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Psicología Evolutiva Niñez

maru35396Tutorial20 de Mayo de 2012

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icha de Estudio.

Materia: Psicología Evolutiva Niñez

Período de latencia: características típicas

"Rubén tiene un problema y una alegría; son, en ese orden, el diente flojo que debería caerse pero no cae y Silvia, que por fin le dijo que lo quiere. El problema necesita solución más urgente que un telegrama. Nada debe oscurecer lo de Silvia.

Si no fuera por eso estaría tan contento como cuando san Lorenzo iba primero y cantaron con papá oyendo como Fioravanti dijo por la radio que el juego del ciclón brilla. (...) .

Si no fuera por el diente, la cara de Silvia, ayer, cuando dijo me gustás vos, sería lo único. Porque Silvia es la más linda y hace mucho que Rubén la busca. (....)

Ayer, en la siesta, en vez de irse cada uno con sus amigos -ella con las chicas y él con los chicos- se encontraron en el galpón de la casa de Ruibé; el galpón está en el fondo del patio, repleto e muebles inservibles y de herramientas con las que papá cultiva verduras y planta sus árboles y los poda. Entraron, cerró la puerta con la tranca, y buscó el lugar más protegido, entre .los sillones que eran de la abuela y la cama destartalada que no sabe de quién fue. Ahí, en ese escondite, hablaron. (....) y porque ya terminaba la siesta y él le dijo sin mirarla que ella le gustaba para siempre y se despidieron sin besarse, aunque ya son novios."

Edgardo Gilli

Presentación.

El período de latencia ha quedado relegado en la producción bibliográfica de nuestra disciplina, si comparamos con la abundante producción de trabajos sobre otros períodos del desarrollo.

Nos proponemos en este trabajo rastrear los principales conceptos freudianos acerca de este período y enriquecerlos con los aportes de otros autores, de manera de sacar a la luz al período de latencia, con toda la riqueza que encierra, con las transformaciones intrapsíquicas que implica, con los conflictos que la constituyen y con sus manifestaciones conductuales más características, las que se ven altamente influenciadas por factores de orden social, cultural y económico.

Realidades éstas últimas cuya influencia sobre la infancia se hacen cada vez más visibles, mostrando el temprano sufrimiento, las carencias y la precocidad sexual que rompen la concepción de una infancia monolítica asociada a la felicidad, el juego y los rituales típicos que se transmiten de generación en generación. Esperamos también entonces interrogarnos, cuestionarnos, preguntarnos, por ejemplo, si es posible en las condiciones actuales hablar de latencia y si lo es, especificar qué denominamos de esta manera.

Esperamos así acercar al alumno un material que le facilite construir una perspectiva amplia sobre esta etapa de la vida en los niños, comúnmente caracterizada de una manera simple y breve como un tiempo en el que la sexualidad no se hace ver y en el que se desarrollan aspectos fundamentalmente intelectuales (interés por el aprendizaje) y sociales (integración mayor al grupo de pares).

Nos proponemos también generar en los alumnos el interés por interrogarse sobre diferentes aspectos de la segunda infancia, especialmente en relación al momento actual y los diferentes contextos en los que transcurre.

Utilizaremos, para ejemplificar algunas de las cuestiones trabajadas, una experiencia realizada desde la cátedra en el año 2002 de observación a grupos de latentes que concurrieron al Museo de los niños ubicado en el Shopping Abasto y citaremos fragmentos de textos literarios.

Definición del período

¿Es posible hablar hoy de latencia sexual? Si es posible, ¿qué formas asume en el mundo actual? ¿Cuáles son sus características de acuerdo a la situación socioeconómica y cultural en que viven diferentes niños y niñas? Cómo impactan los cambios culturales que los exponen en la actualidad a ser partícipes de problemáticas antes reservadas exclusivamente a la vida adulta? Cómo incide, en los niños/as del periodo de latencia, la exhibición constante que hacen los medios de comunicación, tanto gráficos como audiovisuales, de temáticas sexuales? Qué consecuencia puede tener, sobre la sucesión esperable de las etapas del desarrollo, la eliminación de la diferenciación entre adultos y niños que realiza la ley del mercado al considerar a unos y otros como consumidores en igual grado?

Comenzar por revisar las definiciones y nociones que Freud desarrolla sobre el período de latencia (ver anexo final sobre distintas citas freudianas que consideran este período) es un camino necesario a recorrer para ir buscando respuestas a las preguntas planteadas. Podemos intentar definir el período de latencia, en base a diferentes criterios:

- Por su ubicación cronológica

- Según sus aspectos descriptivos

- Desde una perspectiva metapsicológica

El orden planteado no implica la importancia asignada a cada uno de los criterios.

Así pues, si definimos el período de latencia por su ubicación cronológica, podemos decir que se ubica entre el Complejo de Edipo y la pubertad. Es decir que se inicia con el sepultamiento del Complejo de Edipo, la constitución del Superyó y la instalación de los diques: sentimientos de asco y pudor y barreras éticas y estéticas en el interior del yo. Se extiende hasta la metamorfosis de la pubertad, en la cual niños y niñas se encuentran con un nuevo cuerpo, con una nueva exigencia pulsional y con la reanimación de las aspiraciones e investiduras de objeto de la temprana infancia, así como las ligazones de sentimiento del Complejo de Edipo.

Esta definición se correlaciona directamente con las afirmaciones de Freud acerca de la acometida en dos tiempos de la sexualidad.

En 1925 Freud, En “Presentación autobiográfica” escribía:

"El carácter más notable de la vida sexual humana es su acometida en dos tiempos con una pausa intermedia. En el cuarto y quinto años de vida se alcanza la primera culminación, pero luego se disipa ese florecimiento temprano de la sexualidad, las aspiraciones hasta entonces vivas caen bajo la represión y sobreviene el periodo de latencia, que se extiende hasta la pubertad y en el que se instituyen las formaciones reactivas de la moral, la vergüenza y el asco. (NOTA (1935): El periodo de latencia es un fenómeno fisiológico. Empero, sólo puede provocar una interrupción completa de la vida sexual en aquellas organizaciones culturales que han incluido en su programa una sofocación de la sexualidad infantil. (No es este el caso en la mayoría de los pueblos primitivos.)"

De manera descriptiva se puede definir el período de latencia por la disminución del interés por las actividades sexuales y el ocultamiento de aquellas que permanecen. El deseo de aprender toma el lugar de los intereses y la curiosidad sexuales previos y el niño y la niña invierten su energía, ahora disponible, para descubrir aspectos del mundo en el que viven y para integrarse en nuevos grupos sociales fuera del ámbito familiar. La exclusividad de la importancia de las figuras parentales queda acotada por el conocimiento de otras familias y la relación con otras figuras de autoridad, principalmente los maestros, que heredan la historia afectiva que tenían con sus progenitores. El lenguaje se vuelve paulatinamente el principal medio de expresión y comunicación, gracias a la estabilización del proceso secundario. Los niños/as piensan, reflexionan, se ponen en el lugar de los otros, ganan en autonomía, desarrollan su propia moral.

Podemos decir que entre lo 7 y los 12 años se produce un giro decisivo en el desarrollo mental y afectivo.

Aparecen nuevos sentimientos morales como la honestidad, la camaradería, la justicia, y una organización de la voluntad. El equilibrio afectivo se hace más estable.

Desde el punto de vista metapsicológico, en la latencia el aparato psíquico sufre una transformación. Una nueva instancia, el Superyó, se incorpora con la internalización de las figuras parentales, sus prohibiciones e ideales. El Yo debe cumplir sus funciones respondiendo a esta nueva organización. La acción inmediata como respuesta a los impulsos se coarta, aumenta el fantaseo y el pensamiento reflexivo .

En este período se organiza definitivamente la heterogeneidad del Aparato Psíquico y la consecuente dinámica entre el yo y sus vasallajes respecto del Ello, el Superyó y la realidad.(2ª tópica)

Considerado desde la primera tópica podría decirse que su comienzo está marcado por la estabilización de la represión primaria y la divisoria intersistémica, es decir la consolidación de la diferencia entre el sistema Preconsciente-Consciente y el sistema Inconsciente.

La constitución del Superyó y la erección de diques: sentimientos de asco, pudor y barreras éticas y estéticas en el interior del yo son poderosas formaciones reactivas frente a la sexualidad infantil que se reprime o se sublima, mediante la derivación hacia otros fines, el cambio de objeto y la aceptación cultural de sus producciones.

Analizando estas definiciones vemos un fuerte argumento para pensar que a pesar de los contextos socioculturales cambiantes, de los posibles cambios biológicos que parecen acortar la distancia entre la declinación del Complejo de Edipo y la pubertad, existe para todos los niños/as un compás de espera, una imposibilidad estructural y biológica que sigue sosteniendo un período en el que la sexualidad, a pesar de no desaparecer totalmente sus manifestaciones, no encuentra nuevas metas ni nuevas

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