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Noviazgo


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2013  •  Trabajos  •  4.913 Palabras (20 Páginas)  •  224 Visitas

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NOVIAZGO

El noviazgo es una relación amorosa mantenida entre dos personas con o sin intención de casarse y sin convivir. Las personas que mantienen un noviazgo se llaman novios/as. Es una etapa de la vida con la característica principal del enamoramiento, que incluye varias actitudes o pensamiento frecuente en la persona amada, algunas definiciones, sobre el enamoramiento o el noviazgo son:

-La mayor parte del tiempo se presenta idealizada a la pareja con deseo de verse, de conversar, de reunirse.

-Deseo de agradar a quien se ama o planificación intensa para conseguir los proyectos anteriores (agradar, encontrarse...), con ligero descuido de otros deberes.

-Sentimientos y emociones intensos ante la presencia real o imaginada del amado.

-Deseo de servir y buscar el bien del amado

Esto es lo característico del auténtico amor, mientras que los puntos anteriores son algo inestables y propios del amor-sentimiento (que también es correcto).

El noviazgo es una fase transitoria entre dos adultos, hombre y mujer, que deciden tomar un compromiso formal, para comunicarse en profundidad y para aprender a conocerse recíprocamente, en cuanto a carácter, sentimientos, gustos, aficiones, ideales de vida, religiosidad, etc. que les permitirá encontrar las diferencias religiosas, políticas, sociales, económicas, educacionales, de costumbres, etc. Así podrán debatir las diferencias, e intentar conocerlas, aceptarlas y negociarlas, con el fin de llegar a la siguiente fase que es el matrimonio, con plena claridad de ideas para poder formar una buena familia.

El noviazgo es aprender a aceptar a uno mismo y al futuro cónyuge, con las virtudes y defectos, para que sea más fácil encontrar el camino necesario, para formar un matrimonio que pueda crecer en verdadera unión. Favorece la formación de la voluntad, combate el egoísmo, fomenta la generosidad, la confianza, la honestidad, el respeto; estimula la reflexión y el sentido de responsabilidad. Con el noviazgo, se puede practicar la habilidad de resolver conflictos, y comenzar a utilizar formas efectivas de comunicación y de aprender a ver las cosas, de diferentes maneras, antes de que llegar al matrimonio.

El noviazgo en los jóvenes, suele ser una relación muy inestable, que se ve afectada por la inexperiencia propia de la juventud. También influyen terceras personas que juzgan, presionan, imponen, prohíben, etc. Por lo general, los noviazgos adolescentes no son duraderos, por la misma inestabilidad física y emocional de los jóvenes, que muchas veces lo hace insostenible

El noviazgo en la época actual

El noviazgo en su forma actual se caracteriza por una mayor libertad e independencia de criterio, frente a lo que era práctica habitual en otras épocas, a la hora de elegir pareja. A la vez la relación hombre-mujer en el matrimonio se va alejando de los patrones tradicionales. Pero siempre será el tiempo de conocerse recíprocamente en cuanto a carácter, sentimientos, gustos, aficiones, ideales de vida, religiosidad, exigencias para un compromiso conyugal, etc. Puede ser también una excelente escuela de formación de la voluntad, que combate el egoísmo, fomenta la generosidad y el respeto, estimula la reflexión y el sentido de responsabilidad. Es, en definitiva, el tiempo de preparación al matrimonio, tiempo que no debería ser ni demasiado corto (pues no se alcanzaría verdadero conocimiento), ni demasiado largo, que podría constituir una pérdida de tiempo, con perjuicio sobre todo para la mujer, y ocasión de tentaciones. El Magisterio lo presenta como «una preparación a la vida en pareja, que presentando el matrimonio como una relación interpersonal del hombre y de la mujer a desarrollarse continuamente, estimule a profundizar en los problemas de la sexualidad conyugal y de la paternidad responsable, con los conocimientos médico- biológicos que están en conexión con ella, y los encamine a la familiaridad con rectos métodos de educación de los hijos, favoreciendo la adquisición de elementos de base para una ordenada conducción de la familia (trabajo estable, suficiente disponibilidad financiera, sabia administración, nociones de economía doméstica, etc.) »

Noviazgo y castidad

Un aspecto concreto en la dirección espiritual de los novios es orientarlos en los temas relacionados con la virtud de la castidad, en concreto en cómo vivir la sexualidad dentro del noviazgo. Es actualmente muy frecuente la confusión acerca de los criterios morales en las relaciones entre personas jóvenes no casadas de distinto sexo; y no sólo entre los mismos interesados, sino también entre los padres, educadores y otras personas que intervienen de algún modo en su formación. Incluso cuando se trata de cristianos de recta conciencia, es fácil que la presión de un ambiente hedonista les lleve al acostumbramiento y a la condescendencia con ciertas prácticas en el trato social que no son ni cristianas ni conformes a la ley moral.

Digamos de entrada que la castidad en el noviazgo tiene en general las mismas características que la de los demás célibes. Tan sólo cambia la motivación para ciertas conversaciones más personales y algunas demostraciones de afecto, que no sean ocasión de pecado. Ante la perspectiva concreta, real, y relativamente próxima, de matrimonio-aunque no exista la certeza de que se llegará a contraerlo- cabe hablar de una nueva situación en la que el compromiso tiene garantías objetivas y externas de estabilidad, como son la edad, la situación profesional, la maduración del conocimiento recíproco, etc. En esas circunstancias, pueden ser moralmente rectas ciertas manifestaciones de amor mutuo, delicadas y limpias, que no encierren ni siquiera implícitamente una intención torcida, y que en todo caso se han de cortar enérgicamente si llegaran a representar una tentación contra la pureza, en los dos o en uno solo Expresiones de cariño que no son «en parte iguales y en parte diversas» a las propias de los cónyuges, sino esencialmente diversas, como es diverso su compromiso de pacto matrimonial, y que, por tanto, han de estar presididas por el peculiar respeto recíproco que se deben dos personas que aún no se pertenecen: «Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. En esa prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de la esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo de matrimonio las manifestaciones

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