Puertorriqueños

Como puertorriqueños nos une fundamentalmente nuestra cultura compartida y nuestro sentido de identidad propio como pueblo. Somos solidarios con nuestros compatriotas, aunque en ocasiones podemos rayar en un paternalismo negativo por el famoso “¡Ay bendito!”, es muy positivo que seamos sensibles a las necesidades de nuestros familiares, amigos y vecinos. Nos crecemos ante la adversidad, ya que han sido múltiples las instancias a través de nuestra historia (como por ejemplo en época de huracanes) en que nos hemos unido para enfrentar situaciones de crisis de manera exitosa, y hemos podido levantarnos para seguir adelante. Somos creativos, desde las manifestaciones artísticas (como por ejemplo artesanos, obreros, empresarios y científicos) siempre somos capaces de crear obras de gran valor estético, de generar productos y servicios que sirven las necesidades de la humanidad. La forma particular en como enfrentamos las situaciones difíciles. No podemos olvidar que también nos identificamos como puertorriqueños primero y con todo lo que represente a Puerto Rico, nos sentimos orgullosos de los triunfos de nuestros atletas, artistas y reinas de belleza a nivel internacional. Pero entiendo que lo mas que nos une como puertorriqueños es que todos queremos "cambios" y también "lo mejor para Puerto Rico". Igualmente deseamos una sociedad más justa y desarrollada, más segura, mejor educada, más solidaria y mejor gobernada.

Una realidad que, desafortunadamente, está muy presente en la sociedad puertorriqueña y que aun no se erradica del subconsciente social y operacional es ese odio, recelo, hostilidad e intolerancia hacia el extranjero tiene nombre, xenofobia. Aunque también suele utilizarse para describir la fobia hacia grupos étnicos diferentes o hacia las personas cuya fisonomía social, cultural y política se desconoce o no se entiende. Se trata, de hecho, de un tipo de discriminación que se basa en distintos prejuicios, históricos, religiosos, culturales y nacionales. “Generalmente son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Y, aún si hay diferencias, siempre se pueden encontrar equivalencias”, agrega Rivera, mientras enfatiza en la importancia de combatir los estereotipos de los puertorriqueños en el Nuevo Día.

Entiendo que ser tolerante y abierto de mente es esencial para respetarnos unos a otros y poder convivir sin problemas. Al igual que para el desarrollo de cualquier proyecto de Puerto Rico debemos utilizar como punto de partida los elementos que verdaderamente nos unen y dejar a un lado el odio, la violencia, el maltrato y todas las cosas negativas que nos separan para así poder ensenar a los niños y jóvenes que son el futuro de Puerto Rico y lograr unir voluntades y acciones de manera efectiva para alcanzar una mejor calidad de vida como pueblo y un mejor Puerto Rico.

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