RELACION TERAPEUTICA

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Facultad de Ciencias Sociales

Escuela de Psicología

Psicoterapias I

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Estudiantes: Consuelo Gómez.

                                                                Paulina Henríquez.

                                                                                          Javier Meneses.

                                                                   Docente: Guillermo González.

Introducción

En el comienzo de esta asignatura, mientras escuchábamos palabras nuevas, como “intersubjetivo” “relación terapéutica” “alianza terapéutica” etc. Surgen en nosotros nuevos cuestionamientos en relación a lo escuchado, comenzamos a pensar en el transcurso de los días, ¿cuál será la diferencia entre una terapia y la otra? ¿Qué técnica será mejor a la hora de aplicar la teoría? Como es que estos dos constructos, alianza y técnica, cuyos significados tiene tanta discrepancia, pues uno apunta a al dato científico y el otro al lado emocional, tienen un encuentro tan grande  y por sobre todo, como es que se deben combinar para obtener el mejor resultado.

Sabemos que científicamente hay respaldos que indican cual terapia es la mejor para tal o cual trastorno, entonces nos cuestionamos ¿qué es más primordial en una terapia? Sabemos que existen teorías que nos muestran distintos modelos psicoterapéuticos, como el psicodinámico, cognitivo conductual, sistémico y humanista y cada teoría, tiene sus diferentes técnicas a la hora de abordar la terapia, cada una ve al ser humano desde una visión diferente, unas terapias son acompañadas con test proyectivos, otras con relaciones familiares, unas que le dan más valor al inconsciente y otras a la conducta. Sin embargo, cuando ya hemos elegido un enfoque, esto nos permite como terapeuta poder trabajar y utilizar el método seleccionado,  con el fin, que en el  transcurso de esta, el paciente pueda comenzar a sentir un bienestar, conectarse con sus emociones y comenzar a trabajarlas.

No queremos hacer un juicio de cual terapia es mejor, no es nuestra posición hacerlo, sino más bien queremos entender que tiene que ver la alianza que debe existir entre terapeuta y paciente con lo llamado teoría,  este ambiente que proporciona un vínculo emocional y una sensación de confianza que refuerza ese sentimiento de responsabilidad compartida, pues entonces nuestra pregunta es:

En psicoterapia ¿es más importante, la alianza terapéutica o la técnica del terapeuta?

Justificación

Dentro de las habilidades y conocimientos que todo psicoterapeuta debe tener, que sabemos que es una gran gama; nos encontramos con dos puntos  que consideramos importantes: vínculo o alianza terapéutica y técnica. Ambas palabras tienen etimologías bastantes diferentes, la técnica tiene que ver con el deber hacer, destreza y habilidad para realizar una labor, esto esta relacionado al conocimiento semántico de un ser humano, aquí tenemos mucho manuales de instrucción, infinidad de libros que harían que cualquier ser humano pudiese aprenderlas, no solo en el conocimiento mismo,  sino en la aplicación de la materia, por ejemplo, todos quienes estudiamos psicología, aprendemos a tomar más de un test, esto sería aplicar la  materia del conocimiento teórico, y esto es importantísimo, saber que teoría utilizaremos a la hora de hacer una terapia, tener claridad de la terapia cognitivo conductual, sea la terapia psicodinámica, humanista o sistémico, debemos tener conocimiento, claridad y determinación es fundamental a la hora de aplicar la técnica, pues mezclarlas sería fatal, como indicamos anteriormente, cada una de las terapias ve al ser humano desde una posición distinta, y generaríamos en el paciente una mayor angustia si no tenemos esto claro.

Por otro lado tenemos esta otra palabra, vínculo o alianza terapéutica, que nos indican algo totalmente diferente a la teoría, pues el vínculo tiene que ver con relación, con la cohesión que se genera en el espacio terapéutico. Cuando hay vinculo, hay conexión hay comprensión, empatía, logramos ponernos en el lugar de otro para comprender lo que le está aquejando, el vínculo es quien permite que el paciente se libere y muestre su verdadero “yo” oculto, escondido, es esta relación que se genera en con el paciente la que develara su acongojo.

Aquí es entonces donde nace nuestro cuestionamiento, pues como pueden palabras tan distantes, unirse, donde encontramos este equilibrio entre estos constructos, para que de esta manera se pueda crear una atmósfera de confianza, donde el paciente pueda resolver el lado emocional que lo aqueja, sumándole la  técnica que utilice para dicho paciente, o si respectivamente es la técnica que utiliza el terapeuta es más importante, por tener validación científica, ¿qué es lo que determina el éxito de una terapia?  Para lograr  los objetivos plasmados al inicio de la sesión.

Desarrollo

Si bien es cierto que ambos constructos son incomparables, por lo que cada uno entrega cualidades distintas al mismo paciente, el estado psicológico de un paciente en tratamiento es también un aspecto importante dentro del proceso de la terapia y el más complejo también pues es una variable a considerar en el proceso.

El papel del terapeuta es análogo al de una madre que ofrece a su hijo una base segura desde la que podrá explorar el mundo. John Bowlby (1988, p. 140)

Dice Bowlby que, si un niño no establece este vínculo de buena manera en su primera infancia, él no podrá desarrollar un vínculo seguro con nadie. Un buen vínculo, le permite al sujeto seguridad emocional, poder establecer relaciones con sus pares y confianza en sí mismo. Como lo explica Feixas & Miró (1997) la relación paciente- terapeuta es un componente indispensable de toda psicoterapia, aquí es donde creemos que la terapia hace su aporte, de manera curativa a este vínculo mal estructurado desde el desarrollo del paciente Yalom nos indica que “la cura es el vínculo” (Yalom 2005). En psicoterapia el vínculo es fundamental para un buen desarrollo, desde los primeros segundos de vida, tenemos relación con un otro, que nos regula la experiencia del mundo y de sí mismo. Safran y Muran (2005), nos indican que los vínculos fuertes favorecen en obtener resultados positivos en la terapia, Krause (2001) señaló que la ausencia de un ajuste emocional o sintonía (entendida como un sentimiento de simpatía y de confianza hacia el terapeuta) pone en peligro el proceso de cambio y con frecuencia lleva a la ruptura de la relación de ayuda otorgada por el terapeuta.

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