Pensamiento Divergente

EL PENSAMIENTO DIVERGENTE

―La formulación de un problema es frecuentemente más esencial que su solución, que puede ser tan solo un asunto de destreza matemática o experimental. Plantearse nuevas cuestiones, nuevas posibilidades, ver viejos problemas desde un nuevo ángulo, requiere una imaginación creadora y marca un avance real en la ciencia‖―

Albert EINSTEIN (1938)

El pensamiento se define como el resultado de la actividad intelectual, se deriva de la mente a partir de los procedimientos de la razón, la lógica y la imaginación.

Se definen diferentes tipos de pensamiento, según situaciones y aspectos a su estudio: pensamiento deductivo, el pensamiento inductivo, el pensamiento sistemático, el pensamiento crítico y el pensamiento analítico son algunos de ellos. Pero en este estudio cabe destacar las siguientes formas de pensamiento: pensamiento convergente y pensamiento divergente.

Pensamiento Convergente: pensamiento orientado a la solución convencional de un problema. todo análisis converge en una sola idea de solución.

Pensamiento Divergente o Divergente: Analiza alternativas y posibilidades creativas para establecer diferentes opciones para la resolución de un problema.

El estudio del pensamiento a lo largo del tiempo se había relacionado solamente al pensamiento llamado "convergente", hasta que en la década de los 60 el psicólogo Joy Paul Guilford inició y consideró el rubro del pensamiento "divergente" reconociéndolo como entidad propia e independiente.

No obstante el concepto de pensamiento "divergente" fue acuñado más adelante por el psicólogo Edward de Bono que lo describe como una manera de utilizar y ordenar los procesos del pensamiento y el conocimiento de una manera no tradicional. De modo a crear ideas fuera de las estipulaciones del pensamiento habitual, utilizando técnicas para obtener de un mismo objeto, diferentes puntos de vista.

El pensamiento divergente está íntimamente relacionado con los procesos mentales de la perspicacia, la creatividad y el ingenio. Todos ellos tienen la misma base, pero se diferencian en que mientras estos tres últimos tienen un carácter espontáneo independiente de la voluntad, el pensamiento divergente es más susceptible de ser determinado por la voluntad consciente. Se trata de una forma definida de aplicar la mente a un tema o problema dado, como ocurre con el propio pensamiento lógico. pero de un modo completamente distinto.

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El método más eficaz para transformar ideas no es externo como la contraposición de

nuevas ideas sino interno mediante la reestructuración de la información disponible a la luz de la perspicacia. (Por perspicacia se en-tiende en el contexto de esta obra la profunda y clara visión interna de un tema o de parte de un tema.) La perspicacia es el único modo eficaz de cambiar conceptos cuando la información no puede ser enjuiciada de manera objetiva, y aun cuando pueda serlo, como en el caso de la ciencia, una reestructuración perspicaz de los datos disponibles puede acelerar su progreso. La aplicación del pensamiento divergente v la enseñanza tienen su razón de ser en el hecho de que el último fin de ésta no es la memorización de los datos, sino su uso óptimo.

Cuando las ideas ejercen una función rectora de la información en vez de constituir simples subproductos de la misma, el progreso experimenta una aceleración. Sin embargo en la enseñanza se carece hasta la fecha de medios para el cultivo de la perspicacia; se procede a una simple acumulación de información con la esperanza de que en un momento dado aparezca la perspicacia con su efecto clarificador. Para superar esa situación se ha desarrollado el pensamiento divergente como instrumento para el uso consciente y deliberado de la perspicacia.

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La perspicacia y el ingenio se basan en una reestructuración de los modelos. al igual que la creatividad, aunque ésta exige ante todo la superación del efecto restrictivo derivado de la rigidez de los modelos. A esta liberación de los modelos, el pensamiento divergente añade la formación de nuevos modelos.

El pensamiento divergente tiene mucho en común con la creatividad: pero mientras esta

última constituye con excesiva frecuencia sólo una descripción de resultados, el pensamiento divergente incluye la descripción de un proceso. Ante un resultado creativo sólo puede sentirse admiración: pero un proceso creativo puede ser aprendido y usado conscientemente. La creatividad está rodeada de un aura mística, a la manera de un talento misterioso, lo cual quizás es justificable en el mundo del arte, que exige sensibilidad estética, emotividad y capacidad innata de expresión, pero tiene menos razón de existir en otros campos. Cada vez se valora más la creatividad como factor de cambio y de progreso; se le confiere un valor superior al conocimiento técnico a causa de que éste es más asequible. Para poder hacer pleno uso de la creatividad es preciso extirparle ese halo místico y considerarla como un modo de emplear la mente y manejar información. Tal es la función del pensamiento divergente.

El pensamiento divergente tiene como fin la creación de nuevas ideas, normalmente se

relacionan las ideas nuevas con el ámbito de la invención técnica; sin embargo, la

invención de nuevos dispositivos técnicos es sólo uno de los múltiples aspectos que derivan de la creatividad. Las nuevas ideas son factores de cambio y progreso en todos los campos, desde la ciencia y el arte, a la política y la felicidad personal.

El pensamiento divergente tiene como función también la liberación del efecto restrictivo de

las ideas anticuadas. Ello conduce a cambios de actitudes y enfoques, a la visión diferente de conceptos inmutables hasta entonces. La liberación del efecto polarizador de las viejas ideas y el estímulo de nuevas ideas es una doble función del pensamiento divergente.

El pensamiento divergente difiere fundamentalmente del pensamiento vertical o lógico,

basado en el avance de las ideas a través de fases justificadas en sí mismas.

De Bono (1970)

El pensamiento divergente se presta como recurso para un cambio individual y a la vez social, ya que aporta nuevas respuestas a todo tipo de cuestionamientos sean ya conocidos o replanteados como resultado del mismo pensamiento divergente.

LA CREATIVIDAD

Se define la creatividad desde su raíz etimológica del latín específicamente del verbo creare. La capacidad de crear, de innovar y por ende de realizar algo original o no tradicional, con el objetivo de satisfacer un determinado propósito.

En algún momento, por la falta de estudios serios sobre ella de parte de la sociedad que estableció su nueva importancia, está se limito a ser asociada a personas que utilizan el hemisferio derecho del cerebro, a personas que se desenvuelven en los campos artísticos. Se interpretó de la creatividad como una parte mística-mágica-intuitiva-imaginativa del pensamiento humano estipulando que el desarrollo de ella se logra solamente a través del arte, desligándose del pensamiento racional y científico.

En diferentes sistemas de educación global se ve necesaria la inserción de asignaturas basadas en expresión artística suponiendo que está resolverá el problema de la falta de creatividad en los niños, basándose en esta reflexión se obtiene una idea poco sustentada y anti metódica de la creatividad, bastante alejada de la realidad, ya que prácticamente el problema es más profundo, porque se genera en un nivel más primario del crecimiento del niño, su pensamiento e intelectualidad. . Un supuesto es que el problema se origina en el hogar desde temprana edad, otro que se genera en la vida escolar del infante, pero no exactamente por el contenido de las asignaturas sino por la opresión de su expresividad individual y ausencia de libertad de pensamiento. Cabe destacar que si existen individuos capaces del desarrollo de la creatividad innata, pero el porcentaje de estos es menor que el de niños faltos de iniciativa e innovación.

De manera que el pensamiento divergente, ligado intrínsecamente con la creatividad, expresa la verdadera esencia de esta otorgándole un cambio conceptual y la pone al servicio de todas las capacidades humanas, no solamente centrándose en campos artísticos, sino en el entorno general de la acción humana.

Estudios del proceso creativo nos adelantan en el camino de su comprensión de manera que esta habilidad pueda desarrollarse, mejorarse, impulsarse o eliminar algunos paradigmas que la inmovilizan.

―No menos grave es el falso concepto que circula de creatividad como si fuera una inspiración gratuita, súbita e imprevisible de la mente, iluminada por desconocidos influjos extranaturales‖. (Secadas, 2002).

El encontrar una solución de manera fácil, rápida y efectiva depende de la experiencia, la cual se basa en conocimientos adquiridos, esa información almacenada en la memoria que es analizada, reordenada de forma nueva y distinta en un proceso previo profundizando la propia experiencia en busca de esas soluciones a los cuestionamientos.

De esta manera la curiosidad para la creación de la experiencia, en el caso del niño es fundamental en el desarrollo de la creatividad ahora entendida en el contexto del pensamiento divergente.

Y cabe mencionar que la motivación es parte fundamental para el desarrollo del niño, en definitiva, un ambiente que ofrezca recursos, reconocimiento

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