Psicopedagogia

Los a dolescentes (con edades entre 15 y 20 años) que estudian la secundaria en el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). forma parte de una de la exclusión educativa, todos estos jóvenes fueron victimas del fracaso escolar dentro de su trayectoria educativa, lo cual limita sus posibilidades de desarrollo, cognitivo, social, emocional y económico (Ruiz, 2009) quedando, en muchos casos, en un sistema que nace como alternativo, que en su creación no los contempla, inclusive el nombre del Instituto solo menciona la educación para los adultos, siendo que una gran cantidad de jóvenes no han concluido su educación básica al cumplir los quince años, aun en el distrito Federal, en muchas delegaciones, este porcentaje, es mayor al cincuenta por ciento .Existen diversas razones para que los estudiantes salgan del sistema tradicional e ingresen posteriormente al sistema abierto, estos son en su mayoría problemas de conducta y problemas de aprendizaje, sin embargo estos estudiantes muestran una inquietud por superarse, quieren un trabajo mejor y desean seguir estudiando.

No obstante, el INEA no esta cumpliendo con las necesidades de la población en su totalidad, “faltan avances en el vínculo entre las características de la oferta y la demanda” ( Hernández, 2008) Siendo reciente la contemplación de los jóvenes inmersos, no hay un conocimiento de este tipo especifico de población, de sus características socioemocionales y cognitivas. Requiriéndoles ser estudiantes autónomos e independientes, e inclusive con la formación de una identidad, habiendo una carencia de herramientas y apoyos que les permitan desenvolverse adecuadamente en ente sistema o les faciliten la inmersión posterior a un sistema escolarizado.

Aclarando algunos antecedentes: El modelo del MEVyT se implanta a partir del año 2000, con el cual se incluyente en la población objetivo los jóvenes, para lo cual se incluyen módulos con temáticas de interés para ellos (jóvenes y sexualidad, ser joven entre otros). Este modelo busca dar conocimientos y desarrollar habilidades que mejoren la calidad de vida de los estudiantes y promuevan el mejoramiento de la vida escolar, familiar, social y personal.

Es un modelo que no esta preparado para recibir a una población adolescente y no tiene conocimiento de la misma, así como de su desarrollo socioemocional y los procesos específicos que muchos estudiantes atraviesan al ingresar a este modelo.

Habrá que tomar en cuenta que La adolescencia es un proceso de crisis y tensiones, de confusión de emociones y conductas. Es un periodo de transición que va de la niñez a la edad adulta que va aproximadamente de los 11 o 12 años, comenzando con la pubertad a los 19 o inicio de los 20, conllevando importantes cambios físicos, cognoscitivos y psicosociales (Papalia,2001) En este caso hablaremos de adolescentes en una etapa media o tardía, ya que el MEVyT no admite estudiantes menores de 15 años, los adolescentes en estas etapas intensifican la relación con sus compañeros, aumentan los problemas con sus padres y hacia el final de las mismas desarrolla ya su propio sistema de valores e identidad personal y social que le permite intimar ( Gómez, 2008).

La distancia emocional entre los padres y el adolescente aumenta y se busca la autonomía y la independencia, que no son completamente posibles en esta etapa. En este caso estamos tratando con adolescentes que se encuentran fuera de un sistema educativo y cuyas relaciones con compañeros serán con personas en la misma situación, pudiendo ser adolescentes o adultos. Son estudiantes que pueden dedicarse exclusivamente a estudiar, siendo la mayoría, o que tienen además una actividad laboral.

Es importante considerar, que los estudiantes ingresan a un sistema que carece de reconocimiento social, culturalmente en los imaginarios, conceptos, reglas y códigos institucionales son los espacios de educación escolarizada los que son destinados para los jóvenes teniendo altos valores de los códigos culturales de la escuela tradicional, el prestigio escolarizado ( Hernández, 2008). Por estas causas al ingresar a un sistema no escolarizados se encuentran con una doble estigmatización por un lado por su exclusión del sistema escolarizado, lo cual los caracteriza como estudiantes “problema” o “indisciplinados” y por el otro por pertenecer a un sistema culturalmente no aceptado. Esta situación puede, y conduce la mayoría de las veces, a una interiorización del estigma (Hernández, 2008) con lo cual la configuración de una identidad será bajo este proceso y en este sentido y se asumen conductas acordes a la etiqueta que se les ha impuesto, pudiéndose comportar como estudiantes problema, rechazados o inadaptados; lo cual podrá limitar la participación exitosa en la educación y en su desarrollo posterior. De esta manera la formación de la identidad de estos adolescentes estará permeada por la estigmatización , ingresaran a la vida adulta sin un sentido estable de cómo son y como encajan en la sociedad, habiendo ya vivido una situación de exclusión escolar.

El sentido de identidad contribuye a darle dirección, propósito y significado a la vida. Al estar estos adolescentes en un sistema socialmente devaluado y con antecedentes de fracaso se sentirán ajenos al sistema educativo, al mundo en el que se desenvuelven fuera de la escolarización, será un obstáculo para la transición exitosa a la adultez, del desarrollo de una identidad, e inclusive un obstáculo para que terminen la educación básica.

La interiorización del estigma permea el desarrollo del auto concepto y la autoestima, siendo este un aspecto que implica juicios sobre la valía de uno mismo y los sentimientos asociados con estos juicios (Berk, 2004) llegan al MEVyT con un historial de fracaso escolar, con etiquetas sobre si mismos que son interiorizadas y así el adolescente se siente fracasado, la autoestima se vera impactada negativamente.

La autoestima es afectada en gran medida por la cultura, que no valora los estudios de estos adolescentes, ya que se encuentran en un sistema devaluado y de la misma forma será visto el adolescente por si mismo.

La autoestima académica que tiene que ver con el logro escolar y la voluntad para esforzarse en tareas desafiantes. (Marsh, Smith & Barnes, 1985, en Berk, 2004). Los adolescentes del MEVyT tendrán expectativas poco realistas sobre el éxito, sintiéndose devaluados y con una autoestima escolar realmente pobre, incapaces de ser buenos estudiantes.

La autoimagen se centra en como él adolescente encaja en un grupo, sus sistemas de valores a menudo dependen de los valores de los demás (Douvan y Adelson, 1966

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