Reflexión sobre “El segundo sexo”

Reflexión sobre “El segundo sexo”.

De entrada, puedo decir que quizás el título no es del todo adecuado, pues no creo que se deba poder definir un primer y segundo sexo cuando se trata de varón o fémina. Creo que el título hace más bien énfasis en el sarcasmo, pues es precisamente como se ha llegado a considerar la situación de la mujer.

A mi parecer, el autor generaliza mucho cuando expone el pensamiento que el hombre tiene sobre la mujer, estamos en pleno siglo XXI y ya no es tan común la creencia de que el hombre ve a la mujer como una fuente de relaciones sexuales, he de decir que aún existe quien así lo cree, mas no está estipulado en libros y tampoco es una ley absoluta que el hombre vea así a la mujer, al menos yo y los hombres que me rodean no lo vemos así.

Así mismo, creo que el autor está equivocado cuando dice que “la acción de las mujeres no ha sido jamás sino una agitación simbólica, y no han obtenido más que lo que los hombres han tenido a bien otorgarles”, puesto que hoy en día no sólo es el hombre el que le otorga bienes o derechos, a mi parecer, son decisiones que se han tomado en conjunto, es una falacia decir que la mujer aún depende de lo que el hombre quiera darle.

Considero que el autor critica la situación actual, debido a que en su parecer, la mujer debería de tener una historia propia, tan es así, que juzga el hecho de que ésta (y lo digo haciendo uso de mi buen léxico y no refiriéndome a la misma como algo de menor valor) no tiene una religión independiente a la del hombre, pero ¿es realmente necesario que la mujer tenga una historia propia, siendo que la que ya tenemos, es parte de los dos?

Algo en lo que estoy muy de acuerdo con el autor es que la mujer misma, por cómo ha crecido, por un lado intenta demostrar que es igual al hombre, que no debe haber diferencia entre las labores que desempeñan, pero después se reivindica y “acepta” el rol que le toca realizar en la sociedad; yo creo que éste problema se puede atacar si desde tempranas edades, tanto niños como niñas realizan actividades por igual, por ejemplo, en la primaria, las niñas y los niños deberían de tener la misma oportunidad de desempeñarse en un deporte, futbol o baile.

Considero que el autor fue muy acertado al decir que “hay que rechazar las vagas nociones de superioridad, inferioridad o igualdad que han alterado todas las discusiones, y empezar de nuevo”, cuando se trata de acabar con esta situación de tan poca igualdad, es precisamente lo que nos ayudaría a cambiar el rumbo de esta historia.

En conclusión, considero que si bien, existe la desigualdad, el autor fue un poco extremista, pues en muchas ocasiones no es realmente tanta la diferencia que hay y además, ya se está trabajando de manera muy impactante en este problema. Finalmente, creo que hay aspectos que sería bueno corregir (como la desigualdad en el ámbito laboral) y otros que  no (como argumentar que la mujer es menos por no tener historia propia).

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