Psicoanalisis

Psicoanálisis

Para comenzar primero tenemos que resolver una pregunta, ¿Qué es el psicoanálisis? No fácilmente se puede definir con una sola palabra, decir que es teoría y práctica, investigación de lo inconsciente y un tipo de tratamiento de los problemas mentales y emocionales y un conjunto de teorías psicológicas derivadas de la investigación y el tratamiento. De esta manera es como Sigmund Freud define al psicoanálisis.

El método de investigación consiste en buscar el significado inconsciente de las palabras, acciones emociones, sueños fantasías de un individuo.

El tratamiento consiste en la exploración del inconsciente a través de la asociación libre, donde el paciente logre comprender las circunstancias generalmente inconscientes que han dado origen a sus afecciones o son la causa de sufrimientos o malestares psíquicos.

Y las teorías psicológicas donde se sistematizan los datos aportados por el método psicoanalítico de investigación y tratamiento.

Psicoanálisis creado por Sigmund Freud en 1895 en Viena. Medico neurólogo que comienza a atender enfermedades a las que no se les encontraba causa orgánica, una de ellas fue la neurosis histérica que se presentaba principalmente en las mujeres y se caracterizaba por los siguientes síntomas, ceguera, parálisis, migraña.

En el tratamiento con las pacientes descubre que hay aspectos reprimidos que es lo que conforman la parte inconsciente, se trata de deseos sexuales en los que aparece la experiencia compleja de Edipo.

El objeto del psicoanálisis es analizar el inconsciente, y hacer lo inconsciente consciente.

[Análisis de la psique = análisis de la mente]

Freud adquiere la convicción de que el comportamiento humano no depende del substrato físico y químico de la persona si no que se origina en un psiquismo carente de la realidad concreta.

En la teoría freudiana, Freud elaboro la noción del inconsciente donde al comienzo vio en el inconsciente el lugar de acumulación de los afectos reprimidos; y se sabe que el inconsciente no puede definirse como una especie de “desahogo del espíritu”, si no que contiene los efectos reprimidos susceptibles de generar neurosis.

Con toda naturalidad, el inconsciente y la teoría de las zonas de conciencia llevaron a Freud a interesarse por los sueños: cuando la voluntad esta aniquilada, no hay obstáculos que impidan oír las voces que suben de las profundidades del ser.

Freud en 1900 publica su libro de los sueños llamado “la interpretación de los sueños”, interpreta los sueños como deseos inconscientes reprimidos, manifestados como una totalidad simbólica factible de traducir a partir de la asociación de sus elementos aislados.

Se habla de dos tópicas freudianas, la primera en que se establece una distinción fundamental entre inconsciente, preconsciente y consciente, y la segunda que distingue tres instancias: el ello, el yo, el superyó”.

El inconsciente, está compuesto por contenidos reprimidos que buscan regresar a la conciencia o que nunca fueron conscientes, darse cuenta de las cosas.

El preconsciente, paso de lo que es inconsciente a lo consciente

Y el inconsciente es de lo que no nos damos cuenta, y se expresan en los sueños, catos fallido, represión (sexualidad).

La segunda tópica se organiza de la siguiente manera: el “ello”, es la instancia más antigua y original de la personalidad y la base de las otras dos. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos o pulsiones más primitivos. Constituye, según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano. Opera de acuerdo con el principio del placer y desconoce las demandas de la realidad.

El “superyó”, es la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura. Consta de dos subsistemas: la "conciencia moral" y el ideal del yo. La "conciencia moral" se refiere a la capacidad para la autoevaluación, la crítica y el reproche. El ideal del yo es una autoimagen ideal que consta de conductas aprobadas y recompensadas.

El “yo” es una parte del ello modificada por su proximidad con la realidad y surge a fin de cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de acuerdo con el mundo exterior, a la vez que trata de conciliarse con las exigencias del superyó. El yo evoluciona a partir del ello y actúa como un intermediario entre éste y el mundo externo.

Freud define el complejo de Edipo como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio).

El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño». Freud describe dos constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico:

• Complejo

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