Psicoanálisis

1901- Publicó la obra: Psicopatología de la vida cotidiana.

1905- Publicó la obra: Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad. (Explica las neurosis por una regresión a las etapas de la vida infantil en las que se manifiestan impulsos sexuales importantes).

Las obras de Freud fueron estudiadas y analizadas al igual que criticadas, en especial por dos corrientes una de los terapeutas y la segunda de la educación. Entre los terapeutas se encuentran:

-Melanie Klein: Recurre al juego. Observando las preferencias de los pequeños enfermos por unos juguetes sobre otros, y la forma en que los utilizan, interpreta los trastornos neuróticos a la luz de la teoría freudiana y se los explica de inmediato a los niños, método a veces brutal.

-Zulliger: Intentaba aplicar esos contenidos a los problemas cotidianos de la escuela, intentando por ejemplo, interpretar la figura del maestro como ideal o el juego del niño como interacción no verbal con la opción de una intervención terapéutica. En 1942, desarrolla su propio test que será publicado en 1948, el que fue realizado para el Servicio Psicológico del Ejército Suizo. La idea original fue desarrollar un test proyectivo de interpretación de manchas. El «Test Z» es, entonces, una prueba proyectiva que requiere menos tiempo para su aplicación y posterior corrección, y que ofrece resultados satisfactorios, puesto que su aplicación –al menos respecto del test individual de Zulliger- ha mostrado que la amplitud de sus resultados es, a menudo, idéntica a la de las pruebas de Rorschach y Behn. Las tres láminas contienen todos los elementos de estas dos pruebas.

-Maud Mannoni: Da prioridad a la verbalización de los trastornos, lograda mediante la conversación directa o indirectamente por medio del dibujo o del teatro de marionetas. La teoría freudiana sirve de sostén a la reflexión de la psicoanalista: al apoyarse a la vez en la observación del paciente, en sus reacciones diversos estímulos lúdicos.

La segunda corriente es la de los educadores dedicados a poner en práctica las enseñanzas del psicoanálisis freudiano en la educación de los niños normales. Entres los educadores citados están:

-Ana Freud (hija de Sigmund Freud): Se dedicó a explicar a los educadores preescolares todo el partido que podían sacar del psicoanálisis. Anna apoyó la creación del Asilo e Instituto Baumgarten, para niños judíos huérfanos de guerra. Allí se formó un grupo dedicado a estudiar los problemas de aprendizaje y de psicología del niño.

-Hans Zulliger (como maestro): Llevó a cabo una empresa en cierto sentido artesanal. Enfrentando cotidianamente con la pandilla de escolares, niños y niñas, de clase rural, encontraba habitualmente todo el abanico de los defectos infantiles: pereza, agresividad, mendicidad, robo, crueldad.

-Alexander Sutherland Neill: Fundó en 1921 una escuela “libre”, consideraba temibles los efectos de tantos años de docilidad y obediencia ciegas por que lógicamente debían conducir a la aceptación de toda autoridad y al deseo de ser convencional, normal, correcto, dispuesto a aceptarlo todo.

El psicoanálisis se desborda del marco puramente educativo para convertirse en una filosofía de la existencia, con todos los riesgos propios de la empresa. Georges Mauco destaca en el libro la congruencia de entre los métodos pedagógicos activos, aquéllos que “permiten a sujeto expresarse en lo que tiene de más autentico, le procuran a la vez satisfacciones narcisistas y mejores relaciones con su medio”.

Dentro de las ventajas del psicoanálisis se encuentra la de encarnar toda la historia del sujeto, por el hecho de que tiende a explicar el presente a través del pasado. Mediante conversaciones, mediante la entrevista con las personas próximas

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