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Problemas De La Etica


Enviado por   •  18 de Agosto de 2013  •  1.967 Palabras (8 Páginas)  •  239 Visitas

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En este documento plasmare mi pensar y sentir acerca de la ética profesional de un oficio o profesión muy destacada y tal vez un poco o un mucho mal valorada ante la sociedad quien es la encargada de exigir y también de agradecer el grande esfuerzo que existe en el país en el rubro de la docencia.

Hablar de ética profesional es un tema un poco complicado porque si bien es cierto en cada oficio, profesión o individuo la ética tiende a ser un poco maleable puesto que dependiendo de nuestro ser es como desempeñaremos esta gran responsabilidad primeramente ante nosotros como individuos con un grado de conciencia y profesionalismo alto y después con la misma sociedad quien es la que nos demandara o regirá la forma de nuestra ética.

El desarrollo ético no es un hecho aislado, sino un fenómeno social producto de nuestra vida en comunidad, en la que hay que resolver problemas que afectan a la vida de las personas y a su desarrollo. La educación no es un problema de la vida privada de los profesores, sino una ocupación socialmente encomendada y que lo responsabiliza públicamente. Aquí, se plantea el conflicto entre la autonomía del docente y su responsabilidad ante la sociedad.

Todo trabajo tiene en su estructura un objetivo, un objeto, un medio y un resultado. En el caso específico del trabajo docente consiste en que desde el principio hasta el final se produce un proceso de interacción entre hombres, esto significa que en este tipo de trabajo los objetivos, tareas y métodos de enseñanza y educación son determinados por factores sociales y se hacen realidad en forma de relaciones entre personalidades, esto es lo que acentúa su esencia moral.

Las relaciones del docente con la sociedad

Las relaciones del docente con la sociedad son un lazo o un vinculo que siempre van a existir debido a la importancia de esta profesión, pues si bien es cierto la sociedad está en todo su derecho de buscar el conocimiento y exigir que se proporcione dicho conocimiento y es en esta parte donde la profesión de docencia entra en acción pues es el docente el que tiene que tiene la responsabilidad de compartir su conocimiento ante una nueva sociedad constantemente, siendo el punto crítico o clave de observación constante puesto si desempeñase mal su profesión, esta una sociedad atenta esperando los mejores resultados.

Por otra parte la ética profesional del docente refleja la necesidad de una sólida preparación del docente para impartir clases con calidad, así como un nivel de actualización y un dominio profundo de las características del nivel escolar para el que se prepara a los futuros graduados, lográndose incorporar a los modos de actuación del docente las regularidades de la profesión, donde las actividades que planifiquen y organicen estén dirigidas a modelar, proyectar y resolver problemas que debe enfrentar el futuro egresado en su esfera de actuación, según su perfil, por lo que la responsabilidad del profesor incluye tanto imprimir carácter profesional al proceso de formación como profesionalizar el proceso según el perfil.

El proceso permanente de adquisición, estructuración y reestructuración de conocimientos, habilidades y valores para el desempeño de una determinada función, en este caso el trabajo que realiza el profesorado, podemos entenderlo como: formación. La modelación de las prácticas y del pensamiento, así como la instrumentación de estrategias de acción técnico-profesionales operan desde la trayectoria escolar del futuro docente, ya que a través del tránsito por diversos niveles educativos el sujeto interioriza modelos de aprendizaje y rutinas escolares; que se actualizan cuando se enfrenta ante situaciones donde debe asumir el rol de profesor.

Relación docente escuela

La institución educativa, donde el docente inicia sus actividades académicas, se constituye inmediatamente en la institución formadora del docente, modelando la forma de pensar, percibir y actuar, garantizando la regularidad de las prácticas y su continuidad a través del tiempo. De aquí la importancia de la formación permanente del profesorado, que se lleva a cabo en servicio, a lo largo de toda la carrera, de toda la práctica docente, ya que toma a esa misma experiencia como eje formativo

Las relaciones que deben existir con el docente y la escuela deben ser buenas con la dirección y sus compañeros de docencia para facilitar e incluso mejorar el ser de la persona como docente.

El aula es, sin duda, el medio fundamental donde el docente despliega sus recursos personales y didácticos para cumplir con su labor, que tiene como eje medular la relación con el alumno. Y como toda relación humana, posee unas características implícitas y explícitas que le imprimen un sello y dinámica particular. No obstante, la relación profesor-alumno en el aula presenta algunas configuraciones que la hacen especialmente diferente de cualquier otra interpersonal.

La relación entre el profesor y el alumno no se establece sobre la base de simpatía mutua, afinidad de caracteres o de intereses comunes. Es una relación -bipolar de ida y vuelta- que se establece entre personas de diferente edad y grado de madurez. A la intensidad, variedad e irracionalidad de las reacciones, de los comportamientos, de las actitudes y de las motivaciones de los alumnos, el profesor debe responder con paciencia, ecuanimidad, prudencia y exigencia en su actuar, en sus juicios.

Relación docente alumno

La relación de docencia-alumno es una relación interpersonal pero no amical. El maestro se pone al servicio de los fines particulares del alumno. En la docencia, la persona del maestro se entrega, por tanto, a la consecución de los fines del estudiante. En cambio, el discípulo no se pone a su vez al servicio de los fines particulares del maestro. El maestro ‘da’ y el alumno ‘recibe’, sin devolver. El alumno -en el buen sentido del término- es ingrato siempre; lo es por definición, por esencia. Lo es por necesidad vital, con una ingratitud no imputable al vicio y de la que el maestro rigurosamente no tiene derecho a quejarse.

A l profesor le compete marcar el inicio, la dinámica y la continuidad de la relación. En primer lugar, porque es a él a quien corresponde generar

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