal” y no nos dirigimos diciendo “ahí está el ser de fulano de tal”; de esta forma estamos conscientemente reconociendo que la vida verdadera no se encuentra en el cuerpo, que es solamente materia e instrumento temporal del espíritu, el cual lo usa para manifestarse en este mundo y como cuerpo limitado comparado con el espíritu, cuando entra en la angustia y llega a un estrés incontrolable ya sea por el temor a la muerte o cualquier otro problema
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