ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Quiero Hacer Mi Trabajo


Enviado por   •  27 de Mayo de 2014  •  1.445 Palabras (6 Páginas)  •  215 Visitas

Página 1 de 6

Caso: ¡Quiero hacer bien mi trabajo, pero no sé cómo!

Gerardo es un exitoso director de marketing de una empresa de retail. Siempre ha privilegiado su desarrollo profesional por sobre otras cosas. No tiene planes para casarse ni tampoco para tener hijos. Su foco siempre ha estado claro: él quiere ser el mejor en su trabajo y para ello asiste a cuanto curso de perfeccionamiento aparece en el mercado.

El área donde trabaja Gerardo es relativamente nueva en la empresa, tiene sólo 6 años de vida. Poco, si la comparamos con los más de 30 que tiene la compañía. De ahí que el departamento de marketing funcione bajo una lógica bastante diferente al resto de la empresa. Trabajan jóvenes profesionales de entre 25 y 35 años, su jornada laboral comienza después de las 10 de la mañana y recién se van a sus hogares después de las 9 de la noche, aunque muchos siguen conectados hasta tarde por medio de sus BlackBerrys o de sus laptops.

Allí no existe mucha planificación, ya que la rapidez exigida instaló una fórmula que se basa en saber reaccionar a tiempo. Es por ello que es común que se cite a reunión de un día para otro y que se pidan informes a los empleados de manera sorpresiva.

Y en esa lógica, los marketeros jóvenes se manejan como "peces en el agua". Además, como la mayoría no tiene hijos y son solteros, dedican la mayor parte de su tiempo a darlo todo por su trabajo y no tienen resentimientos con quedarse a trabajar fuera de la jornada laboral.

La empresa en donde trabaja Gerardo es un reconocido retailer, en la que la tradición y el orden son los valores básicos de la compañía. Ésta tiene más de 10 mil empleados en todo el país.

Debido a los vaivenes del mercado, el área de Finanzas entra en crisis y el gerente general; dada la confianza que tiene en el desempeño de Gerardo, le pide que por favor se haga cargo y la saque adelante, ya que puede costarles muy caro que esto no ocurra en el corto plazo. El ejecutivo acepta el desafío gustoso. “Por supuesto que soy capaz”.

Finanzas: un mundo desconocido

En julio Gerardo es presentado oficialmente a la gerencia de Finanzas. El ingeniero comercial, Raúl Ramírez, le da una calurosa bienvenida. Beatriz, la secretaria, y los cuatro analistas lo reciben con afectuosos abrazos.

Al día siguiente, Gerardo inicia sus actividades como nuevo gerente de un área que desconoce por completo, pero con la seguridad de que era fundamental asumir este nuevo cargo con responsabilidad y con entrega. Para lograrlo, parte por fijar una reunión con su nuevo equipo de trabajo a las 8 de la mañana del otro día. Y como de costumbre, la convoca por e-mail después de las 9 de la noche.

Al otro día se da cuenta que ninguno de sus analistas estaba presente. No entendía nada, se sentía totalmente confundido. Una hora más tarde, llegan todos los analistas con una actitud apacible y calmada, situación que desconcierta al ejecutivo. Les pregunta por qué no asistieron y los analistas le contestan que ninguno vio el mail, ya que no revisan sus correos luego de las 7pm, y una vez que ha finalizado la jornada laboral.

Gerardo prefirió dejar pasar la situación y les pidió que en dos horas le entregaran un informe detallado con todos los movimientos que se habían hecho en el trimestre pasado. Los seis lo quedaron mirando como si fuera un extraterrestre y le dijeron muy respetuosamente que era imposible hacerlo en dos horas, dado que no tenían la información a mano, que no estaba dentro de su planificación mensual y que por ningún motivo se quedarían luego de su jornada normal de trabajo, pues la mayoría de ellos tienen compromisos familiares.

Gerardo se sorprendió con la actitud de sus analistas, ya que en sus años de experiencia en la empresa ninguno de sus colaboradores lo había confrontado, ni siquiera discutido. Muy molesto pensó: "Yo he trabajado de esta forma por más de 6 años y nadie ha cuestionado mi manera de hacer las cosas. Nunca tuve conflictos en marketing por mis agendas de reunión de último minuto, ni menos por exigirles tareas sin previo aviso. No sé por qué tendría que tener problemas ahora".

A pesar de su desconcierto, el ejecutivo sabía que lo expuesto no era tan descabellado, sobre todo teniendo en cuenta que su nuevo equipo es de gente mayor, que tiene familias y que viven lejos de la oficina, lo más probable es que les complique mucho quedarse trabajando hasta más tarde.

En ese momento Gerardo se da cuenta que tiene un quiebre: internamente reconoce que se equivocó, pero es incapaz de verbalizarlo y menos de asumirlo. Prefiere pensar que su error se basa en que “estas personas no cumplen con el perfil exigido para un trabajo de ese tipo”.

A

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.6 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com