Opinión Clínica

Opinión clínica: Adicción al sexo - Agresión sexual

 Sharon O`Hara, directora clínica del Sexual Recovery Institute (SRI) en Los Ángeles (EE.UU), al ser consultada sobre las razones por las que hombres poderosos han sucumbido por casos de tipo sexual, señaló que todo se trata de una cualidad psicopática, en que el victimario aplica el concepto de que “aquí se hace lo que yo quiero, cuando yo quiero, pues soy muy poderoso”.

Precisó que los adictos al sexo y los agresores sexuales son grupos patológicos DISTINTOS, cuyos comportamientos disfuncionales pueden coincidir.

 Robert Weiss, experto en temas del sexo y autor del libro “Por qué los hombres en el poder pasan al acto” (“Why Men in Power Act Out”), señala que el síndrome se presenta cuando los hombres consideran que están en el súmmum del poder. “Si bien funcionan a niveles intelectuales muy altos, una sensación de invulnerabilidad combinada con poca precaución y una constante presión por el éxito pueden dejarlos emocionalmente vulnerables al grado de socavar los logros que han conseguido con tanto esfuerzo”, dijo Weiis.

Comentó que la adicción al sexo ha afectado a alguna de las personalidades más notables de la televisión, la política y el entretenimiento, citando como ejemplos a los ex presidentes Bill Clinton (EE.UU) y Moshe Katsav (Israel), así como al actor Arnold Schwarzenegger.

 Pero las opiniones en cuanto a la adicción sexual no son unánimes, incluso entre los profesionales de la salud mental. La Asociación Psiquiátrica Estadounidense no reconoce formalmente la adicción al sexo como un desorden mental.

 A DSK (Dominique Strauss – Kahn) su historial personal, desgraciadamente, lo condena. Desde sus contactos sexuales con una funcionaria húngara de su institución, que le debía obediencia, hasta la de la periodista Tristane Banon, que ha planteado una demanda, se encuentra una relación asimétrica con un fuerte ingrediente sórdido donde un jefe somete sexualmente a una subordinada.

Estos hechos tienen algunas similitudes con el acontecido con la mucama en el hotel neoyorquino, que también es de una relación asimétrica donde el varón necesita hacer evidente la vulnerabilidad en que la mujer está ubicada.

Sin dejar de lado la constante, en todos los casos existe el estímulo por medio de la gratificación emocional que le reafirma su identidad de hombre poderoso.

Ciertamente, DSK tiene el perfil, donde no se descarta como una suerte de patología enmarcada en la psicología política, de los que buscan el fracaso al triunfar, relacionada fuertemente con la incapacidad de administrar el éxito o la compulsión de arriesgar todo lo conquistado por una gratificación menor.

Goethe solía decir que: “Aquellos que quieren brillar

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